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Este jueves, el Stade de France acoge un partido de la UEFA Nations League entre las selecciones de Francia e Israel (20:45 horas), un encuentro que ha encendido las alarmas de seguridad en París desde hace varios días.

Los recientes episodios de violencia y manifestaciones antisemitas en Europa, como los ataques a hinchas israelíes en Ámsterdam y las protestas dentro de la sede de la Federación Francesa de Fútbol, han motivado a las autoridades francesas a implementar un operativo de seguridad "extremadamente reforzado" para evitar que el encuentro se convierta en un escenario de confrontación ideológica y disturbios.

La prefectura de policía de París, bajo la dirección de Laurent Nuñez, ha calificado el partido como un evento de "alto riesgo", considerando las crecientes tensiones por el conflicto en Gaza y los incidentes antisemitas en Francia.

Para Nuñez, las medidas de seguridad que se desplegarán tanto dentro como fuera del estadio deben ser "de muy altos estándares", con el objetivo de garantizar la protección de los jugadores, aficionados y ciudadanos. Ese dispositivo incluye, en particular, la movilización de 4.000 policías y gendarmes que estarán en torno al Stade de France, en la ciudad de Saint Denis y, lo que es mucho menos habitual, en el interior, además de en las líneas de transporte público y en posibles puntos de concentración en París.

El plan de seguridad también contempla la creación de un perímetro de seguridad más amplio de lo habitual alrededor del estadio, y la instalación de controles adicionales en cada acceso.

Los policías que estén en el interior del Estadio de Francia reforzarán a los 1.600 agentes de seguridad contratados por la Federación Francesa de Fútbol (FFF), un número también más elevado de lo habitual. 

Nuñez explicó que el objetivo es estar preparados para "todos los escenarios posibles", lo que incluye la intervención en el interior del estadio si se llegaran a detectar incidentes durante el partido. Por su parte, Bruno Retailleau, Ministro del Interior del gobierno francés, ya había negado la opción de trasladar el partido: "Francia no da marcha atrás porque eso equivaldría a abdicar ante las amenazas de violencia y antisemitismo", explicó en su cuenta de Twitter.

Su misión, más allá de controlar las entradas, será también vigilar que no se desplieguen banderas palestinas, ya que únicamente están autorizadas las de las dos selecciones que juegan (Francia e Israel) y que tampoco se desplieguen pancartas con mensajes políticos, que -recordó Núñez- "están prohibidos".

El prefecto de policía señaló que una de las lecciones de la violencia antisemita que se desencadenó la pasada semana en Ámsterdam con el partido entre el Ajax y el Maccabi de Tel Aviv, es que no basta con proteger el entorno del estadio sino que las fuerzas del orden deben estar presentes "en el conjunto del espacio público".

Uno de los puntos que más atención genera por razones de seguridad esta noche en torno al partido Francia-Israel es la concentración que se ha organizado en Saint Denis en apoyo de los palestinos, respaldada por La Francia Insumisa (LFI), el principal partido de la izquierda.

El prefecto de Policía confirmó que "tienen derecho a manifestarse" pero puntualizó que está negociando con los organizadores el lugar donde se producirá la concentración, que no va a autorizar donde estos pretendían inicialmente, frente al Ayuntamiento de Saint Denis. Núñez hizo hincapié en que la autorización es para una concentración estática y no para una marcha.

El antecedente de Ámsterdam

La noche del jueves 7 de noviembre, varios seguidores del equipo Maccabi Tel-Aviv fueron agredidos en Ámsterdam antes y después de su partido contra el Ajax en la Europa League.

Este incidente, calificado por algunas organizaciones judías como un "pogrom" [palabra de origen ruso que significa “causar estragos, demoler violentamente”, se usa para referise a ataques violentos por parte de poblaciones no judías contra los judíos en el Imperio Ruso y en otros países], encendió las alarmas en el resto de Europa y evidenció el creciente riesgo de que los partidos con equipos israelíes puedan derivar en confrontaciones violentas.

Además de la violencia en las calles, las redes sociales también han visto una proliferación de mensajes de odio, algunos de ellos advirtiendo sobre futuros enfrentamientos en los partidos de Israel en suelo europeo, como el próximo duelo contra Francia.

Grupos pro palestinos corren por las calles de Ámsterdam. EUROPA PRESS

Al encuentro del Francia-Israel han decidido acudir el presidente francés, Emmanuel Macron, así como sus dos predecesores, el socialista François Hollande (2012-2017) y el conservador, Nicolas Sarkozy (2007-2012), y el actual primer ministro, Michel Barnier. Todos ellos han querido manifestar con su presencia su rechazo a los actos antisemitas vistos en Amsterdam la semana pasada.