Pocos equipos europeos pueden presumir de haber ganado cinco trofeos continentales. Si hablamos de la Europa League -antigua Copa de la UEFA-, sólo uno. De la mano de Unai Emery, el Sevilla selló su pase a la fase de grupos de la Champions League el pasado mayo tras conseguir hacerse con su quinta Europa League en diez años. Una cifra que nadie ha conseguido igualar en los 45 años que se lleva disputando la competición.

En Turín, el Sevillla volverá a escuchar el fascinante himno de la Champions. Un nuevo reto para un equipo acostumbrado a los desafíos. Y con un nuevo capitán para pilotar la nave. Jorge Sampaoli aspira a todo en su estreno como técnico en la competición. Ante una felina Juventus plagada de vidas, nada menos.

"Me gusta cubrir las diferencias y espero que mañana el partido me permita demostrar que las diferencias sobre papel se pueden recuperar. A nivel de grupo tenemos la convicción de que podemos hacer un gran partido", afirmó el martes Sampaoli, durante la rueda de prensa previa al encuentro.

El entrenador argentino apela a la garra, al esfuerzo colectivo, para salvar situaciones difíciles. Se vio ante Las Palmas en el último encuentro liguero: sólo el empecinamiento de sus jugadores evitó la derrota en el Sánchez Pizjuán. El penalti transformado por Sarabia en el 90 y el tanto de Carlos Fernández con la hora cumplida atestiguaron la fe que el técnico ha infundado en los suyos.

A la zaga en prestigio de Real Madrid, Barcelona y Atlético, el Sevilla es el gran 'olvidado' del fútbol español en Europa. Una etiqueta de favorito que en Nervión ni se busca ni se desea. Lejos de los focos, el trabajo suele dar mejores frutos que siendo el eterno aspirante. En la capital andaluza lo saben bien. Llevan diez ganando títulos a la sombra de los 'grandes' de Europa.

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