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La decisión del Consejo Superior de Deportes (CSD) de autorizar la inscripción de los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor como miembros del primer equipo del FC Barcelona ha desencadenado un terremoto en el fútbol español.

El Atlético de Madrid y la Unión Deportiva Las Palmas han alzado la voz, expresando su preocupación por las implicaciones de esta medida en el sistema de control económico de LaLiga, una herramienta que busca mantener la sostenibilidad y competitividad de los clubes.

Ambos jugadores habían sido eliminados de la plantilla oficial del Barça por LaLiga el pasado 1 de enero debido a restricciones económicas. Sin embargo, gracias a una resolución cautelar emitida por el CSD, el club catalán logró inscribirlos nuevamente.

Esta medida fue justificada por el organismo como necesaria para evitar un "grave perjuicio económico y deportivo" para el Barcelona, y también por su posible impacto negativo en la selección española y en otras competiciones nacionales.

El Atlético de Madrid y Las Palmas, no obstante, han manifestado su preocupación. El club madrileño calificó la intervención del CSD como un "precedente muy peligroso" que pone en riesgo el control económico que ha sido clave para la solvencia del fútbol español.

Dani Olmo, con la nueva camiseta del FC Barcelona

Por su parte, la entidad canaria señaló que esta decisión podría desestabilizar las bases del fútbol profesional, calificándola de "arbitraria" e "incompatible con los principios de transparencia".

Ambos clubes cuestionaron además la rapidez con la que el CSD actuó, subrayando que no se dio oportunidad a LaLiga ni a la RFEF de participar en el proceso, lo que consideran un desaire a las instituciones que gestionan el fútbol español.

Crisis en la directiva culé

Mientras el FC Barcelona navega en aguas turbulentas debido a la controversia en torno a la inscripción de Olmo y Víctor, el club enfrenta un nuevo desafío interno: la dimisión de Juli Guiu, vicepresidente de marketing. Guiu, que ocupaba un puesto clave en la gestión de los ingresos del club, es la tercera figura relevante que abandona la directiva liderada por Joan Laporta.

Según fuentes cercanas al club, la salida de Guiu podría estar relacionada con su escasa participación en la renovación del contrato con Nike, un acuerdo estratégico recientemente firmado hasta 2038. Empresarialmente reconocido como director del festival Cap Roig y presidente del Grup Clipper's, Guiu había sido responsable de sellar importantes acuerdos para el Barça, como el patrocinio con Spotify.

Esta dimisión se suma a las anteriores salidas de Jordi Llauradó y Eduard Romeu, quienes dejaron la directiva en 2023 por desacuerdos con decisiones estratégicas del club.

En el caso de Llauradó, su renuncia estuvo motivada por la polémica elección de la constructora Limak para la reforma del Spotify Camp Nou, mientras que Romeu abandonó por presuntas incompatibilidades profesionales.

Con estas bajas, la junta directiva de Laporta, que asumió en marzo de 2021, se enfrenta a un escenario de fragmentación y cuestionamientos internos.

La marcha de Guiu llega en un momento especialmente delicado para el FC Barcelona. Además de la polémica con el CSD, el club continúa enfrentando presiones financieras que complican la gestión de su plantilla y sus proyectos. La falta de consenso en la directiva, sumada a las críticas externas de otros clubes, genera un clima de incertidumbre tanto en el plano institucional como deportivo.