El día del regreso fallido al Camp Nou: la última promesa incumplida que agrava la crisis económica del Barça
- El club culé llegó a fijar el partido contra el Atlético de Madrid como uno de los posibles regresos al estadio ya reformado.
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"Estamos en la buena línea, pero en una obra de esta dimensión tan sólo podemos decir que estamos trabajando para tener el estadio preparado para antes de fin de año". Son palabras de Elena Fort, vicepresidenta del área institucional del Barça, sobre la vuelta del Fútbol Club Barcelona al Camp Nou.
Es la historia de nunca acabar en el club culé. Las cosas marchan bien en lo deportivo -surfeando la aparición de una posible crisis en La Liga-, pero el regreso al Camp Nou sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza tanto para la junta directiva como para los propios aficionados.
Hace ya meses que desde el Barça empezaron a lanzarse pensamientos en voz alta acerca de la vuelta al Camp Nou. Las más ambiciosas hablaban de 2024, pero está claro que eso ya no va a poder ser porque el último partido del año ya está aquí y ese no se va a disputar en Les Corts sino en Montjuïc.
Primero se habló del mes de noviembre para celebrar el 125 aniversario del Fútbol Club Barcelona en casa. Después se fijó la fecha del partido contra el Atlético de Madrid como momento clave para inaugurar el nuevo estadio aunque estuviera todavía en obras. También se ha hablado de finales de enero y el duelo contra el Valencia como fecha clave. Sin embargo, nada de eso será realidad.
El retraso de las obras ha puesto las cosas en su sitio y ha ido echando por tierra todas las promesas que llegaban desde la garganta de Joan Laporta. Una y otra vez, se han ido confundiendo deseo y realidad, y el panorama cada vez pinta peor.
Un regreso lejano y sin estadio
El estado actual en el que se encuentran las obras del Camp Nou dejan un futuro de lo más incierto en los próximos meses para el Barcelona. El campo todavía no está a punto, los accesos necesitan tiempo para ser los adecuados, y las licencias pertinentes todavía están por llegar.
Son demasiados factores como para pensar que el Barça pueda regresar a casa en las próximas fechas. De hecho, desde el club comienza a deslizarse ya incluso la idea de que pasará la temporada completa sin que el primer equipo pueda todavía pisar el césped del nuevo Camp Nou.
Desde el Barça aprietan todo lo que pueden a Limak, la constructora encargada de realizar la gigantesca reforma, pero todo sigue dilatándose en exceso. Eso no hace, sin embargo, que de puertas para afuera Joan Laporta siga mandando mensajes que cada vez caen con menos credibilidad en el barcelonismo: "Hasta que acabe la primera fase de la Champions no volveremos, pero estamos trabajando para tener las condiciones adecuadas", dijo recientemente.
Lo cierto es que el Fútbol Club Barcelona tiene un problema muy serio al que enfrentarse. El plan diseñado hace tiempo decía que el Camp Nou debería estar listo para la segunda parte de la temporada y que los cruces de la Champions League se disputarían en Les Corts, pero esa ejecución parece improbable.
El Barça quería cambiar en ese momento su sede al ser el único instante en el que la UEFA lo permitiría, pero ahora se encuentra con que no podrá realizar esta modificación y además Montjuïc tiene serios problemas de calendario.
El estadio olímpico tiene programados una serie de eventos para las próximas fechas que chocarían directamente con la celebración de ciertos partidos europeos, así que en el Barça ya crece el nerviosismo pensando en cuál será la solución a tomar para evitar un lío mayúsculo.
La afición, en pie de guerra
Mientras tanto, los problemas en el plano social también se siguen reproduciendo en el entorno del Fútbol Club Barcelona. Hace ya unas semanas que Joan Laporta cerró la grada de animación. La entidad culé reclamaba a este sector cerca de 21.000 euros por multas recibidas tras los 14 expedientes que recibió por la conducta de esa sección, pero estos aficionados se negaron al pago y recibieron la respuesta frontal por parte de la directiva.
Así las cosas, Laporta decidió en el último encuentro en Montjuïc sustituir esa grada de animación por una charanga. Esta apuesta generó reacciones de todo tipo, pero prácticamente ninguna de ellas favorable, así que ha surgido un foco más de tensión en el barcelonismo.
Mientras tanto, las decenas de miles de socios con los que cuenta del FC Barcelona siguen esperando a conocer novedades sobre la vuelta real al Camp Nou. Desplazarse hasta Montjuïc, a las afueras de la ciudad y a un estadio con pocas comodidades, sigue siendo un incordio para muchos aficionados, y esto además sigue siendo un lastre económico para el club, que está dejando de generar notables ingresos.
Mientras tanto, una nueva fecha del regreso al Camp Nou empieza a desenterrar la cabeza. El 11 de mayo, fin de semana en el que se disputará El Clásico de La Liga contra el Real Madrid en la jornada 35. Sin embargo, después de tantos plazos incumplidos sistemáticamente, la credibilidad de cualquier promesa está en cuarentena.