Todo equipo campeón, a pesar de parecer invencible, acaba sucumbiendo. Quizá le haya llegado el momento al Manchester City de Pep Guardiola. Un conjunto que ha impuesto una tiranía total en el fútbol inglés durante prácticamente la última década y que ahora mismo firma sus peores registros del siglo.
El todopoderoso Manchester City ha colapsado de forma estrepitosa. Finalizó octubre con una eliminación en la copa inglesa y desde entonces no sabe lo que es saborear el triunfo. Un mes de sequía, siete partidos besando la lona, y una situación límite tanto en Champions como en la Premier League han hecho saltar todas las alarmas en el club 'citizen'. Y todavía sobrevuela el posible duro castigo que le puede llegar a inicios de 2025.
La resolución es una incógnita. Mientras tanto, Pep Guardiola, que acaba de renovar su contrato, busca soluciones para poner fin a la peor racha de su carrera. Nunca antes había pasado tanto tiempo sin ganar y menos en un abrir y cerrar de ojos con un equipo que le llevó a tocar el cielo europeo hace no tanto y que le ha dado seis título de Premier, cuatro de ellos de forma consecutiva.
Una racha que parece que se cortará de raíz esta misma campaña. Su equipo es quinto en la tabla a once puntos del Liverpool y en la Champions ocupa la 17ª posición en la clasificación dejándole en el aire su pase directo a los octavos de final. Guardiola espera calmar las aguas en diciembre donde jugará siete partidos en apenas 20 días. Un reto de altura.
Las claves del descalabro
No es fácil comprender la razón por la que el Manchester City se ha caído con todo el equipo, pero todas las miradas apuntan a Rodri Hernández. El vigente Balón de Oro es capital en el sistema de Guardiola dotando a los suyos de un equilibrio total en los partidos.
El centrocampista español se lesionó de gravedad en septiembre y, a pesar de que los siguiente encuentros fueron positivos para el City, poco a poco se fue notando la ausencia de su gran líder sobre el terreno de juego. El equipo dejó de tener la misma fluidez en ataque y se convirtió en un conjunto muy vulnerable en defensa. Muestra de ello son los 19 goles encajados en estos siete últimos compromisos.
Si ya de por sí la ausencia de Rodri es motivo suficiente para notar cierto bajón de rendimiento, el pobre rendimiento de otras de las figuras clave en este periplo exitoso del club tampoco ayudan a ser optimistas. Es el caso de Walker, quien encadena varias actuaciones muy lejos de su mejor versión o Ederson, sin apenas confianza y muchos errores.
Además, pesos pesados como Foden o De Bruyne están lejos de su gran versión. Ambos han tenido problemas físicos, es cierto, pero han perdido protagonismo en los planes de un Guardiola. El inglés, elegido el mejor jugador de la Premier League el año pasado, tan solo ha repartido una asistencia en 10 partidos, mientras que De Bruyne únicamente ha gozado de 475 minutos entre todas las competiciones.
Al Manchester City se le han visto las costuras y en gran parte se debe a la ausencia de plan B. El club mancuniano no cuenta con un recambio de Rodri, pero tampoco lo tiene para Erling Haaland. El noruego, que ha recibido críticas a pesar de seguir firmando grandes cifras, no tiene esta vez a un escudero de lujo como Julián Álvarez por lo que prácticamente toda la responsabilidad goleadora recae sobre él.
Un Liverpool intratable
Pocos podrían pensar que el equipo de Guardiola estuvieran prácticamente fuera de la pelea por la Premier League a inicios de diciembre, pero el ritmo de puntuación infernal del Liverpool está ahondando más si cabe en la herida 'citizen'.
Sin duda, el equipo 'red' también está siendo otra de las sopresas de la temporada. Aunque esta vez de forma positiva. Se marchó Jürgen Klopp dejando un vacío inmenso, pero la llegada de Arne Slot parece haberle dotado al equipo una energía extra. El técnico neerlandés ha conseguido formar un equipo intratable en tan solo tres meses y ya agarra con una mano la segunda Premier de la historia del club.
Han ganado 11 de los 13 partidos de liga anotando 28 goles y encajando únicamente ocho. Además, en Champions son líderes en solitario tras llevarse el gato al agua en sus cinco compromisos. El último de ellos frente al Real Madrid en un duelo impecable que supuso el inicio de una semana perfecta antes de imponerse también en Anfield al City.
Un duelo en el que Guardiola acabó desesperado y encarándose con la afición rival. Una clara muestra del nerviosismo que impera en el técnico catalán que vive una situación totalmente inaudita en su carrera. Tiene tiempo para retomar el rumbo, pero la montaña no será nada fácil de escalar.