Los dos goles de Kike García, que abrieron y cerraron el marcador, y la inspiración del meta Antonio Sivera, aplacaron la reacción y los méritos del Osasuna que de la mano de Ante Budimir y Rubén García pusieron en ventaja al cuadro navarro al que se le escapó la victoria al final.
Apenas habían transcurrido 37 segundos de juego cuando los babazorros sorprendieron a los locales con el gol del exrojillo Kike García tras un centro de Carlos Martín al corazón del área que desvió lo justo el delantero. Tocaba remar en una lluviosa tarde marcada por la ausencia de Bryan Zaragoza, el jugador más desequilibrante de Osasuna que estará fuera de los terrenos dos meses.
Budimir, en una acción algo embarullada, remató como pudo para hacer estallar a El Sadar. Osasuna se enchufó y empezó a carburar como jornadas atrás, subiendo los decibelios cada vez que imprimían velocidad al juego.
La remontada se consumó gracias a una falta en la frontal de área para que Rubén García, con la ayuda de Guridi, hiciera el 2-1. Delirio en las gradas en apenas 6 minutos gracias a la verticalidad navarra. Tras remontar la cita cuando más complicado parecía, el Alavés, por mediación de Kike García igualó la contienda al finalizar a placer un tenso pase desde la derecha de Carlos Vicente.
Kike García, protagonista del choque, salió ovacionado, a pesar de los dos goles facturados. Por su parte, Kike Barja entró para llevar a cabo la última intentona de llevarse los tres puntos. Sivera evitó el 3-2 en el 86. Con siete minutos de prolongación, se llegó al final de un partido que fue de menos a más.