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El Real Madrid no desaprovechó el pinchazo del Barça ante el Celta y los de Ancelotti se han llevado la victoria ante el Leganés para avivar aún más la pelea por el título de LaLiga. La conexión Bellingham, Vinicius y Mbappé volvió a ser letal para un equipo que no dio ninguna opción al conjunto pepinero. [Así hemos vivido la victoria del Real Madrid]

Los blancos se plantaron en Butarque conscientes de la importancia del partido tras el empate del Barça en Balaídos. El Real Madrid tenía la oportunidad de ponerse a cuatro puntos del conjunto azulgrana y no la desaprovechó, aunque todavía tienen un partido menos por el aplazado ante el Valencia en Mestalla por la DANA. Por lo tanto, se podría poner a un punto.

Sorprendió Ancelotti con la alineación dando entrada a Ceballos y Arda Güler acosta de Luka Modric y Brahim. Sin embargo, al italiano le salió la jugada maestra. El turco fue de los más activos en la primera parte y en cada balón que pasaba por sus botas en Butarque se sentía el peligro. Aunque no fue Güler el protagonista, sino Kylian Mbappé.

El francés volvió a asistir a su cita con el gol después del último tanto anotado ante el Celta el 19 de octubre. Demasiado tiempo para un delantero que vive de marcar goles. El Real Madrid abrió la lata en Butarque tras un grave error de Altimira, recuperó Bellingham que se la pasó a Vinicius y el brasileño decidió regalarle el gol a Mbappé para que terminara con su sequía goleadora.

El astro francés no se conformó y lo siguió intentando durante la segunda parte, pero de nuevo pecó de no estar acertado de cara a puerta. Ancelotti le sustituyó en el minuto 82 para evitar cualquier lesión en vistas al partido que el miércoles tienen los blancos ante el Liverpool.

Valverde rinde en cualquier sitio

Tras la lesión de Lucas Vázquez ante Osasuna, Ancelotti decidió apostar por la experiencia en el lateral derecho y el multiusos Fede Valverde ocupó una nueva demarcación en el terreno de juego. El italiano tiene un salvavidas en el equipo, independientemente de la posición en el campo, el uruguayo siempre cumple.

Muy seguro atrás, Valverde se animó a sumarse al ataque en varias acciones del partido. De hecho, encontró la recompensa del gol en la segunda parte, en una jugada ensayada que el Real Madrid tiene preparada sólo para él. En una falta, sacó Ceballos y se la pasó a Arda Güler, el turco paró el balón y el tiro del uruguayo a quemarropa entró en la portería de un Dmitrovic que nada pudo hacer para evitar el gol.

El gol terminó por hundir a un Leganés que intentó meterse en el partido en la segunda parte, pero los espacios que dejaron en defensa condenaron al equipo de Borja Jiménez. El conjunto pepinero no llegó a crear serio peligro sobre la portería de un Courtois que regresaba al once tras su lesión en el abductor.

Bellingham celebra el tercer gol del partido. Reuters

El Real Madrid recuperó en Butarque su versión más letal. En el primer gol, Bellingham robó, Vinicius asistió y Mbappé anotó. Sin embargo, el inglés además protagonizó el tercer gol. Con el partido ya visto para sentencia, Brahim probó suerte desde la frontal del área, pero su remate fue despejado por Renato Tapia que estrelló el balón en el larguero y vio como Jude Bellingham remataba a placer para hacer el definitivo 0-3.

En la previa del partido ante Osasuna, Ancelotti reconoció haber detectado el problema del equipo y parece que el italiano ha dado con la tecla en corregirlo. El Real Madrid ya se sitúa a cuatro puntos del Barça en la clasificación, aunque con un partido menos, y los blancos ya piensan en el partido del miércoles ante el Liverpool en Champions.