La opción de Solari gana enteros: el hombre que impulsó a Vinicius se vuelve a asomar al banquillo del Real Madrid
- El técnico argentino está preparado para asumir el mando del primer equipo si las cosas se siguen torciendo.
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El Real Madrid no avanza. En una temporada que viene cruzada prácticamente desde el inicio, las cosas no mejoran con el paso del tiempo. Ni el juego, ni las sensaciones, ni el rendimiento de sus grandes estrellas, ni tampoco la situación en la Champions League.
El naufragio sufrido en Anfield ante el Liverpool es de esos que hacen daño y que dejan huella. El madridismo ya estaba sensible, y la horrorosa imagen del equipo blanco en Inglaterra no hace sino avivar el enfado ya existente. Llueve sobre mojado y ya hay varios debates sobre la mesa.
Uno de ellos tiene que ver, como es habitual cuando las cosas no funcionan, con el entrenador. La figura de Carlo Ancelotti, el hombre que lo ha ganado todo a los mandos del Real Madrid, está en entredicho pese a que hace muy poco estaba levantando La Decimoquinta en Wembley.
El equipo sigue sin transmitir apenas nada, y ante el Liverpool terminó sin apenas garra, derrotado y sin plan B mientras su rival se dedicaba a esconder el balón con posesiones interminables. Pese a que Florentino Pérez tuvo palabras de reconocimiento para Ancelotti en la asamblea de la pasada semana, nadie es perpetuo en el Real Madrid y las cosas cambian a una velocidad de vértigo.
Tanto, que ya ha salido el nombre de Santiago Solari como posible sustituto si en un futuro próximo se decide prescindir de Ancelotti. La opción del argentino cobra mucha fuerza y estaría ante una segunda etapa al frente del banquillo del Santiago Bernabéu.
Solari, el revulsivo
Santiago Solari llegó al banquillo del primer equipo del Real Madrid el 29 de octubre de 2018. Hace ya seis años de aquello, pero seguro que el argentino sigue teniendo muy presente el día en el que fue designado el sustituto de Julen Lopetegui.
Entonces el Real Madrid vivía en una mayor inestabilidad que la actual y seguramente había mucho más ruido en torno a Lopetegui que el que existe con Carlo Ancelotti. Julen, cuya firma por el equipo blanco le costó la destitución como seleccionador español, arrancó bien el año, pero se fue hundiendo y el 5-1 que encajó en el Camp Nou ante el Barça dictó su sentencia.
Hay ciertas similitudes, por lo tanto, con la situación actual. Solari llegó entonces en un momento de la temporada similar y lo hizo porque se creía que el equipo necesitaba un giro radical, alguien que le imprimiera más carácter a unos jugadores que apenas transmitían en el césped.
Es cierto, no obstante, que el momento de resultado entonces era mucho más desastroso. Lopetegui, tras 14 partidos al frente del Real Madrid, fue expulsado del cargo después de haber ganado tan sólo uno de sus últimos siete encuentros disputados y sobre todo tras la goleada del Barcelona.
Solari, de cien a cero
"La idea es ir a Melilla mañana y jugar con dos cojones". Eso es lo que dijo Santiago Solari en su primera rueda de prensa como entrenador del primer equipo. Lo hizo en la previa de un duelo de la Copa del Rey ante el equipo melillense, una dosis de énfasis que pretendía ir más allá de lo puramente futbolístico.
Debutó con victoria. Nada que no se esperara teniendo en cuenta el rival de menor categoría. Pero en sus primeros cuatro partidos Solari consiguió sacar buenos resultados tanto en La Liga como en la Champions League e hizo reaccionar a un equipo que necesitaba un lavado de cara.
Eso hizo que el Real Madrid dejará atrás su cargo de entrenador interino para hacerle técnico del primer equipo a todos los efectos. Su contrato se renovó en ese momento hasta 2021, pero nunca iba a llegar a completarlo.
En su camino, eso sí, dejó buenos pasos y hasta una especie de legado para allanar la progresión de Vinicius. Con Solari, el brasileño empezó a desprenderse del Real Madrid Castilla, a ganar minutos con el primer equipo y terminó haciéndose incluso con el puesto de titular. El argentino sabía que ahí había algo especial y decidió apostar por él.
Ridiculizado tantas veces por su falta de acierto de cara al gol, todo aquello supuso una gran experiencia para un Vinicius que ahora es uno de los mejores futbolistas del mundo.
Pintaba bien, pero el proyecto de Solari entró en barrena a partir de febrero. El Real Madrid perdió ante el Girona en casa, y a partir de ahí sumó cuatro derrotas en cinco partidos que provocaron una situación insostenible. Ya no sólo por los resultados, sino de nuevo también por la imagen.
Lo que sucedió en el Santiago Bernabéu en el partido ante el Ajax todavía resulta difícil de olvidar para algunos madridistas. Aquel día el Real Madrid perdió la corona europea que había mantenido durante tres años consecutivos, algo jamás visto en la historia del fútbol.
Pero no lo hizo de cualquier manera. Cayó muy pronto, en los octavos de final, en el Santiago Bernabéu, donde se gestan las grandes obras, y pese a traer un resultado favorable de la ida. El Ajax destrozó a los blancos desde el principio y el tremendo batacazo terminó con Solari.
Sus choques con Isco, Marcelo o Bale no ayudaron. Su última victoria en Valladolid tampoco fue suficiente para darle la vuelta a la situación y terminó siendo destituido tras apenas 133 días en el cargo.
Tras su breve periplo en el América, desde 2022 Santiago Solari es director de fútbol del Real Madrid. Desde su retirada, ha pasado prácticamente toda su nueva vida profesional ligado al equipo blanco y ahora vuelve a ser el hombre al que el teléfono le podría sonar de urgencia si las cosas no mejoran con Ancelotti.