Con un 1-1 en el marcador, con el partido de ida y vuelta, con los nervios a flor de piel y las pulsaciones muy por encima de 100. Ahí, justo ahí, Sergio Ramos se convirtió en protagonista involuntario del encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League entre el Real Madrid y el Paris Saint Germain. Un remate de Rabiot que ¿tocó en la mano del sevillano?
Sí parece que el remate del centrocampista francés, a bocajarro, desde dentro del área grande y con Ramos en el área chica, se estrella con el brazo del central de Camas. Al menos en las imágenes de televisión porque en directo sólo los jugadores del conjunto parisino protestaron la jugada.
Sergio Ramos, de hecho, ni se inmutó ni hizo gesto alguno para disculparse por una jugada que hubiera supuesto un penalti para el conjunto de Unai Emery que habría sumado el 1-2 al marcador y habría complicado un poquito más el pase del equipo de Zinedine Zidane a los cuartos de final de la Champions.