El Barça necesita un cambio urgente de tendencia y recuperar su mejor versión futbolística para encarar con más convicción de éxito los octavos de final de la Liga de Campeones, ante el partido de ida en Londres, en Stamford Bridge, frente al Chelsea de Antonio Conte.
El vigente campeón de la Premier League mide la fiabilidad del Barça de Ernesto Valverde con la moral recuperada después de sus dos últimas victorias y sabedor de que sólo un triunfo en la Champions salvaría una decepcionante temporada. Con el bache de enero ya prácticamente olvidado, los 'blues' llegan al trascendental duelo tras encadenar dos victorias contundentes y reparadoras. Eso sí, no suponen un baremo real esas goleadas, puesto que llegaron ante el West Brom (3-0), último clasificado en la liga inglesa, y Hull (4-0), equipo en puestos de descenso en segunda división.
Estos sonoros triunfos no hacen olvidar las derrotas recientes a manos de Watford (4-1), Bournemouth (0-3) y Arsenal (2-1), pero sí ayudan a los londinenses a recuperar la moral antes del tramo más importante de la temporada, con las eliminatorias de Champions y FA Cup al caer.
El Barça, a pesar de estar asentado en el liderato de la Liga, con una cómoda ventaja respecto al segundo (el Atlético de Madrid está a siete puntos), manifiesta un juego pobre y el fútbol que pone en escena no está pasando por su mejor momento y prueba de ello son los tres últimos partidos, con dos empates y un partido en Eibar en el que pese al triunfo por 0-2, el equipo local fue claro dominador del choque durante un buen tramo.
El conjunto azulgrana es conocedor de que la eliminatoria se decidirá el 14 de marzo en el Camp Nou y que para ello debe sacar una buena recompensa de Stamford Bridge. Tiene experiencia más que sobrada de jugar ante grandes conjuntos que se ha empequeñecido en el Camp Nou y que con murallas amontonando jugadores se han encerrado en su portería impidiendo a los azulgranas un gol ganador. Y el Chelsea, como otros rivales ingleses, ya han practicado esta estrategia que tan malos resultados en ocasiones le ha dado a los barcelonistas.
Para el partido, el Barça no podrá contar con el brasileño Philipe Coutinho, que deberá ver en el graderío o por la televisión el recorrido que tenga su equipo en la Champions, competición en la que este curso ya ha jugado con el Liverpool, hecho que le impide volver a alinearse en otro equipo en la misma temporada. El portugués Nélson Semedo, por sanción, también se ha quedado en Barcelona.
Valverde sacará al equipo de gala, con la única duda de si el francés Ousmane Dembélé estará en el once titular o el Barça sacará un centro del campo de cuatro jugadores. Se da por sentado que el peso del partido lo tendrá el equipo barcelonista, por lo que las bandas serán una opción más que recurrente para el juego azulgrana.
La creatividad del capitán Andrés Iniesta está asegurada en el equipo titular, igual que el porte y tenacidad de Sergio Busquets e Ivan Rakitic, quedando la duda de si existe un cuarto centrocampista y si esta plaza será para José Paulo Bezerra, 'Paulinho'. La 'obligada' alineación del centrocampista Sergi Roberto en el lateral derecho, impide al jugador catalán sumarse a una zona del campo que cuando la ha habitado ha sido un mimbre destacado para su equipo. Messi regresa a un escenario que le es muy conocido, igual que el uruguayo Luis Suárez, cuando era éste ariete del Liverpool.
En el Chelsea, el defensa David Luiz sigue en el dique seco y se perderá el duelo, lo mismo que el centrocampista Timoué Bakayoko. La ausencia del volante galo, uno de los futbolistas más criticados por la afición este curso por su pobre rendimiento, podría hacer cambiar el esquema a Conte, que abandonaría el 3-5-2 que tanto ha empleado este curso y apostaría de nuevo por el 3-4-3.
Marcos Alonso, totalmente recuperado de sus molestias, volverá a ocupar el carril izquierdo, mientras que Álvaro Morata, quien ya tuvo minutos en los dos últimos compromisos, podría volver a liderar el ataque.
El brasileño Willian, tras su exhibición el pasado viernes ante el Hull, apunta al once, en el que también estará la estrella de este Chelsea, Eden Hazard, y un antiguo conocido de la afición azulgrana, como es Cesc Fàbregas.
Sin opciones en la Premier League y fuera de la Copa de la Liga, la FA Cup -está en cuartos de final- y la Liga de Campeones son las únicas dos competiciones en las que sigue vivo el equipo de Conte y sólo salir victorioso en ambas podría salvar una temporada más que decepcionante, con la irregularidad como bandera y con cada vez más dudas sobre la continuidad del preparador italiano en el banquillo.