El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se reunirá este martes por la tarde para evaluar las posibles sanciones derivadas de la octava jornada de La Liga, entre las que destaca la clausura parcial del estadio Metropolitano, tras los bochornosos incidentes que se produjeron durante el derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, disputado este domingo.
Ambos clubes tienen hasta mediodía para presentar sus alegaciones al acta del árbitro Mateo Busquets Ferrer, quien en su informe detalló lo siguiente: "En el minuto 64 desde el fondo sur bajo, se lanzaron varios objetos sobre la zona donde se encontraba el portero visitante (Thibaut Courtois), sin que ninguno de ellos llegara a impactarle. Entre estos se pudieron identificar tres mecheros y una botella de agua. Ante este hecho, se activa el protocolo de lanzamiento de objetos requiriendo al delegado de campo para que se proceda a comunicar por los altavoces del estadio el mensaje a fin de que cesen dichos lanzamientos".
Sin embargo, los objetos siguieron siendo arrojados desde la misma área, lo que llevó al colegiado a suspender temporalmente el partido: "Finalmente, en el minuto 67 y ante la continua repetición de lanzamiento de objetos desde la misma zona, se procede a suspender temporalmente el partido, ordenando la retirada de equipos a vestuarios [...] El partido se reanuda sin nuevos incidentes", añadió el árbitro en su informe.
Este tipo de incidentes está tipificado en el artículo 107 del Código Disciplinario de la RFEF, que señala como una "alteración del orden del encuentro de carácter grave" cuando los hechos suponen un peligro para la integridad de jugadores, árbitros o cualquier otra persona en el estadio.
El artículo establece que, si es la primera vez en la temporada que ocurre algo así, el club responsable será sancionado con una multa de hasta 6.000 euros y la clausura parcial del estadio por un partido, además de un apercibimiento de clausura total en caso de reincidencia.
Dado que el incidente con Courtois es el primero de esta temporada, no se consideran como precedentes otras situaciones previas, como la sanción que se impuso al Atlético de Madrid en la temporada 2023/24 tras el incidente racista contra Nico Williams en el partido frente al Athletic.
A pesar de ello, por la gravedad de lo ocurrido y su repercusión, se espera que el castigo para el Atlético sea la clausura parcial del estadio Metropolitano. Sería la cuarta vez en los siete años de historia del recinto que se impone una sanción de este tipo, aunque no siempre se han cumplido. Este fue el precedente más reciente, el de los insultos racistas al menor de los Williams, porque según el Comité de Apelación, el Atleti actuó con la "máxima diligencia posible".
El historial del Metropolitano
Junio de 2018. La UEFA ordena el cierre parcial del Metropolitano (3.000 asientos) por comportamiento racista y lanzamiento de bengalas y fuegos artificiales en la final de la Europa League, en Lyon.
Abril de 2022. La UEFA ordena el cierre parcial del Metropolitano (5.000 asientos) por conducta discriminatoria de sus aficionados durante el Manchester City - Atlético, en el Etihad Stadium.
Abril de 2024. Comité de Disciplina ordena el cierre parcial del Metropolitano por dos partidos (y 20.000 euros) insultos racistas contra Nico Williams en el Atlético - Athletic. Apelación anuló la sanción.
Septiembre de 2024. Posible cierre parcial del Metropolitano por el lanzamiento de objetos, entre ellos mecheros, sobre Thibaut Courtois durante el derbi Atlético - Real Madrid.
El Frente Atlético y sus miembros le volverán a salir caros al Atlético, entidad que asegura estar 'atada de manos' con este tema. ¿Por qué? Porque la agrupación, por la que sus afiliados pagan cada año una membresía, no está reconocida de forma oficial por el propio club. Actualmente, la zona del fondo sur donde se ubican los radicales cuenta con unos 5.000 aficionados, de los cuales más de un tercio pertenecen al Frente Atlético.
El club debería tener un censo de todos los aficionados que forman parte de peñas oficiales, una medida que se implementó tras el asesinato de Francisco Javier Romero Taboada, 'Jimmy', un ultra del Deportivo de La Coruña, en 2014. Esta fue la segunda muerte atribuida al Frente Atlético, tras la de Aitor Zabaleta, aficionado de la Real Sociedad, en 1998. Sin embargo, el Frente Atlético se negó a registrarse oficialmente, a costa de ver retirada su condición de peña oficial. Hoy en día, el Atlético asegura no tener un sistema que le permita identificar a los abonados que pertenecen a este grupo radical.
El principal obstáculo que el Atlético de Madrid alega para actuar es de carácter legal. El club puede expulsar a un socio si este participa en altercados o desórdenes, como será el caso de los aficionados que lanzaron mecheros y otros elementos durante el derbi. No obstante, la ley no permite expulsar a aquellos que no tengan antecedentes ni hayan participado en actos sancionables.
Real Madrid y FC Barcelona, bajo la iniciativa de sus presidentes, Florentino Pérez y Joan Laporta, sí sacaron de sus estadios a los Ultras Sur y los Boixos Nois, los sectores más radicales de sus aficiones. Lo hicieron a costa de recibir durante mucho tiempo amenazas. En el Atleti, ni Miguel Ángel Gil Marín ni Enrique Cerezo han sido activos a la hora de acabar con la presencia ultra en el fondo sur del Metropolitano.
Compadreo con el vestuario
Y en el vestuario, como revelan los gestos que se ven en los partidos en casa del Atleti, también dan presencia al Frente. En celebraciones, con regalos... Se observa un compadreo notable durante la polémica del derbi, con el diálogo de Simeone, Koke o Giménez con algunos de estos radicales, y después del derbi, cuando el equipo celebró el empate con el mismo sector de la grada que había provocado la suspensión del encuentro durante 20 minutos.
Ante la polémica, Koke -capitán del equipo- dijo: "¿El Frente Atlético? El club tendrá que hacer lo que deba con sus aficionados, yo no soy quién para decir si tiene que echar a alguien o no de un estadio de fútbol".
Sin embargo, el incidente con Courtois no es un hecho aislado. El Atlético de Madrid ya ha sufrido tres sanciones previas por el cierre parcial del Metropolitano, y la actitud de los ultras también ha sido cuestionada en otras ocasiones, como cuando colgaron un muñeco de Vinicius de un puente en enero de 2023 con el mensaje "Madrid odia al Real". Ese acto derivó en la detención de cuatro personas, tres de ellas miembros del Frente Atlético.
En el resto de la afición colchonera hace tiempo que se han hartado. Lo ocurrido en el derbi provocó que muchos padres salieran del estadio con sus hijos antes del final para que estos no presenciaran más imágenes violentas. También aquellos aficionados que quedaban en sus sitios silbaron cuando los jugadores festejaron con el Frente. Los ultras del fondo sur del Metropolitano se han convertido en la vergüenza de su propia afición... y del fútbol español.