El Real Madrid estaba dispuesto a vivir una gran jornada festiva en París. La gala del Balón de Oro prometía ser un oasis en medio de un momento complicado provocado por la goleada del Fútbol Club Barcelona en El Clásico del pasado sábado, pero lo que prometía ser un día para el recuerdo terminó convirtiéndose en una fecha casi para el olvido.
Durante semanas, incluso desde hacía varios meses, en las quinielas del posible ganador del Balón de Oro tan sólo aparecía un único nombre. Parecía imposible que nadie le hiciera sombra a Vinicius después del nivel mostrado a lo largo de la temporada 2023/2024, la mejor de su carrera deportiva hasta el momento.
Un futbolista en pleno auge, con un peso increíble en su equipo y que había sido capaz de guiar a los suyos hacia La Liga y una nueva Champions League. Vinicius no tenía rival en la carrera por ser catalogado como el mejor del mundo, no al menos hasta la misma mañana de la ceremonia.
Lo que comenzó como una pequeña corriente de opinión empezó a hacerse bola y terminó convirtiéndose en realidad. De repente, se filtró que Vinicius no iba a ser el ganador del Balón de Oro, que en su lugar recibiría el premio Rodrigo, y eso sentó como un gran golpe bajo en el seno del Real Madrid.
La reacción fue inmediata y contundente. Desde el Santiago Bernabéu se negaron a mandar representante alguno a la gala donde cada año se citan las grandes personalidades del fútbol. Ni Emilio Butragueño, ni Carlo Ancelotti, ni por supuesto ningún jugador. El Real Madrid mostró así su malestar y su repulsa a lo sucedido en una de las galas del Balón de Oro más polémicas que se recuerdan en los últimos tiempos.
El plantón
El Real Madrid lo tenía todo preparado para desembarcar a lo grande en París. La cúpula del club se iba a desplazar hasta la capital francesa, con Florentino Pérez y Emilio Butragueño al mando, y con Vinicius como el protagonista principal esperando recibir el Balón de Oro por primera vez en su carrera deportiva.
En el club blanco -y en el sentir general de los aficionados al fútbol- se daba por hecho que el brasileño sería designado como el mejor jugador del mundo, pero las informaciones recibidas en la misma mañana del lunes cambiaron el panorama de manera radical.
Se deslizó que Vinicius finalmente no ganaría el Balón de Oro y, ante la sensación de injusticia generalizada en el club, se decidió cancelar cualquier plan que tuviera que ver con la ceremonia. El vuelo privado que estaba preparado no voló hacia París y ni un solo representante del Real Madrid estuvo presente en el Théâtre du Châtelet.
Ni siquiera Emilio Butragueño, la figura que habitualmente representa al club blanco en este tipo de actos, acudió a una ceremonia que indignó profundamente a la entidad merengue.
Incluso Real Madrid Televisión, el medio de comunicación oficial del club, llegó a cancelar una programación especial que tenía preparada con motivo de la gala del Balón de Oro. Esperaban contar el éxito de Vinicius, pero ante el nuevo panorama también esto quedó cancelado.
Dos premios sin recoger
Aunque se quedó sin el reconocimiento grande de la noche, el Real Madrid fue igualmente protagonista en la gala del Balón de Oro por otros motivos. Vinicius no se llevó el premio individual, pero la gran temporada del conjunto blanco no podía pasar desapercibida.
Así, el Real Madrid se llevó al premio al mejor equipo del año después de una temporada plagada de éxitos como los títulos de La Liga o de la Champions League. Carlo Ancelotti, por su parte, fue reconocido como el mejor entrenador al ser capaz de guiar hacia estos logros como capitán del barco del conjunto blanco.
Los premios no quedaron desiertos, pero sí su entrega. No hubo quien recogiera estos dos galardones que reconocían al mejor equipo y al mejor entrenador del año, nadie subió al escenario con Didier Drogba y Sandy Heribert para recibir estos dos premios, una imagen impactante en un acto tan importante como este.
Fue la clara escenificación de una dura protesta por parte del Real Madrid por lo sucedido con Vinicius, a quien daban como seguro ganador del Balón de Oro. Un enfado monumental que pudo apreciar el mundo entero y que marcó una de las galas más polémicas que se recuerdan en los últimos años.