El Camp Nou volvió a convertirse en un escenario político durante el partido de cuartos de Champions entre el Barcelona y la Roma. Varios aficionados culés, en los minutos 17 y 18, lanzaron globos amarillos que obligaron a interrumpir el partido unos segundos. El árbitro holandés Danny Makkelie paró el juego ante la imposibilidad de que se pudiera jugar sobre el césped.
Nuevamente, un partido del Barça en Champions estuvo claramente mezclado con la situación política de Cataluña. El Camp Nou se llenó de globos amarillos en apoyo a la independencia, a los "presos políticos", en otro ejemplo más de la connivencia del Barcelona con la causa secesionista.
Esta acción estaba ya anunciada por parte de los CDR (Comité de Defensa de la República), que protestan así contra la “represión atroz” con los políticos encarcelados y exiliados, según ellos. “Hacemos un llamamiento a todos los seguidores para que vengan al campo con globos amarillos para inflarlos y hacerlos volar en el minuto 17:14 al grito de independencia y libertad”, rezó el comunicado que lanzó el CDR, y secundado por algunos aficionados del Barcelona.
“Llenemos del amarillo de nuestra solidaridad las gradas del Camp Nou. Hoy, como ayer y como siempre, nuestros colores, los colores del FCB, los queremos asociados a la causa de la libertad, de la democracia y de Catalunya”, añadía la petición de este grupo.
Además, como viene siendo habitual, el partido tuvo numerosos mensajes políticos. Cuando los jugadores saltaron al campo y sonaba el himno de la Champions, se colgó una pancarta gigante de 'Freedom Catalunya' ('Libertad Cataluña') así como mensajes en favor de la independencia y en apoyo a lo que ellos denominan "presos políticos".