Este viernes 4 de octubre, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) emitió una sentencia crucial en el 'caso Lass', en la cual se declara que ciertas normas de la FIFA referentes a la transferencia de jugadores son contrarias al derecho de la Unión Europea. Esta decisión podría tener repercusiones de gran alcance en la regulación del fútbol mundial, alterando el sistema de fichajes tal como lo conocemos.
La resolución del TJUE sobre el caso de Lassana Diarra, exfutbolista francés que ha pasado por equipos como el Chelsea, Arsenal, Real Madrid y PSG, es vista como una victoria no solo para el jugador, sino también para los principios de libre circulación de trabajadores dentro de la UE.
Diarra había iniciado este litigio después de un conflicto contractual con el Lokomotiv de Moscú, que desencadenó una serie de disputas legales sobre su transferencia a otros clubes.
La sentencia del TJUE no solo pone en tela de juicio la normativa actual de la FIFA, sino que también podría obligar a la institución a realizar modificaciones sustanciales en su reglamento de transferencias, afectando tanto a los clubes como a los jugadores.
En este artículo, exploramos en detalle cómo surgió el caso, qué implicaciones tiene la sentencia del TJUE, la reacción de la FIFA y cómo esto podría transformar el mercado de fichajes en el futuro cercano.
¿Cómo surge el 'caso Lass'?
El origen del caso se remonta a 2014, cuando Lassana Diarra, tras fichar en 2013 por el Lokomotiv de Moscú, vio su contrato rescindido unilateralmente por el club ruso. El Lokomotiv argumentó incumplimientos por parte del jugador, como la falta de asistencia a entrenamientos, mientras que el futbolista francés alegó que fue apartado injustamente del equipo debido a un bajo rendimiento deportivo.
El conflicto escaló cuando el Lokomotiv exigió a Diarra el pago de una indemnización de 10,5 millones de euros por rescindir su contrato sin una causa justificada, como fue determinado por la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA.
Posteriormente, Diarra intentó firmar por el club belga Charleroi, pero la FIFA bloqueó la transferencia alegando que el club belga también sería responsable del pago de la indemnización debido a las disposiciones del artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ).
Esta situación llevó a Diarra a presentar una denuncia contra la FIFA y la Federación belga, argumentando que dichas disposiciones violaban su derecho a la libre circulación de trabajadores, garantizado por la legislación europea. La batalla legal se extendió durante años hasta llegar al TJUE, que este viernes emitió su sentencia definitiva.
¿Qué ha dicho el TJUE?
La sentencia del TJUE emitida el 4 de octubre marca un antes y un después en el ámbito de las transferencias futbolísticas. El tribunal dictaminó que las disposiciones del Reglamento de la FIFA que obligan a los nuevos clubes a asumir solidariamente el pago de indemnizaciones por la rescisión unilateral de contratos violan el derecho comunitario, particularmente en lo que se refiere a la libre circulación de trabajadores y la competencia entre clubes.
El TJUE destacó que estas normas, lejos de fomentar la estabilidad contractual, imponen una barrera significativa para la movilidad de los futbolistas. Según la corte, el hecho de que los clubes que deseen fichar a un jugador se vean obligados a asumir grandes riesgos económicos y sanciones deportivas frena la posibilidad de que estos atletas ejerzan libremente su profesión en otro estado miembro de la Unión Europea.
El tribunal también enfatizó que si bien las restricciones a la libre circulación de jugadores pueden estar justificadas en algunos casos para garantizar la estabilidad de las competiciones, las normas actuales de la FIFA "van más allá de lo necesario" para alcanzar este objetivo.
El fallo del TJUE, que sigue de cerca la opinión preliminar emitida por el Abogado General del caso, abre la puerta a una posible revisión profunda del sistema de transferencias internacionales tal como lo conocemos.
Fallo del TJUE
Un exfutbolista profesional establecido en Francia impugnó ante los órganos jurisdiccionales belgas algunas de las normas adoptadas por la FIFA contenidas en el "Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ) de la FIFA". Estas normas, rigen, entre otras, la situación en la que un club estima que uno de sus jugadores ha resuelto su contrato de trabajo sin "justa causa" antes de llegar a su término. En esos casos, el jugador y todo club que desee ficharlo son responsables solidarios del pago de cualquier indemnización adeudada a su antiguo club. Asimismo, puede imponerse al nuevo club en determinados supuestos una sanción deportiva consistente en la prohibición de fichar a nuevos jugadores durante un período determinado.
El Tribunal de Justicia declara que estas normas en su conjunto son contrarias al Derecho de la Unión. Por una parte, las normas en cuestión pueden obstaculizar la libre circulación de los futbolistas profesionales que desean progresar en su carrera y trabajar para un nuevo club, establecido en el territorio de otro Estado miembro de la Unión. Así, dichas normas suponen que los jugadores y los clubes que deseen ficharlos queden expuestos a riesgos jurídicos importantes, a riesgos económicos imprevisibles y potencialmente muy elevados y a riesgos deportivos serios que, considerados en su conjunto, pueden obstaculizar la transferencia internacional de esos jugadores.
¿Cuál ha sido la respuesta de FIFA?
En un comunicado emitido poco después de conocerse la sentencia del TJUE, la FIFA reconoció la decisión del tribunal europeo, pero subrayó que la resolución no afecta a los principios fundamentales de su sistema de transferencias.
"La FIFA está satisfecha de que la legalidad de los principios clave del sistema de transferencias haya sido reconfirmada en el fallo de hoy", señaló el organismo, aunque también admitió que la corte europea cuestiona dos párrafos del artículo 17 del RETJ.
La FIFA dejó claro que ahora corresponde al tribunal belga que presentó el caso aplicar la sentencia en su jurisdicción, lo cual podría implicar cambios en el reglamento de transferencias. El organismo también indicó que, junto a las partes interesadas, revisará el fallo con detenimiento antes de tomar nuevas medidas.
Comunicado FIFA
La FIFA ha tomado nota de la sentencia emitida hoy por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en relación al caso que involucra al jugador Lassana Diarra. La FIFA está satisfecha de que la legalidad de los principios clave del sistema de transferencias haya sido reconfirmada en el fallo de hoy. La sentencia sólo cuestiona dos párrafos de dos artículos del Reglamento de la FIFA sobre el estatuto y la transferencia de jugadores, que ahora el tribunal nacional está invitado a examinar. La FIFA analizará la decisión en coordinación con otras partes interesadas antes de hacer más comentarios.
¿Qué puede pasar ahora?
La sentencia del TJUE sobre el 'caso Lass' podría ser el catalizador para una reforma significativa en las normas de transferencia de la FIFA. Uno de los cambios más probables sería la eliminación o modificación de la cláusula que responsabiliza a los nuevos clubes del pago de indemnizaciones por la rescisión unilateral de contratos por parte de los jugadores.
Esto podría aumentar la flexibilidad en el mercado de fichajes, permitiendo a los futbolistas cambiar de club sin el temor a que sus nuevos equipos se vean obligados a asumir enormes riesgos financieros.
Si bien algunos clubes podrían celebrar esta decisión, ya que les permitiría fichar jugadores sin temor a sanciones económicas, otros podrían mostrarse más cautelosos.
La eliminación de estas barreras podría llevar a un incremento en las rupturas unilaterales de contratos, generando incertidumbre en torno a la estabilidad de las plantillas y el valor de los traspasos. Los clubes que invierten grandes sumas en jugadores podrían verse más expuestos si estos deciden rescindir sus contratos sin justa causa.
Desde la perspectiva de los jugadores, el fallo podría facilitar la movilidad internacional, ya que les permitiría cambiar de equipo sin el peso de las complejas indemnizaciones que limitan actualmente sus opciones.
Sin embargo, aún queda por ver cómo la FIFA modificará sus reglas para cumplir con la sentencia y si se implementarán mecanismos adicionales para proteger a los clubes de pérdidas inesperadas.
En resumen, la sentencia del TJUE en el 'caso Lass' podría desencadenar un cambio profundo en el fútbol internacional. Aunque es difícil prever todas las implicaciones a largo plazo, queda claro que el actual sistema de transferencias deberá adaptarse a las normativas europeas para garantizar un equilibrio entre la movilidad de los jugadores y la estabilidad financiera de los clubes.