Robert Lewandowski parece haber hecho un pacto con el diablo. Con 36 años y después de dos temporadas dejando más dudas que certezas, el delantero polaco ha resurgido de sus cenizas. Lo ha hecho justo en el momento en el que más se dudaba de él y está brindando al fútbol el que puede ser su último gran baile.
El ariete del FC Barcelona ha sorprendido a propios y extraños. Hasta el momento, el aficionado azulgrana no había podido gozar de la voracidad goleadora que exhibió durante casi una década en Múnich. Su nivel no era malo, pero parecía una evidencia que su brillante carrera ya estaba cuesta abajo.
Pero Lewandowski no ha dicho su última palabra y de la mano de Flick, el hombre que sacó su mejor versión en 2020, ha vuelto a erigirse como uno de los delanteros más prolíficos del panorama mundial. Suma 12 goles entre todas las competiciones. Nadie en las grandes ligas supera sus registros.
Y es que la llegada de Hansi Flick ha supuesto una bocanada de aire fresco para el atacante del Barça. El técnico germano ha creado un ecosistema que no deja de nutrirle de balones. Y si Lewandowski está lo suficientemente abastecido, no acostumbra a fallar. Nació para destrozar las porterías rivales y este año lo ha vuelto a convertir en rutina.
Aunque no es únicamente algo colectivo lo que ha supuesto la mejora de uno de los delanteros más determinantes del siglo XXI. Se vislumbra en él un gran estado de forma, mucho más rápido en sus movimientos y con la frescura suficiente para llegar a las acciones antes que sus defensores rivales.
Pichichi indiscutible
El gran estado de forma de Robert Lewandowski le ha servido para ser el máximo goleador de La Liga tras ocho jornadas disputadas. Un año en el que Mbappé se postulaba como principal protagonista y candidato al pichichi, pero en el que el polaco está dando un golpe sobre la mesa.
Suma 10 tantos en ocho partidos disputados. No hay quien le pare. Desde su doblete en el estreno liguero en Mestalla hasta su hat-trick en el último partido contra el Alavés.
En Mendizorroza dio una exhibición de pegada. Primero marcó de cabeza elevándose por encima de todos los defensores babazorros, después remató a placer desde el área pequeña un pase de Raphinha y cerró su tarde perfecta con un disparo cruzado ante el que nada pudo hacer Sivera.
Lamine Yamal y Lewandowski, durante un partido con el FC Barcelona.
En total, el delantero polaco ha visto puerta en cinco de sus ocho partidos de Liga disputados siendo siempre determinante. Además, suma dos tantos más en la Champions League que le coronan como máximo goleador de entre los futbolistas que juegan en las cinco grandes ligas.
Lewandowski ha creado una sinergia letal con Lamine Yamal y Raphinha. Y es que, además de los ocho tantos marcados, ha dejado dos pases de gol, una a cada uno de ellos. Sin duda están siendo la tripleta de ataque más determinante del campeonato.
Labor de equipo
Lewandowski está en su mejor momento desde que viste la elástica azulgrana y eso está repercutiendo mucho en los resultados del FC Barcelona. Y es que el polaco ha simplificado mucho el camino hacia el gol y sus tantos han sido claves para que su equipo afronte el parón como líder en solitario.
Son 24 puntos los que suman los de Flick de 27 posibles y, sin los goles de Lewandowski, serían nueve menos. Nadie más ha sido tan determinante para su club en este primer tramo de temporada.
Lewandowski celebra un gol contra el Alavés.
En la primera jornada anotó los dos tantos del Barça en Mestalla que le sirvieron para aumentar desde el inicio una pequeña renta con el Real Madrid. Otro suyo valió para vencer al Athletic y Getafe en Montjuïc y en esta última jornada marcó todos los tantos de su equipo en Mendizorroza.
Lewandowski está siendo crucial para Flick, pero no hay que perder la perspectiva y darse cuenta que ya es muy veterano. Apenas está teniendo descanso y eso puede jugarle una mala pasada en el futuro. Sin embargo, el propio futbolista afirmó que tanto él como el Barça volverán "más fuertes tras el parón". El polaco sigue viendo puerta y la parroquia azulgrana los festeja.