Los ultras siguen dejando imágenes bochornosas en el fútbol. Si hace apenas unos días el derbi madrileño del Metropolitano tuvo que pararse por el lanzamiento de varios objetos sobre Courtois, este jueves el partido de la Europa League entre la Real Sociedad y el Anderlecht vivió otro bochornoso episodio.
Los aficionados más radicales del conjunto belga desencadenaron el caos dentro de Anoeta y hasta obligaron a detener el choque durante unos minutos. Los ultras visitantes, situados en la parte superior del estadio, fueron capaces de romper una pantalla de metacrilato y arrojaron butacas y diferentes objetos a la grada inferior.
En unas imágenes espeluznantes, se puede ver cómo varios de estos ultras arrancan los asientos de esa zona del estadio en la que estaban ubicados y los lanzan con rabia a la zona inferior, donde estaban situados aficionados de la Real Sociedad.
Los hinchas locales tuvieron que salir despavoridos para evitar ser impactados y sufrir serios daños físicos. Estos bochornosos incidentes se saldaron hasta cinco detenidos por parte de la Ertzaintza.
Los actos sucedieron en torno a la media hora de juego. Viendo el caos que se estaba generando en la grada y el movimiento de público que estaba habiendo hacia otras partes del estadio, el partido se detuvo. Incluso varios jugadores del Anderlecht acudieron a esa zona del campo para tratar de pedir calma a sus hinchas más radicales.
Los aficionados locales que se vieron afectados por esta actitud salvaje de los ultras belgas pidieron una reubicación en el estadio para poder seguir viendo el partido. Su integridad corrió serio peligro, ya que algunas butacas fueron lanzadas con saña.
Lo sucedido desató la indignación entre los jugadores de la Real Sociedad. Mikel Oyarzabal se mostró muy crítico con estos bochornosos incidentes al término del encuentro: "No se puede venir al fútbol a hacer el gilipollas como han hecho estos imbéciles", aseveró el capitán donostiarra.
Además, hubo un enfrentamiento entre los jugadores de la Real Sociedad y los del Anderlecht tras el pitido final. Los jugadores belgas se fueron a celebrar la victoria con estos ultras que habían provocado el pánico, algo que los futbolistas donostiarras se encargaron de reprocharles amargamente.
Uno de los cinco detenidos tras los incidentes registrados en la grada visitante de Anoeta ya ha sido puesto en libertad, mientras que los otros cuatro están a la espera de pasar a disposición judicial.