Una semana. Ese es el margen que tiene el FC Barcelona para resolver la inscripción de Dani Olmo —y también de Pau Víctor—. Si no lo consigue, el internacional español, fichaje estrella del pasado verano, podría quedar libre gracias a una cláusula de su contrato. El reloj juega en contra del club catalán.
El Barça presentó la semana pasada una demanda en el Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona para solicitar medidas cautelares que permitan la inscripción de ambos jugadores. Esta fue vista el pasado 23 de diciembre y la resolución se espera para el día 27. La situación genera incertidumbre, aunque el club confía en un fallo favorable del juez Ignacio Fernández de Senespleda, quien ya respaldó al Barça en el caso Gavi hace dos años, en un proceso prácticamente idéntico.
El caso Olmo es crucial, ya que si no se logra inscribirlo antes del 31 de diciembre, el jugador no podría competir el resto de la temporada y, según una cláusula contractual, quedaría libre para firmar con cualquier equipo.
Si el juez no otorga las medidas cautelares, el Barça ya trabaja en un plan B: una venta de palcos VIP del futuro Spotify Camp Nou, una operación en la que lleva meses trabajando. Según Sport, este movimiento podría generar unos 120 millones de euros, mientras que Mundo Deportivo eleva la cifra a 200 millones. Sin embargo, esta alternativa debería concretarse antes del 31 de diciembre para que sea válida a ojos de LaLiga. De no ser suficiente, no se descarta un aval personal como plan C.
Lo de Nike
El problema radica en las diferencias contables entre el club y LaLiga. Por ejemplo, el Barça considera que la renovación del contrato con Nike, firmada hasta 2038 y ratificada el pasado sábado en una asamblea extraordinaria, debería computarse como un nuevo ingreso. Aunque inicialmente LaLiga aceptó este criterio, luego lo revisó negativamente. Esto deja al Barça con un déficit de 60 millones para cumplir sus objetivos contables.
El acuerdo con Nike, anunciado el 8 de noviembre, podría reportar al club unos 1.700 millones de euros en los próximos años, con un promedio de 120 millones anuales. Esta operación es clave para aliviar la presión financiera del club y garantizar su competitividad en el futuro. "Nos ayudará a seguir en el camino para lograr el regreso a la norma del 1:1", reiteró Laporta, que dejó claro también que el Barça no baja los brazos en su lucha por inscribir a Olmo. El tiempo apremia.