“Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero las que de verdad me importan a mí son las de mis entrenadores y de mis compañeros. Son muchos años ya. Yo no tengo que sentarme aquí y defenderme”. Sin parpadear ni tartamudear, así se expresaba Wayne Rooney. El capitán está en boca de todos. La diferencia es que ahora no es la estrella de Inglaterra.
Harry Kane le ha borrado de los anuncios y los suplementos y las guías de la Eurocopa prefieren fijarse en la joven hornada de ingleses antes que en el capitán. La realidad es que Rooney es un líder atípico, él ha demostrado que ser escudero se le da mejor y le hace más importante que ser la estrella, y esta generación le necesita. En los días previos a la Eurocopa las conversaciones en los pubs no han sido el “in or out” del Brexit, han sido el “yes or no” a su capitán.
Para Inglaterra, la segunda selección más joven de la Euro, la experiencia del capitán puede ser imprescindible. Aunque no todo el mundo lo ve así. El gran año de Vardy pesa y la prueba con Vardy, Rooney y Kane naufragó. Wayne Rooney, ¿sí o no? ¿Y dónde? Él condiciona, pero también es un elemento capaz de adaptarse para que el resto dé el máximo.
Argumentos en contra
La titularidad de los que llegan más en forma, es decir, Vardy. Ha sido la temporada de su vida y podría ser un buen complemento para Harry Kane, que pese a ser un ‘9’ no gusta de esperar al balón, sino que apuesta por caer a la derecha y fuera del área para entrar en contacto con el balón. Vardy desmarcándose y Kane más cerca del balón es la alternativa que más demandan los críticos de Wayne Rooney, aunque suena mejor sobre el papel que mirando los datos.
Hace poco más de una semana, Roy Hodgson intentó la fórmula anti debates: los tres en un once con Rooney de enganche. El invento fue mal, siendo moderados. Harry Kane empezaba las acciones muy atrás, Wayne Rooney no tenía a nadie por delante si Inglaterra robaba rápido y Jamie Vardy estaba desubicado. Más allá de eso, cuando Inglaterra atacaba lo hacía con mucho toque y sin demasiado vértigo, algo que a Vardy no le viene bien. El resumen fue que vimos la peor versión tanto de Harry Kane como de Vardy –quien sólo tocó el balón ocho veces en 66 minutos-.
El otro gran argumento en contra del ‘10’, más allá del gran momento de Vardy, es el paupérrimo registro que firma. Tras su vuelta por lesión, ha acabado la temporada con un gol y dos partidos en 10 encuentros disputados. Un periodo en el que ha mezclado encuentros como delantero centro, como segundo delantero y en el centro del campo. Su equipo tuvo muchas dudas pero él no ayudó en exceso.
Argumentos a favor
Una selección debe ser un conjunto de jugadores a buen nivel, pero también debe guiarse por un patrón. No todo es el número de goles de un nombre, sino cómo puede combinar con sus compañeros para producir más tantos y hacer mejores a los que le rodean.
En ese sentido, la titularidad de Jamie Vardy corre peligro (apenas ha promediado 11,8 pases buenos por cada 90 minutos de Premier) y la de Rooney no admite tantas dudas. En la Inglaterra que quiere Hodgson se apuesta por el balón y se prefiere el pase al vértigo.
Por eso, el seleccionador llevó a Wilshere (la última vez que jugó un partido entero el Real Madrid todavía tenía 9 Champions) y por eso ha prescindido de Drinkwater (faro en la medular del Leicester campeón). Precisamente, éste último era el mejor socio de Vardy. Vale que Jamie Vardy ha marcado mucho, pero no en el estilo de la selección. Recuperamos el gráfico que publicamos en mayo sobre el ariete inglés.
Vardy ha aprovechado pases largos y precisos, envíos que la actual Inglaterra de Hodgson no realiza ni tiene a quien. Más aún, sin Drinkwater, su mejor asistente. ¿Quién le asiste? Kane sólo ha firmado dos asistencias este año; Rooney sería capaz pero es el sacrificado por su titularidad (si Vardy juega como punta y no como contra Portugal); y Dele Alli sería lo más probable, pero no tendría sentido encajarle en ese sistema de dos puntas.
Alli llega tras una Premier magnífica (10 goles y 9 asistencias), aprovechando los espacios que deja Harry Kane en el área y combinando con él. Cambiarle a un esquema con Vardy y Kane no le permitiría llegar a zonas de remate. Lo cual sería dañar su sociedad con Harry Kane: de las 9 asistencias de Alli, 6 han sido a Harry Kane (sólo Eriksen le proporcionó más pases de gol que él).
¿Cómo encajar eso con Rooney? Ubicar a Harry Kane como punta tiene sentido si permites que Dele Alli llegue al área, pero también si tienes claro que el ‘9’ bajará a recibir cerca del costado derecho. Del otro lado partiría Dele Alli, quien tendría mucho despliegue. Esto permitiría a Rooney tener más balón cerca del medio y a Alli despreocuparse de su espalda.
La papeleta que debería solucionar Hodgson es evitar que Rooney y Kane coincidan en el espacio -Rooney más cerca de la izquierda y Kane cayendo a la derecha-. Los dos necesitan el balón. Lo único claro es que Rooney juega mejor detrás de un delantero.
¿Por qué es necesario Rooney? En la segunda selección más joven del torneo vemos muchos aspirantes a figuras como Dele Alli, Marcus Rashford, Raheem Sterling, John Stones… pero muy poca experiencia. Decía Hodgson que la experiencia la suplirán con “ambición”, pero si miramos los currículums de sus 23 convocados sólo 10 saben lo que es jugar una eliminatoria de Champions. Algunos de ellos como Sterling, Smalling o Walker sólo de manera testimonial.
Inglaterra necesitará de jugadores como James Milner o Wayne Rooney para bajar las pulsaciones y saber competir en los instantes difíciles. Suena a tópico, pero las imprudencias se pagan, más aún en un torneo tan corto. Además, Wayne Rooney es un elemento importante con la posesión –no da muchos pases pero sí tiene un buen porcentaje de acierto hacia delante- y aporta mucha fuerza al centro del campo inglés.
Algo que viene bien en un equipo propenso a partirse. La presencia de Rooney puede ser vital para que no veamos a Dier tan sólo cerrando sin balón en el medio. A la derecha de Dier, si Hodgson quiere más balón puede permitirse a Wilshere o, si quiere más trabajo, a Milner.
Cómo puede formar Inglaterra
Contando que los motivos a favor de Rooney tienen más coherencia con el estilo y las alineaciones de Hodgson, falta encajar las piezas y encontrar quién puede aportar. El seleccionador estaba ensayando con Dier de pivote, Alli a su izquierda, Rooney a su derecha, Sterling y Lallana en bandas y Kane en punta. Mucho ataque pero poco equilibrio sin balón contra una Rusia con el habilidoso Shatov amenazando entre líneas.
La opción más moderada sería Dier en el pivote, Alli a su izquierda con Milner en derecha (o Wilshere si está bien, algo improbable) y por delante de ellos Rooney y Sterling (o Lallana) y arriba Kane. Un 4-3-2-1 que permitiría a la columna del Tottenham ser ellos mismos (un pivote fijo, Alli con libertad, Kane yendo a la derecha y la banda izquierda con un lateral ofensivo). Si se busca un socio para dar más vértigo, Sterling puede tener hueco. Aporta regate, desmarques al espacio, pero también habilidad para combinar.
Inglaterra tiene una generación llena de talento con un patrón común: son mejores con balón. La duda en torno a Rooney es normal por el año de Vardy y su momento de forma, pero Roy Hodgson necesita un líder que sepa lo que es competir y ganar al más alto nivel, además de ser coherente con el estilo. Rooney es el único de su equipo que puede dar eso a esta imberbe selección.