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El fútbol español siempre ha gozado de una gran aceptación a lo largo y ancho de planeta. Los éxitos de los grandes equipos históricos, especialmente los del Real Madrid y el FC Barcelona, han contribuido a ello durante mucho tiempo, pero sin duda lo que elevó la imagen del balompié nacional a otro nivel fue lo ocurrido con la Selección entre 2008 y 2012.

El increíble dominio de España en Eurocopas y Mundiales, y sobre todo aquella manera de jugar al fútbol que comenzó con Luis Aragonés y se prolongó con Vicente del Bosque fue el germen del 'boom' reputacional de los entrenadores españoles.

Por si fuera poco, en aquella época se unió la oda al fútbol del Barça de Pep Guardiola y su particular forma de arrasar con un juego tan vistoso como abrumador. Parecía imposible plantar cara a aquel equipo que empezó a generar una corriente que fue tratada de imitar por muchos. 

Pep Guardiola celebra con el presidente, Ferrán Soriano y Txiki Begiristain la Premier League. Reuters

Y como se suele decir, de aquellos polvos vienen estos lodos. Este germen contribuyó a dibujar un mapa actual completamente dominado por los entrenadores españoles, que siguen atrayendo la atención de los mejores clubes del mundo para gobernar sus banquillos.

Los números son claros. España es el único país que tiene entrenadores en las cinco grandes ligas de Europa (La Liga, Premier League, Serie A, Bundesliga y Ligue 1), y también los técnicos españoles son los más numerosos de todos con hasta 24 banquillos ocupados frente a los 19 que albergan a preparadores italianos.

La Liga, producto nacional

Pese a que La Liga es una de las competiciones más exigentes del mundo y siempre presume de tener a los mejores nombres en sus filas, esto no es óbice para que los banquillos de la gran mayoría de los equipos españoles estén bajo el mandato de entrenadores nacionales.

De los 20 equipos que conforman la Primera División, hasta 15 cuentan con un técnico español al mando, lo que representa un porcentaje muy alto que tan sólo es superado por los 16 preparadores italianos que entrenan en la Serie A.

En La Liga tan sólo hay cinco entrenadores extranjeros, si bien es cierto que la mayoría de ellos están al frente de los principales equipos. Ancelotti en el Real Madrid, Hansi Flick en el FC Barcelona o Simeone en el Atlético de Madrid siempre pelean por lo máximo. Además, Pellegrini ocupa el banquillo del Real Betis y Pezzolano todavía aguanta en el del Real Valladolid. 

El resto de direcciones de los otros 15 equipos de la máxima categoría nacional están en manos de entrenadores españoles. Algunos de ellos sobradamente experimentados como Ernesto Valverde, Bordalás o Marcelino, y otros con carreras en auge en los últimos años como Imanol Alguacil, Míchel o Jagoba Arrasate, entre otros. 

Una referencia continental

La presencia de los entrenadores españoles se extiende, no obstante, mucho más allá de las fronteras de la Primera División. Ellos son los únicos que pueden presumir de estar presentes en las cinco grandes ligas del continente, de tener una gran acogida también en Italia, Francia, Alemania e Inglaterra.

La Premier League es el segundo destino preferido de los técnicos nacionales. En las islas hasta cinco hombres se abren paso en equipos importantes, y alguno de ellos lleva años ya maravillando con su dirección.

Unai Emery, junto a Mikel Arteta en un partido de la Premier League. REUTERS

El caso más claro es el de Pep Guardiola en el Manchester City, mientras que Mikel Arteta ya lleva también varios cursos al frente del Arsenal. Dos equipos punteros en Inglaterra. Unai Emery se pasea con el Aston Villa por la Champions League, Andoni Iraola dirige al Bournemouth y Julen Lopetegui dirige a un histórico como el West Ham United.

En Francia hay dos banquillos ocupados por los españoles. El más importante de todos, el del París Saint-Germain, está en manos de Luis Enrique, mientras que Carles Martínez dirige al Toulouse, instalado en la zona media de la clasificación.

En Alemania despuntó la gran revelación de la pasada temporada. Xabi Alonso se proclamó campeón de la Bundesliga y subcampeón de la Europa League con el Bayer Leverkusen con un juego increíble que dejó atónitos a todos los aficionados y profesionales del fútbol.

En Italia, por último, es Cesc Fàbregas el que al frente del modesto Como pelea por mantenerse en la élite con los mejores. Un equipo que apuesta también por el fútbol ofensivo con un modelo de juego que él ha mamado desde muy pequeño en la cantera del Barça y en el Arsenal.

Sólo Italia aguanta el tirón

Tan sólo hay un país que se aproxime a España en la cantidad de entrenadores de primer nivel que aporta en las grandes ligas europeas. Se trata de Italia. Hasta 19 técnicos transalpinos mandan en los grandes banquillos del continente, pero con la particularidad de que prácticamente todos lo hacen en casa. 

La Serie A apuesta descaradamente por 'sus' entrenadores. 16 de los 20 equipos de la máxima división están en manos de italianos, y en este caso la mayoría de los clubes importantes e históricos se decantan por su producto nacional.

Inter con Simone Inzaghi, Roma con Ranieri, Juventus con Thiago Motta, Nápoles con Conte... De los grandes, tan sólo el AC Milan está gobernado por un portugués como es Paulo Fonseca.

Más allá de sus fronteras, el máximo representante de los entrenadores italianos es, sin lugar a dudas, Carlo Ancelotti. Sus innumerables éxitos al frente del Real Madrid contribuyen a que sea uno de los técnicos más laureados de la historia. 

Además, Enzo Maresca entrena al Chelsea en Inglaterra y De Zerbi al Olympique de Marsella en Francia, pero los italianos no tienen representación alguna en la Bundesliga alemana. 

En este ranking de entrenadores y nacionalidades en las grandes ligas, los franceses y los alemanes son los terceros con 11 representantes cada uno. Inglaterra aporta 7, por los 5 de Austria, 4 de Portugal y Dinamarca, 2 de Argentina y Bélgica, y un único entrenador por parte de países como Uruguay, Chile, Países Bajos, Estados Unidos, Grecia, Suiza y Eslovenia.