El Barcelona, eliminado de la Champions en un desastre histórico, en un día negro en la historia del conjunto catalán. La Roma, un equipo muy inferior a los culés, mandó a casa a uno de los favoritos con un baño descomunal. Tardará en olvidarse este día. Una goleada que saca los colores al Barcelona. [Narración y estadísticas: Roma 3-0 Barcelona]
El Barça destroza lo que hasta ahora era una buena temporada y la convierte en un desastre. Caer en Roma, ridiculizado por 3-0, en cuartos y después de una amplía ventaja en la ida, no tiene otro calificativo que hecatombe. Por mucha Liga que gane, justa y merecidamente, esto no se tapa con nada.
Los de Valverde fueron un auténtico desastre en el Olímpico que no merecieron estar en semifinales de la Champions. En el cómputo global, la Roma fue mejor. La eliminación culé es justa. Ni tuvieron ocasiones, ni peligro ni ganas. Se confiaron. Creyeron que estaba todo el trabajo hecho. El Barça tocó fondo.
No apareció Messi. Y ni mucho menos los demás. Se confirmó que este Barça era únicamente el argentino. Y cuando Leo no está, el equipo azulgrana es un equipo menor. Y quizá esto también manche la leyenda de Messi. ¿Puede ser el mejor jugador del mundo un futbolista incapaz de hacer que su equipo pase a semifinales tres años seguidos?
En un baile de la Roma, Dzeko puso el primero nada más empezar el partido (minuto 6) y tuvo que dar gracias el Barcelona a que al descanso se fuera solo perdiendo por uno. Hay que ir muy atrás para recordar un baño tan grande al conjunto azulgrana. Estuvieron totalmente superados, incapaces de hacer algo. Se limitaron a rezar. Su suerte se basó en los fallos de la Roma. El Barça no hizo absolutamente nada para pasar. Vivió de las rentas del partido de ida, en el que el 4-1 ya había sido muy excesivo. Y, claro, eso ya no vale.
El Barcelona fue mejor que la Roma en el Camp Nou, sí, pero esa superioridad no fue tanta como la que tuvo el equipo italiano sobre el conjunto catalán este miércoles. La Roma, un equipo muy inferior a los culés, dio un auténtico baño a los de Valverde en el que fue el peor partido de la temporada de los del técnico extremeño.
El Barcelona en Roma fue una caricatura difícil de creer. Messi haciendo faltas en el centro del campo y Ter Stegen perdiendo tiempo fueron dos señas de a lo que llegó este Barça. Ni una sola ocasión, ni un acercamiento peligroso. Nada. Absolutamente nada.
El segundo tanto italiano llegó de un penalti clamoroso de Piqué sobre Dzeko en una jugada que bien pudo resumir el partido. El delantero bosnio se fue como quiso del central y a Gerard solo le faltó agarrarlo, algo que ni le valió para tirarlo, y después le tuvo que tirar al suelo con los pies. Marcó el penalti De Rossi.
El tercero, en un cabezazo de Manolas que dinamita al Barça y al fútbol europeo. La Roma, un equipo que no está en el top europeo, en semifinales por el desastre inexplicable del Barça. Ya no vale la Liga y la Copa en caso de ganarla. Caer en cuartos, por tercer año consecutivo, es un desastre que no admite excusas.