Han pasado siete días, una semana exacta, de las horas que trastocaron el mundo —futbolístico— de Vinicius Jr. El brasileño estaba preparado para alcanzar la cima, todo su entorno lo daba por hecho y gran parte del fútbol mundial también. Y se lo arrebataron, o al menos lo ven así en un Real Madrid que ha cortado relaciones con France Football por lo que señala como el 'bochorno' del Balón de Oro —que este año se entregaba junto a UEFA, disparando más las sospechas—.
Fue un golpe duro para Vinicius, de los peores en su carrera deportiva. Lo ocurrido le hundió, como se reconoce tanto en privado como en público. "Está triste", señaló Karim Benzema en una entrevista con El Chiringuito tras haber sido de los primeros en hablar —por mensaje— con el que fuera su compañero en el Real Madrid. El brasileño se ha refugiado estos días junto a los suyos y sin dar apenas testimonio de lo ocurrido.
El pequeño parón, obligado por la devastadora DANA, que obligó a suspender el Valencia - Real Madrid previsto para el sábado, le ha servido para desconectar. De hecho, más allá de las jornadas en Valdebebas, Vinicius ha aprovechado para relajarse haciendo actividades como jugar al pádel con amigos y algún otro compañero, como Ceballos, en Alcobendas.
Se ha apoyado también Vinicius en la gente del Real Madrid, como Ancelotti y varios de sus compañeros. Está arropado por el club, como se vio en el plantón general al Balón de Oro tras recibir las filtraciones de la 'encerrona' en París, y nadie piensa en un hipotético divorcio como se ha barruntado en publicaciones de diversos medios.
"Juntos", fue uno de los pocos mensajes que dejó Vinicius en sus redes tras el Balón de Oro compartiendo la foto oficial del equipo para esta temporada. El brasileño sigue sin imaginarse un futuro que no sea en el Madrid y viceversa. Lo de su contrato, que termina en 2027 y cuenta con una cláusula de salida de 1.000, no se entiende como un problema a pesar del deseo de la entidad de ampliarlo. Vinicius y sus agentes cerraron un trato de no demasiada extensión en la última renovación para tener mayor control de su futuro, pero no pensando primeramente en armar una vía de escape. Habrá conversaciones pronto.
La suspensión del encuentro contra el Valencia y Real Madrid ha terminado siendo una pausa bienvenida para Vinicius. No tener que visitar Mestalla, un estadio donde ha sido objeto de insultos en anteriores ocasiones, aligera la carga mental en medio de este complicado momento personal y profesional. Aunque el aplazamiento suma presión a la ajustada agenda del equipo blanco, libera temporalmente a Vinicius de un ambiente hostil que, en este momento, podría haber sido especialmente agotador.
El ambiente en Valencia prometía ser tenso, con la afición valencianista preparada para recibir al delantero brasileño con una 'protesta' irónica: una ola de globos amarillos en referencia al Balón de Oro que no ganó.
Estos días también representan para Vinicius una oportunidad de centrarse en su bienestar emocional y en el respaldo de su equipo. La vuelta al Santiago Bernabéu será clave para su reintegración emocional. El próximo duelo contra el Milan en Champions League es visto dentro del club como una ocasión perfecta para que el delantero sienta el calor de la afición, alejado de las presiones de un campo visitante hostil.
La Champions ha sido tradicionalmente un escenario en el que Vinicius se ha sentido más cómodo y protegido en términos de arbitraje, lo que también contribuye a su sentido de seguridad. Después de este encuentro europeo, la visita de Osasuna a Chamartín el 9 de noviembre supondrá otro momento para afianzar la conexión del brasileño con los seguidores madridistas. "Lo haré diez veces mejor si es necesario", prometió el '7' tras el Balón de Oro —pensando tanto en su pelea deportiva como en su batalla contra el racismo—.
Otro respiro con Brasil
Mirando al futuro, la agenda del Real Madrid presenta una ventaja adicional para Vinicius. Tras los encuentros en el Bernabéu, el brasileño tendrá un pequeño respiro con el parón internacional, que le permitirá despejarse representando a la selección brasileña, con la que se reunirá de nuevo tras haberse perdido la última convocatoria por problemas físicos.
Para su técnico en la Canarinha, Dorival Júnior, esta será una oportunidad perfecta para que Vinicius sienta el apoyo de su país. El seleccionador expresó recientemente que percibe una injusticia en la forma en que se ha tratado al delantero en el ámbito internacional, y confía en que el público brasileño le ofrezca una recepción cálida que refuerce su ánimo.
El compromiso con Brasil le permitirá a Vinicius prepararse con una energía renovada para los desafíos que tiene por delante en el Real Madrid. La perspectiva de un encuentro tras el parón ante el Leganés en Butarque, estadio menos conflictivo y con un ambiente más tranquilo, le permitirá igualmente retornar a La Liga en condiciones favorables. El descanso que supone el parón y la oportunidad de representar a su país, combinado con la reciente pausa y el apoyo de su club, parecen ser el refugio perfecto que Vinicius necesita para recuperar su confianza.