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El Atlético de Madrid ha logrado una importantísima victoria en su visita al Parque de los Príncipes en la jornada cuatro de la Champions League. Los de Simeone tuvieron que ponerse el mono de trabajo y resistieron durante 90 minutos los continuos ataques del PSG para, en el minuto 93, llevarse la victoria. Zaïre-Emery, Nahuel Molina y Correa, los autores de los goles. [Así hemos vivido la victoria del Atlético de Madrid]

PSG y Atlético de Madrid se enfrentaban por primera vez en un partido oficial y ambos equipos consiguieron plasmar sobre el terreno de juego sus estilos de juego. El club parisino fue dueño y señor del partido, pero por momentos le faltó profundidad; mientras que el conjunto rojiblanco se basó en defender y aguantar el resultado.

El conjunto dirigido por Luis Enrique entró al partido con el cuchillo entre los dientes y pronto obtuvo la recompensa del gol. Un error garrafal de Lenglet provocó el gol de Zaïre-Emery. El central francés se durmió con el balón en los pies, un astuto Dembelé robó el balón y se la cedió al joven centrocampista que con una gran definición hizo el primero de la noche.

La alegría apenas le duró unos minutos a la afición parisina. Pasado el primer cuarto de hora, en el único acercamiento del Atlético de Madrid al área rival, Giuliano Simeone puso un centro que rechazó Willian Pacho y el rechace le cayó a un Nahuel Molina que no falló ante Donnarumma.

El gol encajado dejó descolocado al Paris Saint Germain, pero el Atlético de Madrid no se fue a por el segundo. Los de Simeone trataron de estirarse más en el partido y jugar en campo contrario, pero sin éxito. En cuanto los de Luis Enrique cogieron las riendas del partido, a los de Simeone les tocó volver al plan inicial del partido, defender.

Dembelé, el peligro del PSG

Ousmane Dembelé trató de echarse el equipo a la espalda. El francés fue todo un quebradero de cabeza para Javi Galán y Gallagher. En la primera parte el ataque del PSG venía por una banda derecha en la que Achraf y Dembelé hicieron mucho daño. Sin embargo, Oblak mantuvo vivos a su equipo durante todo el partido.

El lateral marroquí tuvo varias ocasiones de gol, pero en ninguna estuvo acertado. Terminó las jugadas cuando le llegaba el balón a la frontal del área y en la segunda parte tuvo una ocasión clarísima frente a Oblak que terminó desesperando a Luis Enrique ante el paradón del esloveno.

Tras el paso por los vestuarios, el guion del partido no cambió. El Atlético de Madrid no salió a por el PSG, sino que fiel a su planteamiento decidió quedarse atrás y esperar. Por momentos, la idea de partido no le salió bien a Simeone, puesto que al defender con todos los jugadores, posteriormente ninguno subía a atacar. El conjunto parisino no sufría en defensa, pero no lograban la portería de Oblak.

El esloveno recordó al portero que echaba el cerrojo a la portería rojiblanca y no había manera de franquearla. Oblak fue la pesadilla de Barcola con dos manos salvadoras que mantuvieron vivos a los rojiblancos hasta el momento cumbre de la noche.

La resiliencia del Atlético de Madrid

Los minutos corrían en el marcador del Parque de los Príncipes y la afición se empezaba a desesperar, también lo hacía Luis Enrique desde la banda, aunque sus jugadores no dejaban de intentarlo. Simeone, desde el área técnica, se preocupaba porque sus jugadores no dejaran espacios y mantuvieran la concentración hasta el pitido final. Una concentración que le faltó al PSG.

En la última jugada del partidos, los rojiblancos recuperaron el balón y con un gran cambio de orientación Griezmann se la pasó a un Ángel Correa que besó la gloria. El argentino regateó a un defensa del PSG y con un tiro raso superó a un Donnarumma que pudo hacer más en el gol. 

Ángel Correa vuelve a ser el revulsivo de lujo de Simeone. Al igual que hizo en el derbi ante el Real Madrid en el Metropolitano, el argentino entró en el segundo tiempo para marcar un gol importantísimo para su equipo. Con esta victoria, el Atlético de Madrid se sitúa 23º con 6 puntos, mientras que el PSG es 25º con 4 puntos.