El Valencia atraviesa posiblemente el peor momento deportivo en sus 105 años de historia. La derrota ante el Real Valladolid, un rival directo, ha hecho mucho daño en el club, en el vestuario, pero sobre todo en la afición. Los seguidores del conjunto che no aprecian un atisbo de reacción en una equipo que ha empezado muy pronto a coquetear con la Segunda División.
Tras la derrota en Mestalla ante el Rayo Vallecano, el Valencia firmó el peor arranque liguero de su historia al sumar tan solo diez puntos en catorce partidos. "Los números son indefendibles", reconoció el 'Pipo' Baraja en la previa del partido ante el Real Valladolid, pero tras la derrota ante los pucelanos la situación se ha vuelto crítica y su futuro pende de un hilo.
A su llegada a Valencia sobre las dos de la madrugada, los jugadores y el entrenador se encontraron un ambiente hostil por parte de unos aficionados que están hartos de la dinámica en la que se encuentra inmerso el equipo. Los seguidores del equipo che arremetieron contra la plantilla y la dirección deportiva, Layhoon Chan y Miguel Ángel Corona.
La tensión fue en aumento ante el silencio de los protagonistas, por lo que fue necesaria la presencia policial para apaciguar el sentir de los aficionados valencianistas. Finalmente, la expedición del Valencia pudo abandonar sin incidentes el aeropuerto y una vez que llegaron a la Ciudad Deportiva de Paterna, cogieron sus vehículos y se marcharon a sus domicilios.
El futuro del Valencia Club de Fútbol es una incógnita no sólo a largo plazo, sino también en los próximos días puesto que la dirección deportiva ya ha planteado a Peter Lim la posibilidad de cesar a Rubén Baraja y buscar un nuevo entrenador que tenga la capacidad para poder revertir la situación en la que se encuentra inmersa el equipo.
Baraja, más fuera que dentro
A pesar de la derrota ante el Rayo Vallecano, el club mantenía la fe ciega en un Rubén Baraja que llegó al Valencia en febrero de 2023 en una situación parecida a la actual. El vallisoletano consiguió salvar al equipo del descenso y en la siguiente temporada el equipo acabó en la novena posición sin pasar apuros. Los resultados llevaron al club a renovar al entrenador, pero en unos meses todo ha cambiado.
El 'Pipo' Baraja está en el alambre. El técnico che no cuenta ya con la confianza intacta de una dirección deportiva que ya ha trasladado a Peter Lim la opción de cesarle. El futuro del entrenador depende del empresario singapurense y todo apunta a que está viviendo sus últimos días en Paterna.
Las preguntas sobre su futuro protagonizan cada rueda de prensa de Baraja, aunque el técnico se remite al mismo mensaje: "rendirse no es una opción. No podemos rendirnos, no podemos bajar los brazos. Mientras esté aquí voy a tirar hacia delante. Creo que nos podemos levantar", admitió tras la derrota ante el Valladolid.
El próximo partido del Valencia es una final y posiblemente sea un match-ball para Rubén Baraja si finalmente se sienta en el banquillo del RCDE Stadium. El miércoles el conjunto che se enfrenta al Espanyol en un partido crucial por el descenso, aunque todavía no saben lo que es ganar a domicilio en la presente temporada.