Semana atípica la que conluye este fin de semana con una nueva jornada de los campeonatos nacionales. Siete días en los que el fútbol europeo en general y español en particular han recordado al balompié de antaño. A la época, no tan lejana, en la que acercarse a un estadio conllevaba la aceptación de ciertos riesgos. Aquellas personas que no conocían las dinámicas de los hinchas radicales podían toparse con un problema.
En la elección de un bar o una calle estaba esperando el destino a la vuelta de la esquina. Un destino que está relacionado con movimientos sociales, marcadas ideologías políticas y violentos incidentes. En la última semana, esa doctrina iracunda que parecía apagada, ha demostrado que todavía late con fuerza. Desprecintó sus siete días de actividad con lo acontecido en el Metropolitano durante el derbi.
Aficionados del Atlético de Madrid, ubicados en el fondo sur del estadio, arrojaron mecheros sobre la portería de Courtois, profirieron cánticos contra el meta belga que desembocó en la suspensión del partido ante el Real Madrid durante veinte minutos. Aquella lamentable noche se cobrópor un lado una imagen para el olvido, la de Simeone y jugadores del Atlético acudiendo al fondo sur a negociar una tregua con neonazis y por otro, la expulsión de manera permanente de los causantes.
Entre ellos, dos encapuchados que mediaron con los integrantes del Atlético de Madrid en pleno partido. El resultado, una vergüenza mundial sobre el terreno de juego y una multa fuera de él. El club rojiblanco estará obligado a clausurar parcialmente su estadio durante los próximos 3 partidos de La Liga, tras la decisión tomada por el Comité de Competición de la Federación (RFEF).
El Fondo Bajo Sur del Metropolitano, zona en la que se ubica el Frente Atlético y sus radicales, se 'vaciará' en los partidos en casa del Atleti contra Leganés, Las Palmas y Alavés por el lanzamiento de objetos, entre ellos varios mecheros, sobre Thibaut Courtois en el último derbi madrileño. Se cerrarán los sectores del 127 al 133. Además, la entidad rojiblanca también recibe una multa de 45.000 euros.
Lo ocurrido en el derbi fue el prólogo de lo que sucedió una vez las competiciones europeas entraron en escena. Los ultras del Anderlecht causaron estragos con su visita a Anoeta. Situados en la parte superior del estadio, fueron capaces de romper una pantalla de metacrilato y arrojaron butacas y diferentes objetos a la grada inferior.
Varios de estos ultras arrancan los asientos de esa zona del estadio en la que estaban ubicados y los lanzan con rabia a la zona inferior, donde estaban situados aficionados de la Real Sociedad. Los hinchas locales tuvieron que salir despavoridos para evitar ser impactados y sufrir serios daños físicos.
Se repitió la imagen del derbi, con jugadores del Anderlecht acercándose a la zona de sus aficionados para pedir calma a los radicales. Los bochornosos incidentes se saldaron hasta cinco detenidos por parte de la Ertzaintza y otra imagen deleznable cuando los jugadores del equipo belga acudieron a celebrar el triunfo con los mismos aficionados causantes de los incidentes.
Otro partido europeo, el que enfrentaba al Círculo brujas y St Gallen, también saltó por los aires después de que los ultras del conjunto suizo lanzaran fuegos artificiales desde la grada. Durante cerca de un minuto, decenas de estos artefactos salieron a toda velocidad desde esa zona del estadio y estallaron dentro del propio recinto, provocando una imagen inaudita que pone de manifiesto la falta de seguridad que sigue habiendo en este tipo de partidos que organiza la UEFA.
Macrooperación en Italia contra los ultras
Todo esto ocurrió dentro del estadio, pero fuera, la vida ultra no cesa. La escalada de episodios violentos en la grada ha sido el epílogo de una macrooperación en Italia contra los ultras de Inter y Milan, a los que se vincula con negocios ilícitos en el contexto futbolístico, extorsiones y palizas, entre otros delitos.
La policía italiana ha detenido a 19 personas, 16 de ellas están en prisión preventiva y 3 bajo arresto domiciliario, incluidos los líderes de los grupos ultras acusados de "delitos de conspiración criminal, con el agravante del método mafioso, además de extorsión, lesiones y otros delitos graves", señalaron la Policía de Estado y la Guardia de Finanzas en un comunicado conjunto.
Además, los detenidos pertenecientes a la Curva Nord, como se conoce al grupo hincha del Inter de Milán, también están acusados de vínculos mafiosos en relación a la 'Ndrangheta calabresa, la organización criminal más poderosa del mundo. Entre los arrestados se encuentra Renato Bosetti, convertido en cabecilla de los ultras del Inter tras el asesinato de Antonio Belloco el pasado 4 de septiembre por otro miembro del grupo ultra, Andrea Beretta, ya en prisión e imputado también en esta operación.