Era el partido que medía el nivel real del Barça esta temporada. Hasta el momento, los culés habían sorteado con mucho éxito las pruebas que se le habían ido poniendo por delante, pero quedaba la duda de qué pasaría cuando se les cruzara un rival de la talla del Bayern. [Así vivimos la victoria del Barcelona ante el Bayern]
El Barcelona despejó todas las incógnitas de un plumazo y en el mejor momento posible, justo antes de El Clásico. La forma en la que despachó a todo un equipazo con el Bayern supone un 'chutazo' de moral y sobre todo un respaldo fuera de serie para el proyecto de Hansi Flick.
Más allá del nivel colectivo y de la manera en la que los culés plantaron cara a aquel equipo que hace no mucho les metía ocho goles en unos cuartos de final de la Champions, el hombre de la noche fue Raphinha. Un hattrick y un nivel excelso, el mejor que se le ha visto hasta la fecha, catapultaron a un Barça que también camina con paso firme en Europa.
Un partido maravilloso
Todo el mundo esperaba un partido abierto, loco e intenso. Frente a frente, dos equipos que van al ataque, que no se guardan nada y que sólo saben mirar hacia delante. Las quinielas hablaban de un duelo con muchos goles... Y esta vez no se equivocaron lo más mínimo.
Apenas un minuto tardó el Barça en encontrar el camino de la portería contraria y en advertir del festín que se iba a pegar esta noche. En un contraataque en los albores del encuentro, los culés cazaron a los germanos. Lewandowski retuvo el balón de espaldas en una gran maniobra, Fermín metió el balón a la espalda de la defensa buscando a Raphinha y el brasileño arrancó su fiesta particular.
Raphinha se cruzó la mitad del campo, se plantó mano a mano ante Neuer y definió a las mil maravillas para encauzar la victoria culé desde el inicio. Un nivel excelso, como no se le recuerda antes en el Barça, el que demostró Raphinha en Montjuïc.
El gol no hizo sino encender este duelo que centraba la atención de toda Europa. El Bayern, por supuesto, no se arrugó, y enseguida tiró de personalidad y se puso manos a la obra en busca de la remontada.
Diez minutos tardó apenas en encontrar premio el conjunto bávaro. Müller puso un gran centro desde el costado derecho y Kane remató de cabeza para batir a Iñaki Peña, pero tras la revisión en el VAR el tanto quedó anulado por un fuera de juego milimétrico.
Los dos equipos tiraban muy arriba la línea de presión y a nadie le daba miedo ser cazado a la espalda. Los espacios se multiplicaban y tanto el Barça como el Bayern sólo miraban a la portería contraria.
En medio de esta locura, el Bayern hizo justicia con lo que se estaba viendo en esos minutos. Gnabry puso el centro desde la izquierda y de nuevo Kane, en la posición de '9' más puro y con un remate de delantero auténtico, hizo el empate. Esta vez sí que valió.
Poco después, sin miedo a la derrota, Lewandowski estuvo cerca de volver a poner por delante a los culés con un disparo al palo largo que se fue por muy poco. Media hora de auténtica oda al fútbol, para ponerse repetida en bucle sin ningún temor a aburrirse durante un solo minuto.
El partido estaba siendo de una exigencia física brutal, así que poco a poco, por pura lógica, tuvo que ir bajando el ritmo. Kane casi conectó con Guerreiro, pero después de este pequeño intermedio, la intensidad volvió a elevarse al máximo y fue el Barcelona el que sacó partido.
En un error de la defensa del Bayern, donde además pidieron falta sobre Upamecano, Fermín intentó una vaselina sobre la salida de Neuer, pero el rebote fue a parar a las botas de Lewandowski, que empujó a puerta vacía para volver a poner por delante a los locales.
El gol desató al Barça, que mató el partido antes del descanso. En el último minuto, de nuevo Raphina. Casadó le puso un pase milimétrico al brasileño, que avanzó metros, sorteó rivales y se internó en el área. Con un tiro cruzado, batió a Neuer para ampliar las diferencias.
El Barça mata
Con el Barça jugando a favor de obra, las cosas fueron mucho más fáciles para los catalanes. La sombra del Bayern pareció hacerse cada vez más y más pequeña, sobre todo cuando volvió a entrar en acción el hombre de la noche, Raphinha.
En un nuevo contraataque, Lamine Yamal conectó con Raphinha con un gran pase a la espalda, y el brasileño se encargó del resto. Hizo un control perfecto, ganó en velocidad a los defensas del Bayern y con un disparo raso cruzado batió a un Neuer que no pudo hacer absolutamente nada.
De ahí hasta el final el resto fue un quiero y no puedo del Bayern. Los de Kompany tuvieron más posesión y jugaron mucho en campo contrario, pero no tuvieron oportunidades reales de peligro más allá de un disparo de Coman.
Ni siquiera los cuatro cambios de sopetón que introdujo el equipo bávaro fueron suficientes como para cambiarle la cara al partido. De hecho, aún pudo llegar algún gol local más, pero el Bayern se salvó de una goleada mayor.
El Barça presenta su candidatura a todo esta temporada. Ya no es sólo un firme aspirante a ganar La Liga, sino que la exhibición ofrecida ante el Bayern, una auténtica bestia negra de los últimos años, le pone en el trono de candidatos a la Champions.