La primera gran sorpresa de la Eurocopa ya está aquí. Eslovaquia ha certificado la enésima decepción belga gracias al tanto de Schranz que aprovechó un error de proporcionas bíblicas de Doku en la salida de balón. Los de Tedesco no encontraron soluciones a los problemas planteados por Calzona con la presión alta y la marca al hombre y solo reaccionaron a oleadas en el segundo tiempo. Acabaron desesperados con el VAR, que anuló dos goles de Lukaku. Uno por fuera de juego y otro por mano de Openda. [Así vivimos la victoria de Eslovaquia sobre Bélgica].
Vientos de cambio sacuden a la selección belga. Aquella generación dorada que llevó a los Diablos Rojos a ser favoritos al título en grandes torneos se dio de bruces en Qatar y dio paso a una nueva etapa. Todavía sobreviven algunos retazos de aquella camada, humanizados en De Bruyne, Lukaku o Witsel, que comparten focos con Doku, Onana, o Trossard. Es la nueva generación de Bélgica, a la que tampoco le siente bien el cartel de favorito.
Antes de que debutaran en la Eurocopa, se hablaba de los Diablos Rojos como principales candidatos a liderar un grupo en el que, de momento, son superados por Rumanía y una sorpresiva Eslovaquia que les desactivó por completo con su manual de fútbol clásico. El de toda la vida. Ese que tiene escrito en sus primeras páginas la compactibilidad de las líneas como argumento principal.
Doku, después de su sensacional fin de curso con el Manchester City, arribó en Alemania con la idea de convertirse en el líder de un combinado belga acostumbrado a pegársela en fases finales. Busca Doku convertirse en el baluarte de los Diablos Rojos. En cinco minutos fue capaz de todo. Dejó atrás a sus marcadores en dos galopadas culminadas con dos errores de Lukaku, que sigue siendo el de Qatar.
Doku se sentía un peldaño por encima del resto, tanto que cayó en relajación. Tras un saque de banda en el costado derecho entregó erróneamente el balón a Kucka que cedió los vítores a Schranz, quien fusiló a Casteels, meta debutante sus 31 años en un gran torneo de selecciones. Los últimos once los pasó a la sombra de Courtois, ausenten por su enfrentamiento con el seleccionador Domenico Tedesco.
Tensiones a un lado, el gol refrendó el plan eslovaco, que lucía mínimo, pero estaba cargado de episodios y especialmente duelos individuales. La mayoría cayeron del lado de los de Calzona, quien combina su puesto en Eslovaquia con el de técnico del Nápoles. El camino al triunfo lo inició el tempranero gol de Schranz, pero se recorrió a lomos de Lobotka, Duda, Kucka y Hancko, central pretendido por el Atlético de Madrid que sacó bajo palos el remate de Bakayoko.
Para entonces, Lukaku ya se había dado de bruces con el VAR en una ocasión y le quedaba otra. La primera fue por su posición adelantada, mientras que la segunda germinó en la mano de Openda al inicio de la jugada. Su imagen de impotencia fue la de todo el combinado belga, aunque Dubravka no tuvo que realizar parada alguna en el segundo tiempo. Al final, nueva decepción de Bélgica y fiesta por todo lo alto de una Eslovaquia que sueña con colarse en los octavos de final tras un estreno soñado.