Cualquier entrenador en el mundo del fútbol estaría deseando tener un dilema como el que todo el año tiene Zinedine Zidane. No es un tópico, sino una realidad. La competencia en el fútbol es una de las cosas más sanas que pueden existir, ya que eso obliga al titular a no confiarse y al suplente a apretar en cualquier momento de la temporada.
Tener hasta cuatro jugadores de altísimo nivel para un solo puesto tiene sus cosas positivas pero también negativas. Y si eso ocurre en el Real Madrid, todo se basará en el negativo. Así es el precio que tiene que pagar el equipo que más ha ganado en la historia del fútbol. Cualquier análisis irá siempre .
Ayuda también a ello alguna torpeza dialéctica de Isco ("aquí (por la selección) tengo la confianza del míster" y "en el Madrid no tengo la continuidad que necesito") para crear este debate sobre si uno u otro. Zidane ha demostrado tener a diez jugadores fijos y solo una plaza movible, la que antes era para Bale y ahora se rota entre el propio Isco, la perla ya curtida Asensio, el siempre fiable y trabajador Lucas y la gran estrella Bale.
Con esa única duda en el once, el Real Madrid se presenta en Turín para jugar el primer asalto de los cuartos de final de la Champions (20:45 horas) en el que es el partido más importante de la temporada. Ese olor primaveral que hace inconfundible a la Champions League ya está aquí. El fútbol, desde hoy, se ve de forma distinta. Es diferente a todo lo que pasó hasta ahora.
Tras la brillante eliminatoria ante el PSG, el Real Madrid se enfrenta a otro grande de Europa, la rocosa Juventus, que presenta a su equipo más flojo del último lustro pero que sigue conservando el nombre y la historia. Saben jugar en Europa como ya demostraron ante el Tottenham, donde cinco minutos le valieron para derrotar al conjunto inglés. Es, para los italianos, la revancha de la última final de Champions. Un partido entre dos colosos.
Zidane, que recordó a Isco que "en la Selección tiene ocho partidos y en el Madrid hay 60", aseguró en rueda de prensa que "me gustan todos los dibujos, cambiar y jugar de diferente manera", para añadir después que, para él, "no hay jugadores titulares ni suplentes y que utilizará a todos". El discurso tiene su parte de realidad, pero también su parte de 'trampa'. Se puede utilizar a todos, pero cuando llega una gran cita, el equipo del Real Madrid son diez y una duda.
Keylor Navas en portería; Carvajal, Sergio Ramos, Varane y Marcelo en defensa; Casemiro, Kroos y Modric en el centro del campo; y Cristiano y Benzema arriba. Estos diez siempre están. A ellos no los toca Zidane en una gran cita. Si están todos disponibles (ante el PSG, por ejemplo, Kroos y Modric venían de lesión), serán titulares. Así ocurrió en la primera Champions de Zidane en Milán (Pepe por Varane) y en la segunda en Cardiff.
En ese equipo falta una última pieza, la que completaba Gareth Bale para formar la indiscutible BBC hasta hace un año. Pero las continuas lesiones del galés más la progresión de Asensio, la calidad de Isco y el trabajo de Lucas han abierto esa posición, que ya deja de ser fija. Ante el PSG, en la ido, jugó Isco. En la vuelta, con el condicionante de Modric y Kroos tocados, salieron Lucas y Asensio.
En Turín, existen dudas sobre el undécimo hombre. No se prevé que Zidane deje fuera a Benzema, por lo que la única duda está en la mencionada posición. Parte con ventaja Isco, y no por sus quejas, sino por los precedentes y su juego que puede ser el más proclive para un partido de ida. Pero el buen momento de Asensio también aparece como opción.
Los datos globales de esta temporada demuestran además la igualdad que existen entre estos jugadores. Entre Champions y Liga, las dos competiciones válidas para analizar, tres de estos cuatro futbolistas han jugado los mismos partidos: 32 (Lucas Vázquez 26 Liga + 6 Champions, Asensio 25+7 e Isco 25+7). Bale, con lesión de por medio, jugó 24 encuentros. Conviene aclarar, sin embargo, que no todos los partidos tienen el mismo valor.
Solo ha ganado una vez el Real Madrid en Turin y de eso han pasado ya 56 años. Fue en 1962, con Di Stéfano, Puskas y Gento en un equipo de ensueño entrenados por Miguel Muñoz, el mejor técnico del Madrid en su historia y al que ahora intenta alcanzar Zidane. En tiempos recientes, 2-1 en semifinales de 2015, 2-2 en fase de grupos de 2014, 2-1 en fase de grupos de 2009, 2-0 en octavos de 2005 y 3-1 en semifinales de 2003. A doble partido, la Juventus ha sido el equipo que más ha amargado al Real Madrid.
Vuelve la Champions. Se alegran los días. Y juega el campeón y el máximo favorito. Allí donde más le costó. Juventus - Real Madrid, un clásico de Europa, dos de los más grandes del continente en otro día grande de este deporte. Zidane, con su once de 10+1. Y no es algo de superstición.
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