El Barça ha vuelto a demostrar que la irregularidad que está mostrando en La Liga no le repercute en la Champions. El conjunto azulgrana se llevó una victoria crucial en su visita a Dortmund para encarrilar su clasificación directa a los octavos de final. [Así hemos vivido la victoria del Barça]
La fase liga del Barça en la Champions está siendo sencillamente sublime. A excepción de la derrota ante el Mónaco, los azulgranas han ganado todos los partidos disputados con importantes exámenes que han tenido el sello alemán: Bayern Múnich y Borussia Dortmund.
El partido ante el Borussia Dortmund se presentó para los azulgranas como una oportunidad de redimirse ante el vigente finalista de la Champions. El Dortmund había ganado todos los partidos que había disputado en su estadio, pero los de Sahin se vieron sometidos ante un Barça que volvió a mostrar su eficacia en ataque.
El Barça no realizó su mejor actuación en el Westfalenstadion. El equipo volvió a ser vulnerable en defensa, por lo que la presión recayó sobre una línea de ataque que sufrió más modificaciones de las acostumbradas. Hansi Flick sólo mantuvo a Lamine Yamal durante todo el partido y el resultado le acabó dando la razón al alemán porque dos de los goles tuvieron el sello de un Ferran Torres que entró en el 71'.
A pesar del escenario, los azulgranas no perdieron en ningún momento la cara al partido, tampoco cuando el Dortmund le empató por partida doble el marcador. Al Barça le restan dos partidos para cerrar de la mejor manera la fase liga de la Champions. Benfica y Atalanta serán los próximos rivales de un equipo que este año oposita a llegar lejos en la competición.
Intercambio de golpes
Borussia Dortmund y Barça plantearon un partido con un alto ritmo de juego y las ocasiones no tardaron en llegar. La figura de Raphinha emergió en un Westfalenstadion lleno que no tardó en llevarse el primer susto. El brasileño inició la primera jugada del partido que no terminó en gol porque Kobel rozó el balón lo justo para que Lewandowski y Dani Olmo no llegasen al balón. La segunda jugada, la más clara, fue él quien no llegó a rematar por milímetros un centro con el exterior de Lamine Yamal.
El Borussia Dortmund no tardó en replicar por mediación de Sabitzer. El austriaco recibió en el punto de penalti un centro de Duranville y con todo a favor, su disparo se marchó desviado. Los alemanes manifestaron al Barça que si querían llevarse los tres puntos iba a tocar sufrir... y así fue.
Con el paso de los minutos, el Dortmund fue ganando terreno asumiendo muchos riesgos en la salida del balón por mediación de Felix Nmecha. Los alemanes empezaron a llegar con relativa facilidad al área rival, pero cayeron en la trampa del fuera de juego diseñada por Hansi Flick.
A medida que Raphinha fue desapareciendo en el partido, el ataque del Barça empezó a pasar desapercibido. Más allá de alguna jugada individual de Lamine Yamal que probó suerte a Kobel, los azulgranas dejaron de generar jugadas de ataque y el Borussia, cómodo en defensa, decidió tomar la iniciativa en ataque.
Iñaki Peña volvió a ser protagonista con intervenciones de mucho mérito que no computarán en los ataques del Borussia Dortmund porque las jugadas estuvieron invalidadas por fuera, pero el peligro que generaron los alemanes al término de los primeros 45 minutos sirvieron para que el Barça entrase con todo en la segunda parte.
La revolución de Hansi Flick
El Borussia Dortmund replicó el inicio del Barça en la primera parte y no tardó en crear peligro sobre la portería de Iñaki Peña. De hecho, la primera ocasión de los alemanes terminó en el fondo de la red, pero para alivio de los azulgranas, el línea levantó el banderín por fuera de juego de Gittens en el gol de Guirassy.
El Barça pasó del 1-0 al 0-1 en apenas tres minutos. Raphinha abrió el marcador en el Westfalenstadion... con suspense. El brasileño recibió en tres cuartos de campo y no falló en el mano a mano con Kobel, batiendo al portero suizo con un disparo cruzado. Los azulgranas volvieron a demostrar que no se les puede dar la mano porque te cogen el brazo.
Sin embargo, el poderío defensivo ha vuelto a ser la asignatura pendiente del Barça de Flick. Cubarsí, señalado en los dos goles del Borussia, cometió un penalti sobre Guirassy que el senegalés no falló desde los once metros. Revolucionó Hansi Flick al equipo quitando a Dani Olmo, Raphinha y Lewandowski. El experimento funcionó.
Ferran Torres volvió a poner al Barça por delante en el marcador tras un aprovechar un despeje de Kobel en el área pequeña al remate de Fermín López. Dos de los tres jugadores que habían entrado en el partido, protagonistas en el gol. Aunque de nuevo la alegría le duró poco al Barça.
En una mala salida del balón de Íñigo Martínez, Yan Couto, ex del Girona, abrió para Gross que estaba en posición correcta a costa de Cubarsí y en una mala salida de Iñaki Peña, Guirassy anotó el segundo a puerta vacía. El gol fue un mazazo para el Barça, pero los azulgranas se recompusieron y en el 85', Ferran Torres daba el triunfo tras una gran asistencia de Lamine Yamal.
Quedan dos encuentros, ante Benfica y Atalanta, que llegarán en enero. Sin embargo, queda claro que si los azulgranas mantienen esta dinámica será muy difícil que alguien les haga frente. Con Hansi Flick en el banquillo, este Barça compite ante cualquier equipo y en cualquier escenario, por lo que el club quiere este año sí, opositar a la Champions.