Guardiola le da instrucciones a Phil Foden.

Guardiola le da instrucciones a Phil Foden. REUTERS

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Las debilidades del City de Pep Guardiola que Ancelotti debe explotar para lograr un hueco en los octavos de Champions

El conjunto inglés está ante una de sus peores temporadas de los últimos años y sigue acusando la baja de Rodri.

Más información: El Real Madrid volverá a verse las caras con el Manchester City de Guardiola en el playoff de la Champions League

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Hubo bombazo. Los astros se alinearon, las 'bolitas' coincidieron y Thiago Alcántara formalizó la conexión. Real Madrid y Manchester City se verán las caras en el playoff previo a los octavos de final de la Champions League, un duelo digno de otras alturas de la competición que dejará a uno de los dos grandes favoritos fuera antes de tiempo.

Ni el Madrid quería al City, ni el City quería al Madrid. Pese al tópico de "para ganar la Champions hay que jugar contra los mejores", estaba claro que ambos querían evitarse y, en todo caso, verse las caras más adelante.

Son los dos últimos reyes de Europa. El vigente campeón y el vencedor de la temporada anterior. En los tres últimos años, quien ha salido vencedor de este cruce ha terminado alzando la 'Orejona' al cielo, así que el duelo no es ni mucho menos baladí. 

Eso sí, parece que si el Real Madrid hubiera podido elegir un año para medirse al Manchester City hubiera sido este. Las aguas bajan notablemente revueltas por el Etihad Stadium en una temporada muy atípica para el equipo inglés.

Pep Guardiola no está sabiendo dirigir el barco como los años anteriores, el proyecto hace aguas en la Premier y en Europa, y también aparece un punto de mala suerte con una ristra exagerada de lesiones en jugadores capitales. No sólo es Rodri, es casi todo el equipo. Con este escenario, Ancelotti seguro que ya ha detectado los puntos débiles de este City que no impone tanto como antes.

Una temporada atípica

Las cosas no funcionan nada bien esta temporada en el Manchester City. Lo dicen las sensaciones, pero sobre todo lo reflejan los números y la situación del equipo en las competiciones más importantes. 

Los de Guardiola llegaron a la última jornada de la primera fase de la Champions League fuera de los puestos que daban derecho incluso a jugar el playoff previo a los octavos de final. Llegaron con el agua al cuello al momento definitivo, y aunque todo tuvo un final feliz, los ingleses tuvieron incluso que remontar ante el Brujas para evitar lo que hubiera sido un desastre monumental.

Terminar en el puesto 22 de la interminable clasificación de la nueva Champions es, de facto, un fracaso para un equipo con un presupuesto desorbitado y unas posibilidades al alcance de muy pocos. 

Pero en el ámbito doméstico las cosas no van mejor. De hecho, van casi peor, mucho peor que nunca en los últimos años. La ligera 'resurrección' de resultados -que no así de juego- en las últimas semanas ha hecho que el Manchester City haya escalado varios puestos en la tabla, pero eso no oculta los puntos negros.

Esta reacción le ha llevado a auparse a la cuarta posición en la Premier en el momento de quedar emparejado con el Real Madrid, pero hace no mucho vagaba por la séptima posición, fuera incluso de cualquier opción de volver a jugar en Europa. 

El City está obligado a pelear por el título de Premier cada año y, de hecho, es el gran dominador de la competición en los últimos tiempos. Sin embargo, deberá pasar este año de barbecho porque está ya a 12 puntos del Liverpool.

Mal juego y mala suerte

El argumento simplista de toda esta situación apunta a la lesión de Rodri. El Balón de Oro cayó lesionado el pasado 22 de septiembre en el partido contra el Arsenal y ahí comenzó la desgracia del Manchester City. 

El español era una pieza fundamental en el engranaje de Guardiola -como corresponde al mejor centrocampista del planeta- y su ausencia para toda la temporada tocó el ánimo del equipo.

Las lesiones están siendo una parte fundamental de la debacle citizen este año. Pocos jugadores pueden presumir de haber estado sanos durante los meses que llevamos de temporada, y Guardiola ha tenido que lidiar con la ausencia repetida y duradera de varias de sus grandes estrellas. 

Stones, De Bruyne, Grealish, Kovacic, Foden, Rúben Dias... Hay pocos que se hayan salvado. Por suerte, Erling Haaland ha sido uno de ellos, aunque el delantero no está siendo tan decisivo como en su primer año vestido de azul celeste. Los números siguen siendo de 'crack' mundial, con 24 goles repartidos ya entre Premier y Champions, pero no parece que vaya a llegar a la brutalidad de 52 dianas de hace dos cursos.

Sin embargo, todo va más allá de las lesiones y el City ha tenido tiempo más que suficiente para rearmarse, incluso acudiendo a gastarse decenas de millones de euros en el mercado de invierno.

Guardiola no ha dado con la tecla, queda poco rastro en el césped de la seña de identidad con la que suele dotar a sus equipos, y la moral de los futbolistas se ha ido empequeñeciendo paulatinamente. La muestra, el día que en Champions el Feyenoord consiguió empatar en el Etihad. Ese mismo día en el que Guardiola apareció con los famosos arañazos en la cabeza.

El Manchester City sigue teniendo un gran potencial ofensivo, de eso no hay duda, pero su principal debilidad se encuentra en la fragilidad defensiva que está demostrando esta temporada. Los equipos de Guardiola se hacían fuertes en defensa a través de la posesión, reduciendo así a los rivales. Pero ahora los ingleses encajan con una facilidad pasmosa. 

Esa poca consistencia defensiva es un mal síntoma para encarar a una delantera formada por Mbappé, Vinicius, Rodrygo y Bellingham. Este duelo de playoff no es plato de buen gusto para ninguno, pero si hay un año 'adecuado' para jugar contra el Manchester City, parece que no habrá muchas más oportunidades como esta.