Austria gana y de paso mete presión. El combinado austriaco doblegó a una Polonia que está a punto de decir adiós al torneo y presentó sus credenciales para ser una de las candidatas a conseguir el pase a los octavos de final. [Así vivimos la victoria de Austria ante Polonia]
Los de Rangnick consiguieron una victoria crucial en el duelo de colistas del grupo y sacaron a relucir por momentos las flaquezas de una Polonia que una y otra vez decepciona en este tipo de grandes citas. Ni la presencia de Lewandowski en la segunda mitad fue suficiente para que los polacos, que tuvieron algunos buenos momentos, evitaran su segunda derrota.
El gol de Trauner empezó a poner las cosas de cara a Austria, aunque Piatek puso el empate de manera merecida antes del descanso. Sin embargo, los austriacos mataron en dos zarpazos más en la segunda mitad y dieron un paso de gigante para estar en los cruces de esta Eurocopa.
Austria demuestra más
El partido era una auténtica final tanto para Polonia como para Austria. Era el encuentro más igualado que iban a tener ambas selecciones en este grupo en el que Francia y Países Bajos parecen a otro nivel, así que en la pelea por un posible tercer puesto que pueda dar una clasificación para los octavos de final este enfrentamiento era crucial.
Fueron los austriacos los que, desde el arranque, demostraron tener algo más de potencial en su juego y se hicieron con la manija del partido. Polonia estuvo maniatada durante los primeros minutos, sin pasar apenas del centro del campo con el balón controlado, así que fue Austria quien puso casi todo el peligro.
De hecho, los austriacos demostraron tener incluso puntería porque tardaron muy poco en abrir el marcador. Lo hicieron aprovechando un error muy grosero de Polonia, que demostró tener pasividad defensiva y falta de concentración.
Tras un saque de banda, el balón regresó a Mwene, el jugador austriaco. Apuró línea de fondo por el costado izquierdo y puso un centro al primer palo, donde estaba incomprensiblemente libre de marca Trauner. El central aprovechó el regalo, giró el cuello y remató al fondo de las mallas para adelantar a los suyos.
Durante varios minutos Polonia estuvo sobre la lona y sin ideas para merodear ni siquiera el área austriaca, pero tras esos momentos de crisis consiguió hacerse paulatinamente con el timón del encuentro.
Primero Frankowski gozó de una ocasión inmejorable que mandó a las nubes, pero aquello fue tan sólo el pistoletazo de salida a una Polonia que demostró dos caras completamente opuestas en cuestión de minutos.
Fue al paso por la media hora cuando llegó el empate. Un centro lateral de Polonia desde la banda derecha terminó en el costado izquierdo, hubo un posterior pase al corazón del área y un remate que se estrelló contra la zaga austriaca. La fortuna se alió con Polonia porque el propio Piatek recogió el rechace y anotó con calidad el empate.
Se abrió entonces un nuevo partido que pudo volver a poner de su lado el conjunto austriaco si no llega a ser por lo lento que estuvo Sabitzer al culminar una contra lanzada por Arnautovic.
La segunda parte
El paso por los vestuarios le sirvió a Austria para coger algo de impulso. Los hombres de Rangnick se lanzaron a por el gol en el segundo acto y a punto estuvieron de conseguirlo en una acción a balón parado. El remate de Posch, sin embargo, tras el centro de Wimmer desde la esquina, fue demasiado tibio.
Los seleccionadores movieron el banquillo en el intermedio y siguieron haciéndolo poco después. En este carrusel de cambios, el público polaco enloqueció en el momento en el que Robert Lewandowski entró al terreno de juego. Era su debut en esta Eurocopa por esos problemas físicos que le están lastrando.
La entrada del delantero del Barça no surtió el efecto esperado, sin embargo, en Polonia. Al menos no de forma inmediata, porque fue Austria quien volvió a encontrar con éxito el camino del gol. Baumgartner recibió en la frontal del área, se acomodó el balón a su pierna derecha, y con un sutil toque batió a Szczesny para poner otra vez arriba a los suyos.
Aunque Zielinski estuvo a punto de poner la réplica en la siguiente jugada, fueron momentos delicados para una Polonia sin ideas que refrescó viejos fantasmas. El desastre para ellos se consumó poco después, cuando Szczesny cometió un claro penalti y Arnautovic no desaprovechó el regalo para matar el choque.
No hubo más vida. Polonia demostró tener un encefalograma plano y Lewandowski pasó completamente desapercibido. Incluso Austria pudo ampliar las diferencias, aunque quizás aquello hubiera sido demasiado abultado. Polonia está a un suspiro de decir adiós al torneo y los austriacos celebran este importantísimo triunfo que les da vida.