En cuanto LaLiga hizo oficiales los horarios de la octava jornada se encendió la mecha. La desigualdad de las horas de descanso de las que gozan unos y otros equipos siempre ha sido un agrio tema de discusión, no es nada nuevo, pero cuando se trata de un derbi madrileño todo se magnífica.
Este domingo, a las 21:00 horas, el Metropolitano será testigo de uno de los encuentros más calientes de la temporada. El Atlético de Madrid recibe al Real Madrid en un duelo que levanta grandes rivalidades y que en los últimos tiempos también se ha visto sacudido por asuntos extradeportivos, especialmente el racismo en torno a la figura de Vinicius.
Sin embargo, en esta ocasión el derbi viene condicionado por el caótico calendario que LaLiga ha contribuido a hacer más anárquico todavía. En el bando rojiblanco echan humo al ver que llegarán con 48 horas menos de descanso que su rival, el Real Madrid, en un partido en el que hay muchas cosas en juego.
Un duelo entre dos aspirantes al título de Liga, que pelean por seguir de cerca al Barça, y que llegará condicionado en cierto modo. El Real Madrid jugó ante el Alavés el pasado martes en el Santiago Bernabéu, por lo que el periodo de descanso hasta el domingo habrá sido considerable.
El Atlético de Madrid, por su parte, jugó el pasado jueves en Vigo a última hora de la noche. Dos días más tarde que su rival y con un viaje de por medio, algo que ha puesto en pie de guerra al bando colchonero con la distribución de los horarios confeccionada por LaLiga y la televisión.
No son los únicos
Aunque el caso más mediático lo ha protagonizado en estos días previos el derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, este partido no es el único que llegará con una distribución del descanso tan desigual entre los dos contendientes.
La octava jornada de la competición deja otro encuentro que tiene los mismos patrones, con un equipo que contará con 48 horas más de descanso que el rival que tendrá enfrente. Se trata del Athletic Club-Sevilla, el duelo que se disputa este próximo domingo a las 16:15 horas.
En este caso, serán los hispalenses los que afrontarán el duelo más frescos después de haber jugado el pasado martes, mientras que los vascos tuvieron que hacerlo el jueves.
El Sevilla se midió en el Sánchez Pizjuán al Real Valladolid, mucho antes de que el Athletic Club se estrenara en la Europa League en un choque muy exigente ante la Roma a domicilio. Los leones jugaron el jueves a última hora de la noche, así que la diferencia de descanso será incluso superior a las 48 horas.
Más escandaloso es lo que sucede este mismo sábado en el otro derbi madrileño, el que protagonizan el Rayo Vallecano y el Leganés. Los de Vallecas son en este caso los perjudicados, y además con mucha diferencia porque la desigualdad es abismal.
Mientras que los de la franja jugaron el pasado miércoles ante el Girona en Montilivi, el Leganés tuvo toda la semana para preparar adecuadamente este encuentro. Los pepineros, condicionados por otras competiciones, disputaron el partido correspondiente a esta pasada jornada la semana anterior ante el Athletic Club, así que en estos días se han podido centrar en entrenar.
Sólo un partido
En realidad, en esta octava jornada de La Liga tan sólo hay dos partidos de los diez que se juegan en los que los equipos lleguen en completa igualdad de condiciones. Se trata del Betis-Espanyol y del Villarreal-Las Palmas.
Se da la circunstancia de que todos estos equipos jugaron sus partidos el pasado jueves y a la misma hora, así que aquí nadie puede echar nada en cara al otro en cuanto al tiempo de descanso se refiere.
Son las dos únicas excepciones. En todos los demás encuentros de la jornada siempre habrá un equipo que llegue, como mínimo, con un día más de descanso sobre el otro, y eso en un calendario tan apretado como el actual es algo que se nota por más que la temporada todavía esté en sus inicios.
Este caos organizativo no hace sino reflejar que el fútbol está al límite del agotamiento por la saturación del calendario. Es sangrante, en concreto, el caso de los equipos que disputan también competiciones europeas. Muchos de ellos llegarán a jugar hasta siete encuentros en un plazo tan apretado de apenas tres semanas, una saturación que sigue exponiendo al máximo los cuerpos y la salud de los futbolistas.
Y para muestra un botón, porque esta semana se cerrará habiendo presenciado partidos de La Liga durante todos y cada uno de los días, de lunes a domingo, sin descanso, y hasta de jornadas diferentes. Un batiburrillo sin sentido que amenaza incluso con saturar al propio espectador.