El Girona quiere más. Hace dos semanas hicieron historia al lograr su primera victoria en la Champions League, pero se niegan a despertar de un sueño que tanto les ha costado conseguir. La siguiente parada es Eindhoven y el PSV. El objetivo está claro, seguir dando el 100% y dar un paso más hacia la siguiente fase.
El inicio de temporada para el equipo de Michel no está siendo fácil aunque quizá se le están exigiendo cotas ciertamente irreales. Mantener el nivel de la última temporada es prácticamente una utopía, más aún cuando el técnico madrileño ha tenido que recomponer un once llenos de piezas nuevas.
Asentado en mitad de tabla en La Liga y con los pies metidos en la siguiente ronda de la Copa del Rey, el Girona vuelve a centrarse en la Champions League con el objetivo de seguir prolongando su sueño. Tuvo un estreno doloroso al dejar escapar un punto valiosísimo en el último suspiro a domicilio frente al PSG y una dolorosa derrota en casa contra el Feyenoord, pero se desquitó con un importante triunfo ante el Slovan de Bratislava junto a su gente en Montilivi.
Esta vez sentirá el aliento de su afición desde la distancia y lo hará midiendo sus fuerzas frente al gran dominador del fútbol neerlandés en los últimos 24 meses: el PSV. Un equipo con una voracidad goleadora plausible y que llega a la cita necesitado de sumar los tres puntos si no quiere complicarse sus aspiraciones de continuar en la máxima competición del fútbol europeo.