Ilaix Moriba trata de rematar un centro adelantándose a Íñigo Martínez y Dani Olmo.

Ilaix Moriba trata de rematar un centro adelantándose a Íñigo Martínez y Dani Olmo. EFE

Fútbol

El naufragio del Barça en Vigo y San Sebastián: un equipo muy vulnerable cuando los rivales se escapan de los fuera de juego

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Algo ha cambiado en el seno del FC Barcelona. La derrota ante la Real Sociedad y el empate ante el Celta de Vigo evidencia que este Barça no es un equipo invencible y mucho menos perfecto. En el primer tercio de la temporada, el conjunto azulgrana se había mostrado como un equipo sin fisuras. Los de Hansi Flick dominaban los partidos con una superioridad que recordaba a la etapa más exitosa del club, sin embargo, en los últimos partidos no hay ni rastro de ese equipo.

MónacoOsasuna, Real Sociedad y Celta de Vigo pueden presumir de haber salido airosos tras atacar los puntos débiles de los azulgrana. Cuatro equipos inmersos en realidades distintas, pero que utilizaron el mismo sistema para desnudar y poner en evidencia los puntos débiles de la maquinaria culé.

El Barça se había mostrado como un equipo letal promediando una media de 3,43 goles por partido. Sin embargo, tras la lesión de Lamine Yamal se ha perdido la pieza que engrasaba el ataque culé. Ante la Real Sociedad se quedaron a cero, mientras que ante el Celta metieron dos goles en las únicas dos ocasiones que generaron.

A nadie se le escapa que el FC Barcelona no es una roca a nivel defensivo. Encaja goles fruto de los riesgos que asume sin balón y también ha quedado en evidencia las dificultades que le surgen en el momento en el que le realizan una presión asfixiante. Además, el factor sorpresa con los fueras de juego se ha perdido, muestra de ello son los goles encajados en los últimos partidos. 

El Celta de Vigo cayó únicamente dos veces en fuera de juego al término de los más de 95 minutos que se jugaron en el partido, mientras que al Barça se le señaló hasta en tres ocasiones posición incorrecta, siendo en una de ellas un gol de Lewandowski. Ante la Real Sociedad, los jugadores azulgrana cayeron en cuatro fueras de juego (incluido otro gol anulado a Lewandowski) por las tres posiciones incorrectas de los txuri-urdines.

Un Barça vulnerable

Ante el Celta, el equipo se desconectó del partido en los últimos minutos. En el 82' Marc Casadó fue expulsado por doble amarilla tras agarrar a Ilaix Moriba y, dos minutos después, inexplicablemente Koundé perdió un balón en su área que terminó en el gol de Alfon González y la incredulidad de Hansi Flick.

El gol dio alas al Celta que se fue en busca del empate. No tardaron en conseguirlo. En el 86' Hugo Álvarez hizo el 2-2 con el que igualaban el marcador. El trabajo del Barça en los 84 minutos restantes se desmontó en apenas dos minutos. Claudio Giráldez pedía tranquilidad a sus jugadores, pero era inevitable que el Celta fuese a por el tercero.

Borja Iglesias tuvo en sus botas el 3-2, pero el recurso de tacón al rematar un centro no le sirvió para superar a Iñaki Peña. La decepción de los jugadores azulgrana se puso aún más de manifiesto cuando Soto Grado señaló el final del partido. LaLiga vuelve a estar al rojo vivo con el Real Madrid a siete puntos (con dos partidos menos) y el Atlético de Madrid a cinco.

El Barça trató de volver a hacer un fútbol directo, así llegó el primer gol del partido. Un pase en largo de Jules Koundé que no desaprovechó Raphinha para abrir la lata. El brasileño está en su mejor momento desde que es jugador del Barça. Tras el control, se zafó de Mingueza con un recorte y con una gran definición batió a Guaita.

El tempranero gol del brasileño hacía presagiar que el Barça podía marcar los goles que no metieron ante la Real Sociedad, pero nada más lejos de la realidad. El equipo se preocupó más en contener al Celta que en buscar el segundo. 

La polémica del partido

Con el 0-1 en el marcador, Iago Aspas encaraba la portería de Iñaki Peña cuando tras un forcejeo con Gerard Martín se fue al suelo. Leve carga, debió pensar el colegiado para no señalar la pena máxima. Desde la sala VOR tampoco le llamaron para revisar la jugada ante la incredulidad del capitán del Celta de Vigo.

Al filo del descanso Iago Aspas y Gerard Martín volvieron a ser los protagonistas. El lateral del Barça hizo una entrada sobre el jugador del Celta que pudo ser sancionada con amarilla, aunque Soto Grado decidió no amonestar al jugador culé ya que tenía una amarilla de antes y sacarle otra implicaría la expulsión. 

El enfado de Iago Aspas fue mayúsculo al no impartirse justicia, según su criterio, en las dos jugadas clave del partido. Hansi Flick decidió curarse en salud y en el descanso sentó al jugador por temor a quedarse con 10 jugadores, aunque al final fue inevitable.