El Barça vuelve a afianzarse en el liderato de La Liga tras golear al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Cuatro goles marcó el conjunto azulgrana —dos de Lewandowski, uno de Lamine Yamal y otro de Raphinha— en un partido que, por lo visto en el primer tiempo, parecía que iba a tener otro guión bien distinto. Pero los blancos, especialmente Mbappé, cayeron constantemente en la trampa del fuera de juego —11 en el partido— y acabaron frustrados. [Narración y estadísticas: Real Madrid 0-4 FC Barcelona]
El héroe del partido fue Lewandowski. El delantero polaco, que es el pichichi con 14 goles en lo que va de Liga, fue letal a la mínima que le dejó la zaga del Madrid. Siguen muy blandos los defensas merengues: Mendy rompió el fuera de juego en el primero del Barça y Rüdiger y Militao dejaron entrar a cabecear sólo al '9' azulgrana en el segundo. Así se arruina un Clásico.
Es la primera derrota que sufre el Real Madrid en Liga desde hace más de un año. Su racha de jornadas seguidas invicto acaba en 42, justo una menos de las que alcanzó el Barça de Luis Enrique y Ernesto Valverde hace casi una década. Los de Ancelotti se quedan sin récord y muy tocados a seis puntos del líder. Mbappé y Vinicius, desaparecido, los señalados en el campo, pero las miradas apuntan más al banquillo.
Ancelotti confió en Camavinga y Tchouaméni para cubrir la ausencia de Rodrygo, apostando por cuatro centrocampistas con Bellingham por detrás de Mbappé y Vinicius. En un Clásico algo marcado por las bajas, en las porterías no estaban Courtois ni Ter Stegen sino Lunin e Iñaki Peña. Prueba de fuego para los guardametas que jugaron, especialmente para el canterano culé. Flick salió con el mismo once que le funcionó ante el Bayern, volviendo a dejar a Dani Olmo en el banquillo.
El Bernabéu recibió a los equipos con un espectacular tifo. Ahí pudo anotarse el primer tanto el Madrid, que salió con más garra que el Barça. En el minuto dos llegó el primer aviso de Mbappé, aunque la acción acabó siendo fuera de juego. No iba a ser, ni mucho menos, la única que habría así en el primer tiempo.
Diez minutos tardaron en aparecer los cánticos de "Negreira, Negreira", a la primera que el público no estuvo de acuerdo con una decisión de Sánchez Martínez. El primer susto para los blancos lo protagonizó Lamine Yamal, aunque llegó justo a tiempo Rüdiger para incomodarle en el disparo. El Real Madrid siempre replegaba en 4-4-2 cuanto atacaba al Barça, a quien le costaba más encontrar los espacios que a su rival.
El primer gran 'uy' llegó tras una jugada en la que temblaron las piernas a Cubarsí. De seguido, Peña sacó un balón aparentemente sobre la línea por debajo de su larguero —que habría sido revisado por el VAR de no ser porque la acción volvía a estar invalidada por fuera de juego—. Un dato: a Mbappé le levantaron el banderín cuatro veces en los primeros veinte minutos.
La noche negra de Mbappé
El Madrid encontró la forma de herir a los de Flick. Balones a la espalda y fuerte presión —lo que le ha faltado al equipo de Ancelotti toda la temporada— a la defensa adelantada del Barça y su salida de balón. Entre el 23' y el 25', Vinicius y Camavinga volvieron a perdonar al eterno rival con dos ocasiones que, de nuevo, eran fuera de juego. Lo que empezaba a parecer una broma, con los fuera de juegos, iba tocar techo poco más adelante.
Tras un par de ocasiones del Barça, ahora sí, parecía que Mbappé arrancaba en línea con la defensa culé para cazar un pase al hueco. El '9' del Madrid hizo un gran movimiento, abriéndose ligeramente, y mejor aún fue su picada de balón sobre Iñaki Peña. Lo celebró 'Kiki' con rabia junto al Bernabéu, pero al árbitro le llegaba un aviso. El sistema de fuera de juego semiautomático 'cantaba' que Mbappé tenía medio cuerpo adelantado y, por tanto, se anulaba el gol. La desesperación casi que se apoderaba de los jugadores y el estadio, mientras que el Barça soltarían un fuerte soplido de alivio. Los culés, con el agua ya en el cuello, se volvían a salvar.
Fue una primera mitad bonita, de idas y venidas, aunque con mayor persistencia del Madrid a la hora de atacar. Sánchez Martínez tardó 43 minutos en sacar la primera amarilla, a Casadó por cortar una contra de Vinicius. Alguna más pudo haber caído antes a los culés. Pero la estadística clave de los primeros 45 minutos no iba a ser otra que los ocho fuera de juegos que le cantaron al Madrid. Había que afilar más en el posicionamiento, pero las sensaciones eran mucho mejores en el lado merengue que en el culé.
El único que hizo algún cambio en el descanso fue Flick, que quitó a Fermín y metió a Frenkie de Jong. El Madrid salió más manso que en el inicio del partido y el Barça comenzó a animarse, primero con un disparo de Lamine casi de medio campo que no sorprendió a Lunin. No vio el internacional español el desmarque de Raphinha. Daba igual, puesto que los culés iban a encontrar por donde hacer sangre en los siguientes minutos. Incomprensible cambio de cara de los locales.
Y apareció Lewandowski
Lewandowski, el pichichi de La Liga, iba a dinamitar El Clásico en apenas dos minutos, entre el 54' y el 56'. Primero se aprovechó el Barça de que Mendy rompía el fuera de juego para lanzar un rápido ataque que culminó el polaco en gol. A la siguiente, ni Militao ni Rüdiger acertaban puesto que dejaron al '9' azulgrana colarse entre ellos en un centro y rematar solo para volver a batir a Lunin.
Dos errores graves del Madrid echaban al traste todo el trabajo previo. Perdonó demasiado el equipo blanco, que gozó hasta de cuatro ocasiones claras para adelantarse. Así es el fútbol. Sólo le quedaba a los de Ancelotti aferrarse a la épica, como ante el Borussia Dortmund, pero con menos minutos por delante esta vez.
Para intentar agitar el avispero, Ancelotti metió a Modric por Tchouaméni. Buscaba el gol a la desesperada el Madrid, pero volvía a toparse con el mismo problema de la línea defensiva del Barça. Los blancos sumaron dos fuera de juego más, otro de Mbappé —que sabía que arrancó en mala posición— que acabó definiendo bien para que le volvieran a anular el gol.
Curioso lo que ocurrió después. A Lewandowski, letal en los dos goles, se le iban a apagar las luces en dos ocasiones más que tuvo con toda la portería ante sí. Una dio al palo y la otra la mandó arriba. Ni el polaco entendía cómo falló esas dos, que daban cierta esperanza al Madrid para lo que quedaba de partido, que cada vez era menos.
Sin embargo, no se entonaba el equipo blanco. Mbappé no definía las que sí tenía que definir —porque no estaba en fuera de juego– mientras que Vinicius y Bellingham se diluían arriba. El segundo cambio de Ancelotti fue Brahim por Camavinga; antes Flick sacó a Olmo por Casadó.
No hubo esa determinación para remontar que sí hubo cuatro días antes en Champions y el Barça lo aprovechó para recrearse. En una contra, Lamine Yamal culminó batiendo a Lunin por su palo. Lo celebró la joven promesa del Barça señalándose su nombre en la camiseta ante la grada blanca y bailando junto a Balde. Tenía razones para festejarloo a lo grande: es el goleador más joven en la historia de los Clásicos.
En el 85', en otro rápido ataque y sin gas en las piernas de los defensores blancos para volver, Raphinha puso la guinda. El Barça, de fiesta, intento incluso la 'manita'. Al final, un 0-4 en el Bernabéu que confirma lo que se venía murmurando, el cambio de orden en la liga española. Derrota, la del Madrid, que deja heridas sensibles difíciles de curar.
Real Madrid 0-4 FC Barcelona
Real Madrid: Lunin; Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy (Fran García, m.86); Tchouaméni (Modric, m.63), Fede Valverde, Camavinga (Brahim, m.77), Bellingham; Vinícius y Mbappé.
Barcelona: Iñaki Peña; Kounde, Pau Cubarsí, Íñigo Martinez, Balde; Marc Casadó (Dani Olmo, m.65), Fermín (De Jong, m.46), Pedri (Gavi, m.87); Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski.
Goles: 0-1, m.54: Lewandowski. 0-2, m.56: Lewandowski. 0-3, m.77: Lamine Yamal. 0-4, m.84: Raphinha.
Árbitro: José María Sánchez Martínez (comité murciano). Mostró cartulina amarilla a Vinícius (80) y Militao (87) por el Real Madrid; y a Casadó (43), Koundé (69), Peña (82) y Gavi (90) por el Barcelona.
Incidencias: encuentro correspondiente a la undécima jornada de LaLiga EA Sports, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 78.192 espectadores.