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Bochorno blanco en el peor escenario posible: ante un clásico rival como el Milan, en el Santiago Bernabéu y sólo diez días después de la ya sonrojante derrota en casa en El Clásico. Perdió por 1-3 el Real Madrid y se complica lo de acabar entre los ocho primeros la fase liga de la Champions League. Álvaro Morata, protagonista primero por los pitos, lo fue también luego por el gol que metió a su exequipo, que ya es su víctima favorita —siete tantos en 13 partidos—. [Narración y estadísticas: Real Madrid 1-3 Milan]

El fútbol no para aunque nadie quiera jugar, como bien dijo en la previa del partido Ancelotti, afectado por la tragedia de la DANA en la Comunidad Valenciana. Aún así, el Real Madrid, el Milan y el Bernabéu sí supieron estar a la altura con el homenaje que dedicaron a todas las víctimas. El minuto de silencio, con el himno valenciano en la megafonía y su señera colgando en la grada, fue emocionante.

De vuelta al fútbol, sin fiesta que valga, el madridismo reaccionó también como se esperaba en otros aspectos: pitos al renegado Morata y máximo apoyo a Vinicius, con chaparrón decibélico hacia el himno de la Champions League de la UEFA —ahora 'colega' de France Football en la entrega del Balón de Oro—. Ancelotti, como novedad, introdujo a Modric en el once y sentó a Camavinga.

Mbappé se lamenta mientras los jugadores del Milan celebran Reuters

Con los tifosi milaneses cantando a todo trapo, el Madrid no se arrugó en el inicio. Salió el Madrid enchufado, presionando arriba, pero de nada sirve si atrás eres un coladero. Al poco de cumplirse el minuto diez, un balón al espacio se coló entre la zaga, habilitando a Rafael Leao —el más peligroso de los rossoneri— y acabó en córner. Defendido igual de mal el saque de esquina, Thiaw remató de cabeza con demasiada permisividad de Tchouaméni en el salto y marcó el 0-1.

Por tercer partido seguido en Champions, el Madrid empezaba perdiendo. Ahora faltaba por ver si esto acabaría siendo como ante el Lille o como ante el Dortmund. Trató de reaccionar rápido el equipo que dirige Ancelotti, que tuvo una doble ocasión de Mbappé y Vinicius. No cuajó ninguna de ellas. Maignan también dejó claro, por si alguien no le conocía, que hay portero —y de los buenos— en el Milan.

Noche trágica de Tchouaméni

Tuvo fortuna el Madrid, que otros diez minutos más tarde recibió un penalti a favor. Cayó dentro del área Vinicius, contactado muy levemente por Emerson Royal. El error del defensor brasileño fue dejar demasiado tiempo la pierna elevada. Así, por justo que sea el contacto, es penalti. Tras su semana más difícil, Vinicius asumió la responsabilidad y, paradinha incluida, metió para devolver el empate al marcador.

El partido volvió a estabilizarse tras el 1-1 y parecía que no iba a tener más historia hasta el descanso. Sin embargo, otra trágica acción del Madrid atrás iba a dar alas al Milan. En la foto, otra vez Tchouaméni. Se revolvió Leao en el área, disparó y el despeje de Lunin dejó la bola muerta en el área. Donde debía estar el francés, el que apareció fue Morata para empujarla a gol y marcar a su exequipo. El runrún volvía a aparecer en el Bernabéu.

Gol de Morata en el Real Madrid - Milan Reuters

Los pitos acompañaron al Madrid en su caminata hacia el túnel de vestuarios en el descanso. Mala imagen del equipo blanco, lo visto en partidos anteriores: sin ideas en la presión ni en el ataque. Mal hasta con el balón. Algo había que tocar —demasiado, quizás— y Ancelotti puso a calentar a Camavinga, Brahim y Rodrygo. El italiano dio entrada a los dos primeros por Valverde y Tchouaméni, el gran señalado de la primera mitad.

El inicio de la segunda parte fue frío. Es más, la primera ocasión clara fue del Milan lo que no gustó al estadio. Lunin sacó una mano milagrosa —digna de Courtois— ante un potente cabezazo de Leao y dejó vivo al Madrid. Pero seguía el equipo blanco con sus problemas en la posesión y sufría en las contras de un Milan que esperaba más atrás que en los primeros 45 minutos.

Camavinga fue el primer amonestado y Ancelotti hizo un tercer cambio sobre la hora de partido: Ceballos por Modric. El italiano estaba desesperado por dar frescura a su equipo con la bola porque lo visto en los 60 minutos anteriores había sido casi tétrico. Eso sí, ni Güler ni Endrick asomaban por la pizarra de Carletto. Ni un minuto jugaron ambos. Mientras, Lucas y Militao también veían la amarilla y el partido se iba acercando peligrosamente a su tramo final.

El Milan, que no lo necesitó antes, no hizo cambios hasta el minuto 70. Paulo Fonseca metió a dos ingleses, Loftus-Cheek y Tammy Abraham, y quitó a Pulisic y Morata, que fue despedido entre pitos, pero con el gol del 1-2 en el bolsillo. El reflejo de la desesperación era Vinicius, desaparecido desde el gol, que también recibía la cartulina por una protestar al árbitro.

Sentencia del Milan y bochorno

Tal y como estaban las cosas, no era difícil predicir lo que podía ocurrir. Y ocurrió. En la jugada más desastrosa defensivamente que uno se pueda imaginar, el Madrid encajó el tercero. Cerró mal al lanzar la contra, con jugadores como Militao fuera de sitio y cayéndose, otros mostrándose drásticamente blandos en los cruces y Reijnders, el autor del gol, cómo no, entrando sólo al área. El bochorno blanco era real y en Chamartín ya se empieza a hablar de crisis.

Con el 1-3, Ancelotti hizo sus dos últimos cambios: Fran García y Rodrygo por Mendy y Bellingham. Llegó el arreón habitual del Madrid en estos casos, pero no siempre se puede remontar. El VAR anuló un gol de Rüdiger por un fuera de juego milimétrico y no tuvo más puntería el equipo para, al menos, acercarse en el marcador en el espacio de tiempo en el que el reloj más aprieta a los rivales en el Bernabéu. No hubo milagros. Esta noche no.

Reijnders celebra su gol contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu Reuters

Real Madrid 1-3 Milan

Real Madrid: Lunin; Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy (Fran García, m.74); Tchouaméni (Camavinga, m.46), Fede Valverde (Brahim, n.46), Modric (Ceballos, m.63), Bellingham (Rodrygo, m.74); Vinícius y Mbappé.



Milan: Maignan; Emerson Royal (Calabria, m.93), Tomori, Thiaw, Theo Hernández; Musah (Pavlovic, m.93), Reijnders, Fofana; Pulisic (Loftus-Cheek, m.70), Leao (Okafor, m.77) y Morata (Abraham, m.70).



Goles: 0-1, m.12: Thiaw. 1-1, m.23: Vinícius de penalti. 1-2, m.39: Morata. 1-3, m.73: Reijnders.



Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia). Amonestó a Camavinga (58), Lucas (68), Militao (68) y Vinícius (71) por el Real Madrid; y a Morata (21) y Fofana (85) por el Milan.



Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuarta jornada de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 79.300 espectadores. Se rindió un emotivo homenaje a las víctimas de la dana con una bandera gigante de la Comunidad Valenciana en un lateral, el lema "Valencia somos todos" en el videomarcador y las camisetas de los jugadores del Real Madrid, que portaron brazaletes negros.