Cada vez que pintan bastos en Mestalla, Voro se convierte en salvavidas. Exjugador del conjunto ché y ahora delegado del equipo le toca sacar a flote lo que otros han dejado en situación precaria. Esta vez la dimisión de Prandelli no sólo le ha traspasado un equipo en quiebra, sino que además la fractura con la masa social del club está más pronunciada que nunca. Más incluso tras la apabullante derrota en la ida de los octavos de Copa del Rey frente a un Celta que a la media hora ya mandaba 0-3 y salió de la ciudad del Turia con un cómodo 1-4 que le pone con pie y medio en los cuartos de final.
El nuevo año no supuso un borrón y cuenta nueva para el Valencia, al que ni siquiera la presencia antaño reparadora de Voro en el banquillo sirvió para mejorar la triste imagen ofrecida en el 2016. Tras la espantada de Cesare Prandelli, se esperaba algo diferente con Voro al frente y en un torneo que se antojaba como la única vía de dar alguna alegría a la afición esta temporada, pero apenas bastaron veinte minutos para retratar con crueldad la triste realidad del Valencia, un equipo y un club en estado comatoso.
No pudieron empezar peor las cosas para el Valencia, que a los dos minutos veía como el canterano debutante Jiménez cometía un inocente penalti a Pablo Hernández, que Aspas transformó en el 0-1.
Pese al golpe, los locales buscaron reaccionar y dispusieron de un par de ocasiones para empatar por mediación de Munir y de un disparo de Enzo Pérez. Sin embargo, un nuevo error, en esta ocasión de Cancelo, al que le robaron el balón en la frontal del área, dejó a Bongonda un disparo claro que rebotó en Jiménez y supuso el 0-2 cuando todavía no se había alcanzado el cuarto de hora de partido.
Mestalla empezaba a hervir y estalló cuando apenas cinco minutos después Wass culminaba un contragolpe para subir el 0-3. La presidente Layhoon Chan permanecía impertérrita mientras buena parte del estadio coreaba en contra de su patrón: "Peter (Lim), vete ya". Tampoco se libraron los jugadores y el director deportivo, Suso García Pitarch, quienes fueron también el blanco de las iras de una parte de la afición.
A pesar del tremendo mazazo, el Valencia intentó buscar un gol que le subiera la autoestima. Enzo Pérez trató sin éxito de echarse el equipo a las espaldas y tan solo Parejo, en un balón que habilitó a Rodrigo, que no acertó a rematar de primera, y en un libre directo ladeado que estrelló en el pico de la cruceta, puso algo de peligro.
En la reanudación, el Celta salió con las ideas muy claras. Se hizo dueño del balón y con una buena circulación desesperó al Valencia, a la búsqueda de la ocasión para ampliar su renta. De esta forma, Iago Aspas pudo hacer el cuarto a los diez minutos del segundo tiempo, pero Domenech se lució y lo evitó.
Una acción de coraje de Rodrigo que presionó al central Cabral, acabó con el atacante valencianista derribado por el meta Sergio, que se libró de la expulsión pero fue batido por Parejo en el lanzamiento de penalti.
El gol despertó al Valencia y Voro dio entrada a Bakkali para dar aún mayor mordiente ofensiva a los suyos. La adrenalina le duró diez minutos al cuadro ché, que encerró al Celta en su parcela, pero poco a poco los vigueses consiguieron de nuevo hacerse con los mandos del partido y en una nueva contra, Guidetti anotó el cuarto para dejar la eliminatoria prácticamente zanjada.
Al final, pañolada y pitada en Mestalla que coreó de nuevo el "Peter, vete ya".
Ficha Técnica
1 - Valencia: Domenech, Cancelo, Mario Suárez, Jiménez, Siquiera; Enzo Pérez (Carlos Soler, m.46), Parejo, Medrán (Bakkali, m.60), Santi Mina, Munir y Rodrigo (Rafa Mir, m.79).
4 - Celta de Vigo: Sergio, Hugo Mallo, Roncaglia, Cabral, Marcelo Díaz; Radoja, Pablo Hernández (Pape Diop, m.78), Jonny, Wass (Sisto, m.84), Bongonda y Aspas (Guidetti, m.72).
Goles: 0-1, m.3: Aspas, de penalti. 0-2, m.13: Bongonda. 0-3, m.18: Wass. 1-3, m.58: Parejo, de penalti. 1-4, m.75: Guidetti.
Árbitro: Estrada Hernández (C. Catalán). Amonestó por el Valencia a Medrán, Munir, Siqueira y Enzo Pérez, y por el Celta a Sergio.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Camp de Mestalla ante 30.000 espectadores.