La fase de grupos de la Eurocopa de 2016 entra en su última jornada. Llega el momento de los cálculos y de los partidos a la misma hora, para proteger el espectáculo (falta hace en una Eurocopa pálida por el momento en lo futbolístico, con excepción de España). ¿Cuáles son los escenarios futuros para la ‘Roja’? La expansión del campeonato a 24 equipos ha complicado la previsión de los cruces, dado que se clasifican los cuatro mejores terceros de los seis grupos.
Vicente del Bosque dice discrepar de la opinión mayoritaria en esta cuestión, pero Fábregas expresó el parecer de la plantilla el sábado cuando calificó de “primordial” alcanzar la primera posición del grupo D. Hay que ganar o empatar a Croacia para transitar un camino bastante más sencillo, en apariencia, y evitar a Alemania o a la anfitriona Francia hasta la final.
Octavos
Si España no pierde el martes, se mediría al tercer clasificado del Grupo B, E o F. El reglamento de la Eurocopa establece unas fórmulas para determinar los emparejamientos, según las cuales el grupo E (Italia, Bélgica, Suecia e Irlanda del Norte) es el que más probabilides tiene de correspondernos. Es decir, muy probablemente Irlanda o Suecia (cuyo partido ante Bélgica el próximo miércoles será por fin apasionante). Este cruce se da en 15 combinaciones posibles. En siete casos España jugaría frente al tercer clasificado del Grupo F (Hungría, Islandia, Austria y Portugal). En una sola combinación, frente al tercero del Grupo B (Eslovaquia, Rusia, Gales o Inglaterra).
Sólo Italia tiene asegurado el primer puesto del grupo E. El penalti fallado por Ronaldo contra Austria puede traer cola en el grupo F: si Portugal empata contra Hungría el próximo miércoles y Austria e Islandia no empatan, podría clasificarse en alguna carambola matemática como tercero y caerle a España en octavos.
Una derrota traería a Italia, Alemania y Francia
Nadie contempla la posibilidad de que España caiga el martes frente a una Croacia sin Luka Modric (baja por distensión muscular). Tal eventualidad le condenaría a medirse contra Italia (la final de 2012) en octavos, y después si se cumple la lógica contra Alemania (cuartos) y (Francia) en semifinales: un tercero encadenado.
Si la España primera de grupo superase la ronda de octavos, se enfrentaría contra el vencedor del duelo entre el segundo clasificado del Grupo A y el del C. Todo hace indicar que serán Polonia y Suiza (salvo que se dieran dos sorpresas mayúsculas: una derrota de Francia en su tercer partido contra los helvéticos y una victoria de Irlanda del Norte contra Alemania el martes).
Este sendero, salvo sorpresas, conduciría a una semifinal en Lyon (6 de julio) frente al ganador de unos cuartos que los favoritismo iniciales adjudicaban a Portugal e Inglaterra. El empate de los lusos frente a Austria les obliga a ganar a Hungría, sin red de seguridad. Cualquier otro resultado trastocaría el cuadro de emparejamientos. En resumen, el equipo que obtenga el primer puesto en el Grupo D esquiva a los grandes ‘cocos’ (Alemania, Francia e Italia) hasta la final de París.