El reencuentro del equipo que cautivó al mundo en la Eurocopa con el público español fue completo. El partido de España ante Dinamarca, en Murcia -primera vez en suelo nacional desde la cuarta conquista continental- alternó tramos de lenta circulación con otros, más reducidos, de asedio. Aunque la constante, prolongada a lo largo de todo el partido, fue la resistencia danesa, únicamente derribada por Zubimendi en la recta final con una volea. Victoria (1-0) que amarra el liderato de la Nations League para España y deja los cuartos de final a un triunfo. [Narración y estadísticas del partido].
Una robusta Dinamarca y la oleada de bajas españolas y estuvieron a punto de revolver el desfile nacional. Luis de la Fuente se presentó en el Enrique Roca sin el alma mater de la selección campeona. Sin Unai Simón, Le Normand, Carvajal, Rodri, Nico Williams y Dani Olmo. Toda la columba vertebral anda de visita al osteópata por unos motivos u otros. España no interpreta la misma sinfonía con tanto cambio. No por mala apreciación de los nuevos protagonistas, sino por el propio cambio de papeles.
Los recién llegados cumplen otro perfil de futbolista. Oyarzabal no posee la verticalidad de Nico Williams, Pedro Porro no termina de conectar con Lamine y Zubimendi, pese a su inconmensurable tesón, no une como Rodri. La primera parte en Murica así lo palpa. España se refleja como un equipo atascado, sin fluidez e incapaz de encontrar salidas a la laberíntica y robusta propuesta danesa.
Presionan al unísono y consiguen estrechar tanto el campo que se producen algunas imprecisiones en la circulación española. Tampoco funciona el uno contra uno. Lamine choca contra un muro de nombre compuesto, Kristiansen y Nelsson. Ambos fijan al extremo e impiden que gire. Y cuando, -pocas veces- este lo consigue, tapan el espacio y obligan a Yamal a jugar hacia atrás.
Además, los nórdicos salen veloces al contragolpe bajo la batuta de Eriksen, que aporta criterio a cada transición danesa. David Raya emerge por encima del resto para negarle el gol a Dolberg por partida doble. Primero con una firme atajada abajo y después tras una exhibición de agilidad para arrebatar el balón cuando los 1.500 paisanos de Dolberg en la grada se preparaban para festejar. España se espesaba y se temía un susto.
Debía estirarse la campeona de Europa. Así lo entendió De la Fuente que dio entrada a Baena y Mikel Merino para dotar de mayor energía a su equipo. España volvió a coger aire e inclinó el campo sobre la meta de Schmeichel, que mientras escuchaba el séptimo de caballerías, le negó un doblete a Morata con dos salidas calcadas. Achicó los espacios a tiempo, pero no erró un minuto después.
Zubimendi cazó un balón llovido del cielo y conectó una volea que, tras un desvío, se le atragantó al meta danés en la recepción. Gol de uno, bálsamo para todos. España arrebata a Dinamarca el liderato de la Nations League y ya desfila a cuartos de final. Únicamente necesita una victoria. En esta selección suman todos.