De Toulouse a Niza: Del Bosque no piensa cambiar ante Turquía
Jugadores del Madrid y del Barça airean su buena relación durante un torneo en el que, como dijo Jordi Alba, “es primordial llevarse bien porque pasamos muchos días juntos”.
16 junio, 2016 14:13Noticias relacionadas
Una parte de la afición española desearía la inclusión de Thiago o Koke por Cesc en el partido del viernes contra la selección turca (Allianz Arena, Niza, 21.00), pero Vicente Del Bosque suele ser partidario de no tocar lo que funciona y salió razonablemente satisfecho del duelo contra la República Checa. Por lo que se pudo ‘espiar’ en el entrenamiento a puerta cerrada del miércoles en la isla de Ré, la ‘Roja’ repetirá el once con el que pasó por encima de los centroeuropeos (aunque ganase por la mínima) el pasado lunes en Toulouse.
El seleccionador ensayó con la misma alineación, pues, y dará confianza a los jugadores menos brillantes del encuentro: Nolito (visiblemente ansioso por romper la muralla checa) y Cesc, a quien correspondió el ingrato papel de empezar sacando el balón desde atrás, jugar durante algunos tramos de segundo delantero y, en general, ocupar mucho campo: hasta el punto de haber evitado el 0-1 en una jugada aislada de los checos tras el lanzamiento de una falta.
'Buen rollito'
Las sensaciones en la concentración española son sorprendentemente buenas, tanto por el nivel de juego como por el reforzamiento de los vínculos entre los jugadores tras el estallido del 'caso De Gea' y las dudas generalizadas en afición y prensa por la derrota ante Georgia. Las bromas entre Casillas o Ramos con Piqué, Busquets o Iniesta han sido una constante hasta ahora en una concentración que, si España llegase a la final, duraría más de cinco semanas.
“Este es un vestuario muy bueno”, afirmó en rueda de prensa Jordi Alba, quien volvió a recalcar la unión entre jugadores de clubes archirrivales. “Siempre hay rivalidad entre Barça y Madrid, la tensión es necesaria, pero una vez aquí todos defendemos lo mismo y el ambiente es fenomenal. Es vital eso para esta convivencia, porque pasamos muchos días juntos; así que es primordial llevarse lo mejor posible”, explicó el lateral en compañía de Bruno (cuya presencia el martes contra Croacia, ya sea para dar descanso a compañeros o para parar a Luka Modric, se da por probable).
Pocas dudas
A pesar de cosechar una victoria por la mínima, Del Bosque salió visiblemente complacido de Toulouse por el regreso del estilo paciente, combinativo y ofensivo de un equipo que, además, supo recuperar el balón enseguida cuando podía. En lugar de cambiar jugadores, el seleccionador pretende afinar conceptos para que los mismos futbolistas abran antes el partido. Aunque no se puede asegurar en este momento, sería una gran sorpresa que incluyese alguna novedad en el once inicial de mañana.
Los futbolistas dedicaron parte de la tarde del miércoles a ver vídeos de la selección turca (que se juega la supervivencia tras su pobre rendimiento contra Croacia) y viajaron en la mañana de este jueves a Niza, donde en la tarde-noche celebrarán el último entrenamiento previo a un encuentro que podría asegurar la clasificación española a octavos de final.
Alerta ante posibles enfrentamientos
La lluvia persigue a la selección, que aterrizó en una ciudad nublada aunque con temperatura casi veraniega. El día del partido, sin embargo, no se prevén precipitaciones. Entre 6.000 y 8.000 españoles volverán a acompañar al equipo en la Costa Azul, donde la policía mantiene el estado de alerta ante los rumores del viaje de 50 ‘ultras’ que podrían sumarse a radicales franceses para enfrentarse a aficionados turcos.
La importancia de ser primeros de grupo
Una victoria española cerraría el pase a octavos. No conviene olvidar, sin embargo, que el primer puesto del grupo es particularmente relevante en este torneo con 24 equipos (en lugar de 16), puesto que emparejaría a España en el cruce con un tercero de grupo y perfilaría, incluso, unos cuartos de final relativamente asequibles. En este sentido, si Croacia gana a Chequia, el partido del próximo martes sería crucial. Se da por descontado, de cualquier forma, que Del Bosque hará algún cambio para ese tercer encuentro contra los balcánicos, ya sea por motivos de cansancio, para dar oportunidades a otros futbolistas o para desactivar el temible mediocampo blanquirrojo.
Todo eso, ahora mismo, es secundario. La conservación de la armonía que rodea a la selección en la isla de Ré pasa por ganar a Turquía y, si puede ser, desbloquear el instinto goleador de Morata y Adúriz.