A los 13 días, resucitó la Eurocopa. Por fin el torneo vio un partido emocionante, abierto, de ida y vuelta, con muchos goles. Apareció por fin un gran encuentro, aunque no precisamente por la calidad de sus protagonistas. El Hungría - Portugal fue un cúmulo de despropósitos, de descontrol, de fallos. Por eso fue divertido. [Narración y estadísticas: Hungría 3-3 Portugal]
Fue una locura de partido. Al estar tan abierto el grupo F, durante la última jornada de la primera fase hubo todos los cambios posibles: Portugal llegó a estar fuera y acabó tercera, previo paso durante muchos minutos por la segunda posición. Islandia llegó a liderar el grupo y acabó segunda, gracias a un gol en el último minuto. Fueron las carambolas de una tarde en la que irrumpió Cristiano por primera vez en el torneo.
Lo hizo además cuando más se le necesitaba, cuando Portugal agonizaba, cuando se consumaba uno de los mayores ridículos de la historia de la selección lusa. Lo hizo también después de un día muy polémico, con previo lanzamiento de micro de un periodista a un lago. Pero Cristiano habló en el campo. Lo hizo con una exquisita asistencia en el primer gol a Nani y dos tantos suyos, el primero de ellos de tacón que bien puede ser el mejor gol de lo que va de torneo.
Lo del jugador del Real Madrid fue un recital que no valió a Portugal para ganar el partido. Así están las cosas de mal para el país vecino, que pasa a octavos con tres puntos, sin ganar ni un solo partido (empatando todos), en una muestra irrefutable de la debilidad de este grupo F. Lo hace como mejor tercero y, sorprendentemente, es mejor que si hubiera quedado primera (le tocaría Bélgica) o segunda (se enfrentaría a Inglaterra).
Fue también un partido para ver la fortaleza de la desconocida Hungría, que pasa como primera de grupo con 5 puntos y que ha dejado una gran impresión en la primera ronda. A Portugal le sacó todas las carencias, sobre todo en la figura de Dzsudzsák, que marcó dos goles. Los tres goles húngaros, todo sea dicho, fueron de rebote, que descolocaron a un Rui Patricio que poco paró.
Se adelantó Hungría con un gol de Zoltan Gera desde la frontal del área, contestado al borde del descanso por un buen gol de Nani, previa asistencia de Cristiano, que bien podría estar vestido en ese segundo de Modric. Ya en la segunda parte, nada más comenzar, Dzsudzsák lanzó una falta que tocó en la barrera y se coló en la portería portuguesa. Ahí empezaría el festival de Ronaldo.
En el minuto 50, Joao Mario centró y Cristiano se inventó un taconazo que paralizó el partido. Brillante gesto técnico para irrumpir en la Eurocopa. Mejor tarde que nunca. Y eso que se le volvieron a poner las cosas cuesta arriba, ya que otra vez Dzsudzsák apareció en una jugada muy similar: lanzamiento desde fuera del área y toque en la defensa. Era el 3-2.
Portugal estaba otra vez fuera y tuvo que salir Cristiano al rescate. Cabezazo perfecto tras un centro, esta vez desde la banda izquierda. Llegó desde atrás Ronaldo y a un metro de la portería aniquiló a Kiraly. Era el 3-3 y ahí se quedaría el partido.
Ese resultado le daba el segundo puesto a Portugal, mucho mejor de lo imaginable. Eso le condenaba al lado malo del cuadro, con su primer cruce con Inglaterra. Pero un gol de Islandia ante Austria en el último momento les llevó a la tercera plaza y, aunque parezca contradictorio, acabará siendo beneficioso para los lusos, porque irán por el lado más fácil del cuadro, enfrentándose a Croacia en octavos.