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El 3 de septiembre de 2018 cambió la historia del Real Valladolid. Un mito del fútbol como Ronaldo Nazario apareció en escena para hacerse con el 51% de las acciones del club blanquivioleta tras llegar a un acuerdo con Carlos Suárez. En ese momento se convirtió en dueño de uno de los clubes históricos del fútbol español y el rumbo de la entidad cambió por completo. 

Todo fueron buenas intenciones y promesas al principio. Llegó a hablar incluso de jugar la Champions League a medio plazo. Castillos en el aire y falsas esperanzas, nada nuevo bajo el sol de este nuevo fútbol plegado a los caprichos de los inversores. Sin embargo, viniendo de Ronaldo, todo sonaba quizás algo diferente. 

Cinco años más tarde el hartazgo entre la afición es evidente y el Real Valladolid camina descabezado y sin rumbo. La figura de Ronaldo es apenas una ilusión en la distancia y su gente de confianza no consigue dar con la tecla. Mientras tanto, la afición espera la venta del club a unas nuevas manos más competentes. La historia de nueva acabar con las Sociedades Anónimas Deportivas, las cenizas de cuando el fútbol vendió su alma al diablo.

El Real Valladolid está en una crisis deportiva, institucional y social galopante. Las pancartas de "Ronaldo, go home", al más puro estilo de lo que sucede con Peter Lim en Valencia, se han adueñado del José Zorrilla. También los cánticos contra la directiva al completo. 

EL ESPAÑOL palpa el sentir de la afición pucelana y habla con la Federación de Peñas del Real Valladolid para conocer la situación actual y qué le reclama la hinchada a la propiedad del club.

Un hartazgo generalizado

Desde que llegó Ronaldo, son varios factores los que han ido colmando la paciencia de los aficionados del Real Valladolid. El compromiso inicial se fue esfumando poco a poco, el proyecto deportivo no se ha asentado, se produjo un polémico cambio de escudo que no gustó a nadie... Demasiadas cosas que, unidas a la posición de colista que ahora mismo ocupa el equipo en Primera, han llevado a las protestas.

"Ronaldo vino aquí con una imagen que dio la vuelta al mundo. Llegó diciendo que tendría compromiso y habló de que quería que en cinco años jugáramos en Europa. Aquello fue un brindis al sol y no tiene mayor importancia, pero sobre todo cuando él llegó tenía una mayor presencia en la ciudad", recuerda Mario Puertas, presidente de la Federación de Peñas del Real Valladolid en conversación con EL ESPAÑOL.

Infantino y Ronaldo, con el trofeo del Mundial de Clubes. REUTERS

"Con el tiempo hemos visto que su presencia cada vez era menor. Él tiene un grupo de trabajo con la gente en la que confía, pero él daba al principio esa sensación de que quería estar y luego todo se ha ido diluyendo. Es normal que la gente ahora le demande cosas porque él creó una expectativa", comenta Puertas sobre la evolución de la gestión del brasileño.

Ronaldo, una figura inexistente

Lo que más duele en Valladolid, al margen de la nefasta gestión que está quedando demostrada con el devenir del club, es la sensación de abandono que se vive por parte de Ronaldo Nazario. Las buenas palabras e intenciones de los primeros meses se han convertido en una dejadez absoluta, y el brasileño apenas pisa la ciudad ni tiene contacto directo con el entorno del club.

"Nuestra relación como Federación de Peñas es inexistente con Ronaldo. No podemos decir ni que es buena, ni que es mala. Es verdad que con el resto de parcelas del club sí que hay una relación constante y diaria", dice el presidente de las peñas.

"Su figura aquí es inexistente. La gente tiene una sensación de vacío de esa figura presidencial. Nosotros como peñas no hemos tenido ninguna reunión con Ronaldo y eso que somos el organismo oficial de los aficionados y que tenemos un convenio con el club", lamenta más a fondo Mario Puertas.

El máximo representante de las peñas no considera que la afición se sienta engañada, "pero al final él desde el minuto cero, ya en su presentación, dio una serie de sensaciones que luego no las ha llevado a cabo, así que es normal que ahora la gente le demande cosas".

Rodeado de polémicas

Desde que Ronaldo llegó al club en 2018 para hacerse con el 51% de las acciones -una cifra que posteriormente amplió hasta llegar por encima del 70%- las polémicas han ido rodeando al Real Valladolid.

La más agria de todas seguramente llegó con el cambio de escudo. En junio de 2022 el club anunció un nuevo distintivo que indignó inmediatamente a la mayoría de la afición. Pronto, la discusión se convirtió en un clamor así que la directiva no tuvo más remedio que hacer una consulta entre los aficionados, que decidieron volver al anterior escudo.

En medio de esta polémica, Ronaldo llegó a llamar públicamente "radicales" a los aficionados que mostraron su malestar con esta nueva propuesta de escudo, algo que no sentó nada bien entre los hinchas.

Stiven Plaza, un ecuatoriano desconocido, fue el primer fichaje de Ronaldo para el Real Valladolid. Por él se pagaron 2 millones de euros, uno de los fichajes más caros de la historia del club, pero su experiencia en Zorrilla fue nefasta. Un reflejo de la deriva deportiva que también se le achaca a la gestión de Ronaldo.

Y no sólo eso. El entrenador Paulo Pezzolano, ya extécnico desde su reciente destitución al frente del equipo, se vio envuelto en un auténtico lío cuando tachó a la ciudad de Valladolid de racista. "Es un poco peculiar, los extranjeros lo sufrimos", llegó a decir para posteriormente recular.

Lo último fue el famoso partido de tenis de Ronaldo. A través de sus redes sociales, el brasileño emitió un directo jugando a este deporte a la vez que el Real Valladolid disputaba un trascendental encuentro ante el Getafe. Aquello fue la gota que colmó el vaso. "Fue una torpeza incalculable", dicen desde la Federación de Peñas.

De hecho, se produjeron varias protestas con sorna en el estadio. Se pudieron leer pancartas de "juego, set y partido", y algunos aficionados incluso llevaron raquetas de tenis al campo.

Una venta, la solución

Ronaldo sigue centrando el foco de la ira de la mayoría: "La gente lo simplifica a Ronaldo y tiene su lógica. Es el dueño, quien pone a la gente y toma decisiones, así que es el culpable. 'No lo está gestionando bien y no le quiero', es lo que piensa la afición", dice Mario Puertas.

Eso sí, las críticas van mucho más allá: "Se centra en Ronaldo pero los cánticos en el estadio son más de 'Directiva, dimisión'. Es algo más genérico que va hacia la directiva", relata el presidente de la Federación de Peñas. 

Así las cosas, Puertas habla de que la situación es ya "un divorcio sin retorno", y que considera que la afición y Ronaldo, con su actual gestión al frente del club, puedan reconciliarse.

"La gente ya no confía en él ni en los planes que tiene a medio o corto plazo para el Real Valladolid. Ya no nos vale. Hace poco hubo una ampliación de capital y dijo que había puesto 6 millones de euros. Pero él, como presidente, tiene un sueldo de 1 millón de euros anual, algo que yo no entiendo. Lleva 6 años como presidente, o sea que ha cobrado 6 millones. Entonces, ¿quién ha puesto el dinero en la ampliación de capital? ¿Él o el club?", reflexiona Mario Puertas.

Ahora, con muchos aficionados empezando ya a asumir que el equipo descenderá a Segunda División al final de la temporada, se aferran a una venta de Ronaldo. "No me iré de aquí hasta que no deje el legado que quiero", llegó a decir una vez el brasileño en una de sus escasas ruedas de prensa.

"A nosotros nos llega que la afición quiere que Ronaldo venda y que, si lo hace, si ha tenido un mínimo de cariño por la ciudad y el club, que lo haga a la mejor opción más que al mejor postor. La mejor opción es alguien que pueda tener algo de raíces con Valladolid para volver a sembrar una base", anhela el presidente de la Federación de Peñas.

"Tenemos la sensación de que no hay un día de felicidad en el Real Valladolid". Ese es el resumen con el que Mario Puertas refleja dura situación de la entidad pucelana bajo el mandato de Ronaldo.