Nuevo cambio de rumbo en la Supercopa de España de fútbol, tanto en la masculina como en la femenina. La Comisión Delegada de la Real Federación Española ha aprobado una modificación en las bases reguladoras y normas de la competición para eliminar el tiempo de prórroga en la Supercopa de España.
Con esta modificación, la RFEF entiende que satisface las peticiones de los clubes participantes que demandan un mayor descanso para los futbolistas. Más si cabe ante la plaga de lesiones que se ha producidos en el último mes. Por lo tanto, si al término del tiempo reglamentario persiste el empate entre los equipos participantes, se procederá directamente a la tanda de penaltis.
Se desconoce si esta medida, que ha sido motivada por la plaga de lesiones, es coyuntural o quedará de manera permanente. La eliminación de la prórroga es la última modificación que sufre un torneo que dese 2020 cambió la localidad y naturaleza de la competición. Las semifinales y la final sustituyen el duelo a ida y vuelta y en lugar de disputarse en España, el trofeo emigró a Arabia.
En esta ocasión, el motivo del cambio no es monetario, sino saludable para los futbolistas que afrontan la temporada más cargada de la historia. Rodri, recientemente lesionado de larga duración tras una carga de 50 partidos el curso anterior más la Eurocopa en verano, fue el primer jugador en alzar la voz.
"Sí, creo que estamos cerca de eso", respondía cuando se le preguntó el martes si existía esta posibilidad. Aunque no se ha quedado ahí: "Si esto sigue así no nos quedará otra opción. Es algo que nos preocupa", advitrió el centrocampista.
La reivindicación de Rodri se produjo en la víspera al pistoletazo de salida de la nueva Champions, una competición con más partidos. Como mínimo dos, en la primera fase, la de la liguilla, y en caso de que su equipo no clasifique entre los ocho primeros, deberá jugar una repesca a ida y vuelta para acceder a octavos. Podrían ser cuatro encuentros más.
A ello se suma el nuevo Mundial de Clubes, que vendrá cargado de partidos el próximo verano. Lo que dibuja un calendario sobrecargado e insostenible en el largo plazo. "No sé qué va a pasar, pero en todo caso es algo que nos preocupa porque somos los que lo sufrimos. Entre 40 y 50 partidos, un jugador puede jugar a un alto nivel. Luego baja, porque es imposible mantener este nivel físico", aseguró.
Una carga de partidos que atenta tanto contra el espéctaculo como contra la salud de los futbolistas. "Tenemos que cuidarnos nosotros, somos los actores principales de este deporte, o de este negocio como se prefiera llamarlo. Si la gente quiere ver un mejor fútbol, hace falta que podamos descansar. Cuanto más aumente el número de partidos, más baja el nivel y la calidad", finaliza.