Los jugadores de Países Bajos celebran la victoria sobre Polonia.

Los jugadores de Países Bajos celebran la victoria sobre Polonia. REUTERS.

Eurocopa

Países Bajos derriba a última hora el muro levantado por Polonia y consigue un trabajado triunfo

El combinado dirigido por Ronald Koeman tumba a los de Probierz gracias al tanto de Weghorst en el tramo final. 

16 junio, 2024 17:02

Iniciaba Países Bajos su andadura en la Eurocopa 2024 con ecos de glorias pasadas. En Alemania, donde consiguió su único título en 1988 y con Koeman sobre el césped. En esta ocasión no estaba vestido de corto, como sucedió hace 36 años, pero sí de traje para dirigir a las nuevas generaciones que derrumbaron el muro polaco a la antigua, tirando de la figura de un delantero puro como es Weghorst. Entró desde el banquillo con Países Bajos con la soga al cuello y socorrió a los de Koeman en el primer balón que tocó. [Así vivimos el triunfo de Países Bajos sobre Polonia].

Antes, Buksa había sorprendido al adelantar al combinado polaco a la salida de un córner botado con música por Zielinksi y Gakpo había conseguido igualar antes del descanso. Un minuto necesitó Weghorst para convertirse en héroe nacional durante unos días. Los de Koeman tuvieron que ponerse el mono de trabajo y bajar al barro para superar a una combativa Polonia que les obligó a remontar y no se arrugó a pesar de las bajas, que también afectaban a Países Bajos.

Koeman debía resolver dos incertidumbres clave para el debut en la Eurocopa. Todas tienen que ver con las lesiones y afectan a Justin Bijlow, del Feyenoord, en la portería y De Jong en el mediocampo. Verbruggen y Schouten, apenas con 20 partidos con la selección entre ambos, fueron los recambios. En circunstancias normales, Koeman no escogería a jugadores con tan poco tiempo de juego durante la temporada, pero las circunstancias actuales no son normales.

La baja de Lewandowski por molestias en el tobillo condicionó el esquema de Probierz que, en cualquier caso, se vio empujado por el ímpetu de Países Bajos cuya hoja de ruta estaba clara. Saltar arriba a la presión para recuperar en zona de peligro y agobiar la salida de balón polaca. Por ahí se emplearon Memphis Depay, Gakpo y Simons. Sin demasiadas ocasiones, pero se jugaba al ritmo que dictaba Países Bajos.

El control era naranja, pero el gol fue blanco. Un saque de esquina botado con música por Zielinski al primer palo lo remató Buksa elevándose por encima de todos. Quizás debería revisar Koeman las marcas en las jugadas a balón parado porque Dumfries, siete centímetros más bajito que Van Dijk y cinco que Buksa, fue el encargado de cubrir al atacante polaco. Deberes para el Koeman del futuro.

Gakpo celebra su gol frente a Polonia.

Gakpo celebra su gol frente a Polonia. REUTERS

El del presente apostó por no tocar nada y sigue con el plan inicial. Polonia se atrevió a la presión, pero lo hizo de manera descoordinada y permitía a Memphis, Gakpo y Simons salir al contragolpe con muchos espacios por delante. Sin embargo, fue una jugada interior lo que hizo daño a Polonia. Aké anticipió y cedió a Gakpo que batió a Szczesny desde la media distancia.

La 'Oranje' calmó los ánimos, pero les costaba dominar con autoridad y el cuadro polaco se fue haciendo fuerte a través de su portero, que se fue agigantando a medida que transcurrían los minutos. No fue hasta la recta final cuando Koeman tiró del manual clásico del fútbol al dar entrada a un nueve puro que, en su primer balón, desniveló el partido.

Culminnó una acción liderada por Aké, tan capital en su selección como el joven portero Verbruggen, solvente ante el arreón final de la disminuida Polonia, que acabó derrengada en Hamburgo.