Los jugadores de la Atalanta celebran un gol contra el Barça.

Los jugadores de la Atalanta celebran un gol contra el Barça. REUTERS

Fútbol

Las dudas que genera el nuevo formato de la Champions: de la importancia de los rivales a la poca ventaja de ser Top 8

La diferencia de goles ha sido diferencial en el devenir de muchos equipos, algo injusto puesto que no todos han jugado contra los mismos clubes.

Más información: La locura de la Champions deja un cuadro loco con Madrid, City y Atlético como posibles rivales y el Barça que mira al PSG

Publicada

La fase de liga de la Champions League ya ha llegado a su fin. Un formato que ha dejado ha convencido a unos, pero que no ha disipado las dudas en tantos otros. Goleadas abultadas, partidos con poca trascendencia, una última jornada de infarto... no cabe duda que ha dado mucho que hablar.

Con esta nueva idea la UEFA buscaba mayor sorpresas y competitividad, además de poder ofrecer más partidos de gran nivel entre gigantes del continente. Sin embargo, prácticamente todos los favoritos han logrado mantenerse vivos en la competición y estos duelos entre los equipos 'top' no han generado la expectación esperada.

Una fase con ocho partidos y en los que la emoción se ha reservado para el último día en una jornada unificada que obligó a gran parte de los clubes a estar con un ojo puesto en el resto de escenarios. Un gol significaba mucho y podía hacer ganar o perder posiciones en la tabla.

Esta igualdad en la clasificación podría ser positiva, pero no deja de ser tener un punto de injusticia debido a que no todos los equipos han tenido los mismos rivales. Del 9-13 finalizaron con 15 puntos, tres clubes se quedaron sin la vuelta en casa, uno quedó apeado de la competición... todo por la diferencia de goles.

Por ejemplo, la Atalanta, que finalizó 9ª, logró una diferencia de +10 goles fruto de medirse al Young Boys (0 de 24 puntos posibles) y al Sturm Graz (tan solo dos victorias). Eso le sirvió, por ejemplo, para superar a un Real Madrid que tuvo que jugar a domicilio frente a tres de los nueve mejores de la primera fase.

Ventaja relativa

Sin duda, una de las grandes novedades del formato de la Champions fue la inclusión de una ronda previa de playoff antes de los octavos de final. Una decisión para premiar a los mejores durante la temporada regular, pero que ha terminado por perjudicar a algunos.

El caso más evidente es el del Atlético de Madrid. El conjunto rojiblanco se repuso de dos malas primeras jornadas y elevó su nivel para encadenar seis encuentros sin perder y asaltar la quinta posición. Sin embargo, su premio de los octavos de final será verse las caras con el Real Madrid, Bayern de Múnich, Manchester City o Celtic

Además, finalizar en mitad de tabla parece más perjudicial que ser de los últimos clasificados al playoff. Por ejemplo, el PSG podría enfrentarse al Liverpool o al Barça después de ser 15º, mientras que el Brujas, que finalizó 24ª, tendría como hipotéticos rivales en la siguiente ronda al Lille o el Aston Villa.