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El 18 de diciembre de 2022 va a acompañar de por vida a Kylian Mbappé. Aquel día, hace exactamente ahora dos años, el delantero firmó una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en la historia de los Mundiales y, para su desgracia, no le sirvió para nada. 

Francia perdió en la final de Qatar 2022 ante Argentina en una tanda de penaltis dramática después de que Mbappé firmara un hattrick inverosímil que dejó al mundo con la boca abierta. Aquel desenlace abrió una herida en el delantero que todavía no se ha cerrado y que, a tenor de sus declaraciones, parece que nunca terminará de sanar.

El Lusail Stadium fue el escenario de ese partido de culto para los aficionados al fútbol, pero para Kylian siempre será uno de los lugares donde vivió uno de los instantes más complicados de su carrera deportiva. Ahora, sin embargo, el destino le brinda una nueva oportunidad.

El momento de la redención

Exactamente dos años después, como si los astros se hubieran alineado en una conjunción mágica, Kylian Mbappé volverá a pisar el mismo césped. El Lusail Stadium acoge una nueva final, en esta ocasión de menor enjundia, pero igualmente una cita que puede servir en cierta medida para que el '9' del Real Madrid se cobre su particular venganza.

Del Mundial a la Intercontinental. El estadio qatarí volverá a decidir quién es el campeón del mundo... Aunque en esta ocasión no será de selecciones, sino de clubes. 

"Personalmente, nunca voy a digerir la derrota en la final del Mundial", esta lapidaria frase de Kylian Mbappé poco tiempo después de perder contra Argentina sirve para ilustrar el luto que todavía guarda el futbolista francés por lo sucedido en Qatar. Aquella manera de perder, con él siendo la gran estrella del partido, aún escuece y va a tardar en cicatrizar.

Mbappé celebra su gol contra la Atalanta. REUTERS

Tras la derrota en el Mundial, Mbappé tuvo fuerzas para escribir en sus redes sociales un simple mensaje hace dos años. "Volveremos", dijo, sin ánimo para explayarse más en su manifestación.

Ahora cumple con aquella 'promesa' y, aunque sea de manera diferente y no con la selección francesa, efectivamente Kylian regresa al lugar en el que sucedieron aquellos fatídicos hechos. Una pequeña ventana abierta a la redención por mucho que sea a menor escala.

A por su segundo título

El Real Madrid parte como claro favorito para hacerse con el título de campeón de la Copa Intercontinental. La teoría dice que los blancos están varios pasos por encima del Pachuca, su rival mexicano que amenaza con hombres como Borja Bastón o Salomon Rondón. 

Los pupilos de Jorge Guillermo Almada se han ganado por méritos propios la opción de discutirle el entorchado al Real Madrid. Los blancos han llegado directamente a la final al ser los campeones de la Champions League, pero el Pachuca ha tenido que dejar en el camino previamente al Botafogo primero y al Al-Ahly después.

Hombre por hombre, la plantilla del Real Madrid gana por goleada a la de su rival y Kylian Mbappé es, por supuesto, una gran amenaza para la defensa mexicana. En el Pachuca saben que tendrán que atarle muy en corto al galo si quieren tener alguna opción de salir vivos de un duelo tan complicado.

Si ya fue importante para Francia en la final del Mundial en el Lusail Stadium, ahora Mbappé tiene la oportunidad de volver a ser un hombre clave en otra final y en ese mismo escenario. Eso sí, ahora quiere que el desenlace sea diferente y la moneda caiga por el lado de la cara para su equipo.

Sería la mejor manera de cerrar el año y de dar carpetazo a las dudas que ha generado el delantero en esta primera mitad de la temporada. Mbappé sigue generando dudas, fallando goles y penaltis, y alternando momentos bajos con goles.

El galo, sin embargo, ya fue decisivo en su primer título con el Real Madrid. En su debut oficial como madridista en la Supercopa de Europa ante el Atalanta, Kylian se estrenó como goleador y fue parte fundamental en la consecución del entorchado. Ahora puede hacer algo similar en otro momento decisivo camino de su segundo título como jugador blanco.