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Youssoufa Moukoko, conocido como una de las grandes promesas del fútbol mundial, está en el centro de un escándalo que pone en duda su identidad y su edad real. Actualmente cedido por el Borussia Dortmund al Niza, este joven delantero ha sido objeto de rumores persistentes sobre su verdadera fecha de nacimiento, y las recientes declaraciones de su supuesto padre, Joseph Moukoko, han dado un giro dramático al caso.

"Declaro bajo juramento: Youssoufa Moukoko no es hijo biológico mío ni de mi esposa Marie Moukoko. Tampoco nació el 20 de noviembre de 2004 en Yaundé, Camerún", afirmó Joseph en un documental emitido por la cadena alemana ProSieben. Según él, Youssoufa habría nacido el 19 de julio de 2000, lo que lo haría cuatro años mayor de lo que oficialmente se ha registrado. Además, Joseph confesó haber falsificado documentos para hacerse pasar por su padre y modificar su edad.

Estas revelaciones ponen en jaque no solo la carrera de Moukoko, sino también la reputación del Borussia Dortmund y de la selección alemana, quienes confiaron en documentos que ahora podrían ser falsos. En 2018, Moukoko se proclamó campeón de liga en categorías juveniles con el Dortmund y, tres años después, alzó el título del Europeo sub21 con Alemania.

El Borussia Dortmund, sin embargo, mantiene su postura de respaldo al jugador. "Los padres biológicos de Youssoufa Moukoko se determinan en base a documentos oficiales de identidad y certificados de nacimiento emitidos por autoridades alemanas. Estos documentos siguen siendo válidos hasta el día de hoy y constituyen la base para las autorizaciones de juego", afirmó Sascha Fligge, director de comunicación del club, según compartió el diario Bild. Si los documentos resultan ser falsos, el Dortmund también podría enfrentar consecuencias legales y deportivas.

El citado medio alemán ya realizó una investigación en Camerún, donde no encontró rastros de un Youssoufa Moukoko nacido en 2004. En cambio, hallaron registros de un Youssoufa Mohamadou, nacido en 2000 y registrado como hijo de Ousman Mohamadou, un taxista local. En el barrio donde creció el futbolista, varios residentes afirmaron que su padre biológico es Mohamadou y no Joseph Moukoko.

Un patrón repetido en África

El caso de Moukoko se suma a una lista de incidentes similares en el mundo del fútbol, especialmente en África, donde la falta de registros civiles confiables facilita la alteración de identidades. En marzo, la Federación Camerunesa de Fútbol (FECAFOOT) reveló que 62 jugadores fueron declarados inelegibles para los playoffs de la liga local por poseer doble identidad o falsificar su edad. Este tipo de prácticas son comunes en países donde la documentación es limitada, y el caso de Moukoko podría ser uno de los más mediáticos.

El fútbol ha sido escenario de numerosos casos en los que la edad de los jugadores ha estado en duda. Algunos de los más sonados incluyen a Joseph Minala, quien fue viral por su apariencia madura pese a declarar 17 años, y Radamel Falcao, quien enfrentó rumores sobre ser mayor de lo que aseguraba. Aunque la mayoría de estas historias quedaron en rumores, el caso de Gourav Mukhi fue distinto: el futbolista indio afirmó tener 16 años cuando en realidad tenía 28, lo que le valió una sanción.

Joseph Minala, cuando tenía 17 años, en la Lazio

Freddy Adu, conocido como el 'Pelé norteamericano', también enfrentó acusaciones de haber mentido sobre su edad. Aunque nunca se probó que falsificara su identidad, su físico dominante y su irrupción precoz en el fútbol profesional levantaron sospechas. Obafemi Martins, por su parte, aseguró haber nacido en 1984, pero la federación nigeriana declaró en su momento que podría haber nacido en 1978, aunque luego se retractaron.

Implicaciones para Moukoko

Si se confirma que Moukoko mintió sobre su edad, las implicaciones podrían ser devastadoras. Sus récords como el jugador más joven en debutar y marcar en la Bundesliga quedarían anulados. Además, el Borussia Dortmund y la Federación Alemana de Fútbol enfrentarían un escrutinio por no detectar la irregularidad.

Este caso también plantea preguntas sobre la ética en el fútbol y el uso de documentos falsos para avanzar en la carrera deportiva. La situación de Moukoko podría ser un llamado de atención para reforzar los controles de identidad, especialmente en competiciones juveniles.

Mientras el caso sigue desarrollándose, el Borussia Dortmund se aferra a la presunción de inocencia y las investigaciones avanzan en Camerún y Alemania. Moukoko, que hasta ahora había sido un ejemplo de precocidad y talento, podría convertirse en el centro de uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol.