España no perdía un partido en una Eurocopa desde hace 12 años y nadie en el entorno de la selección pensaba que una Croacia con bajas fundamentales daría la campanada en el mejor partido de este torneo. Vicente del Bosque reconoció ante la prensa el “disgusto” y la “desazón” producidos por un resultado que evidentemente “no era el camino deseado por nosotros”, pero evitó cualquier reproche a sus jugadores salvo uno: “El juego nuestro no ha sido malo, ha estado bien, hemos jugado con interés y ha sido un despiste en el minuto 89, con un marcador favorable y que no lo debíamos haber consentido, pero en lo demás no tengo ninguna queja de los jugadores. Se han vaciado”, afirmó el seleccionador tras el partido.

Del Bosque, en respuesta a este periódico, quiso exonerar de culpa a jugadores individuales (como De Gea o Ramos) y repitió su mensaje de que “cuando ganamos ganamos todos, y cuando perdemos perdemos todos”. Eludió su responsabilidad en la decisión sobre quién tiraba el penalti injusto pitado sobre Silva: “No soy el indicado para decidir quién tira los penaltis… El entrenador no se impone, tenemos varios lanzadores y creo que es una cuestión de confianza, lo tira el que mejor se encuentra en el campo”.

Sobre el portero español, que encajó el segundo gol por el palo que cubría y cometió un grave error en el primer tiempo, consideró que “no tuvo excesivo trabajo” y que los goles llegaron “en un contraataque y por una dejada muy cerca de la portería”. “No podemos culparle”, concluyó el seleccionador sobre los goles, probablemente previendo la ola de críticas que caerá sobre el guardameta que sustituía definitivamente a Casillas como portero de la selección durante este torneo. "Debo defender nuestro juego. El partido lo teníamos más o menos controlado, pero el contraataque de ellos en el último minuto nos ha condenado”.

“Recuperarse”

Del Bosque defendió el estado fisico de sus jugadores, prometió que “intentarán recuperarse de la mejor manera de este disgusto”, elogió el partido de España y achacó el resultado a “las cosas del fútbol” sin dejar de alabar el rendimiento de una selección, la croata, “que juega muy bien y había hecho cinco cambios para el partido, un equipo con mucha soltura y muchísima calidad”.

El ambiente en la zona mixta era bastante silencioso, como también definió el técnico la atmósfera en el propio vestuario. Los líderes del equipo reiteraron en diferentes formatos las declaraciones de Sergio Ramos ante varias cadenas: “Ahora te toca bailar con las que a priori son favoritas, pero yo siempre lo digo: para ser campeón hay que ganar a los mejores y en esta Eurocopa se ha demostrado que cualquier equipo, a pesar de no ser favorito, te puede ganar y dejar fuera”.

El próximo partido ya no es el sábado en Lens, sino el lunes 27 en París. Seis días largos de espera para una selección cuya nube de optimismo se disolvió este lunes en la cálida noche de Burdeos.

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