La UD Las Palmas, con su entrenador Luis Carrión discutido, recibe al Celta con el propósito de poner fin a su mala racha de resultados y celebrar una primera victoria que le saque del último puesto de la clasificación, mientras que el conjunto vigués quiere reencontrarse con el triunfo tras tres partidos sin ganar.
El conjunto grancanario repite cada jornada los mismos errores defensivos que le están condenando, sin que su técnico catalán logre poner remedio a la situación. Después de este encuentro, ante el parón por selecciones, Las Palmas no volverá a jugar hasta el lunes 21, en la visita al Valencia, por lo que los dieciséis días sin partido pueden hacerse muy largos en caso de un nuevo tropiezo este sábado ante el equipo celeste.
Con más fútbol que puntos en las últimas jornadas, el Celta necesita frenar su caída para evitar la primera crisis de la era “Claudio Giráldez”. Hasta ahora, el joven técnico gallego siempre ha remado con el viento a favor.
Incluso estadísticamente tiene uno de los mejores registros de las últimas décadas, ya que si gana en el estadio insular sumará 30 puntos en 19 jornadas, una marca que en el equipo celeste solo consiguieron Miguel Ángel Lotina y Fernando Vázquez en este siglo.
El impacto de Giráldez está siendo brutal, tanto por su decidida apuesta por la cantera como por el rendimiento del equipo. Pero la realidad también dice que su Celta nunca encadenó tres jornadas sin ganar hasta que empató el pasado domingo con el Girona en Balaídos; o que sigue sin puntuar a domicilio tras caer en los campos de Villarreal, Osasuna y Athletic Club.