El Barça ha vuelto a desaprovechar la oportunidad de dar un golpe encima de la mesa y distanciarse del Real Madrid en la clasificación tras perder ante el Leganés en Montjuïc. El conjunto azulgrana volvió a mostrar una imagen que dista mucho del equipo que ganó al Borussia Dortmund el pasado miércoles en Champions. [Así hemos vivido la derrota del Barça]
Tras jugar los últimos tres partidos a domicilio, el partido ante el Leganés se presentaba como un escenario idóneo para volver a recuperar la sonrisa en La Liga tras sumar una victoria en cinco partidos. Sin embargo, este tramo final de año en La Liga se está convirtiendo en una pesadilla.
En los últimos seis partidos, los de Hansi Flick tan solo han ganado uno de ellos. De hecho, han sumado cinco puntos de dieciocho posibles. Unos números muy pobres que permiten al Real Madrid seguir en la pelea por el título y además, ha dado alas a un Atlético de Madrid que hace dos meses estaba a diez puntos.
El partido no tardó en ponerse de cara para el Leganés. El inicio de partido de los pepineros sorprendió a un Barça que en el minuto cuatro ya estaba por debajo en el marcador. Cuando todavía había aficionados que no habían llegado a sus asientos, Munir estuvo a punto de abrir la lata, aunque Iñaki Peña desvió a córner el remate del exazulgrana.
No fue en esa jugada, pero sí en la siguiente cuando el Leganés dio la primera sorpresa en el partido. El saque de esquina botado por Óscar Rodríguez encontró el remate a placer de Sergio Gónzalez para hacer el 0-1 en el marcador. Jules Koundé e Íñigo Martínez se miraban incrédulos sin saber de quién era la marca.
La estrategia condena al Barça
Viéndose por detrás en el marcador al inicio del partido, el Barça se vio obligado a enchufarse y no tardó en crear peligro sobre la portería de Marko Dmitrovic, protagonista en el partido. La primera ocasión para empatar la tuvo Lewandowski tras una gran asociación con Raphinha, pero el remate del polaco en el corazón del área pequeña fue repelido por el portero serbio a bocajarro.
Dmitrovic fue la gran pesadilla del Barça. El serbio dejó su carta de presentación en la ocasión de Lewandowski, pero su siguiente intervención fue aún mejor. El centro de Balde encontró el remate increíble de Raphinha, pero una mano milagrosa de Dmitrovic evitó el gol del empate. No terminó ahí su actuación en la primera parte, puesto que todavía le ganó otra partida a Lewandowski en un mano a mano que salvó con el pie.
El paso de los minutos favoreció a un Leganés que, a pesar de las ocasiones del Barça, estuvo muy bien plantado en defensa, sin dejar espacios. Los de Hansi Flick no pudieron correr al espacio y tampoco encontraban huecos para filtrar pases, por lo que el ataque se basó en abrir las bandas y centrar el área.
Hansi Flick revolucionó el partido ante el Borussia Dortmund desde el banquillo dando entrada a Fermín López y Ferran Torres en sustitución de Dani Olmo y Lewandowski. Tras el paso por los vestuarios, el arreón del Barça no terminó en el gol del empate y las soluciones en ataque cada vez se limitaban aún más ante un Leganés que no dejaba espacios atrás.
El intento fallido de Flick
El técnico alemán optó por repetir la fórmula que tan bien le salió en Dortmund, pero en esta ocasión el resultado no fue el mismo. De hecho, el jugador que más peligro creó sobre la portería rival fue Jules Koundé.
El francés tuvo dos ocasiones muy claras para empatar el partido. La primera fue en el minuto 52 tras una gran combinación del Barça por mediación de Pedri, Casadó y Dani Olmo, filtró el mediapunta a Koundé que, de primeras, armó el disparo, pero se marchó desviado.
Aún más clara fue la siguiente ocasión. Con el Barça volcado en ataque, la combinación de Raphinha y Ferran Torres dejó a Koundé solo ante el portero, pero su remate cruzado se fue desviado.
La desesperación se fue adueñando de un Barça que ha perdido la oportunidad de sacar rédito del empate del Real Madrid en Vallecas y que además, comparte liderato con el Atlético de Madrid en la lucha por el título de La Liga.