Eurocopa

La libreta de Luis de la Fuente que temen todos en la Euro: contundencia defensiva, imbatidos y una verticalidad letal

La selección española basa su éxito en el muro defensivo, el doble pivote formado por Rodri y Fabián Ruiz y el vértigo que ofrecen Nico Williams y Lamine Yamal por banda.

25 junio, 2024 02:15
Alejandro Peinado David Vicente

No es sencillo entrar en mitad del rodaje de una gran película, pero los diez actores nuevos que alineó Luis de la Fuente ante Albania supieron interpretar su papel para solventar el trámite y precintar la fase de grupos con la portería imbatida y pleno de triunfos. Tres partidos, tres victorias y un grupo entregado que ahora sí contagia a los aficionados.  

En la actual Eurocopa hay selecciones que no es que hayan tirado la puerta abajo, es que se la han llevado a su casa. Entre la lista figura en lo más alto el nombre de España, la selección que no terminaba de convencer a gran parte de los aficionados nacionales antes del torneo, es ahora una de las sensaciones y máximas favoritas para permanecer en Alemania hasta el próximo 14 de julio. 

"Sigo pensando que no hay una mejor selección que nosotros. No me canso de publicitar el producto nacional. Somos los mejores del mundo interpretando muchas versiones del juego. Es una generación magnífica", glorificaba De la Fuente tras ganar a Italia y sellar el billete a octavos de final de la Eurocopa como primeros de grupo a falta de la última jornada. "No tenemos preferencia, que nos toque el rival que sea", aseguró confiado tras superar a Albania. 

Solidez defensiva

Tres triunfos, cinco goles a favor, ninguno en contra y la sensación de dominar los tiempos y el ritmo en cada partido. La España de Luis de la Fuente, cargada de matices, ha ido imponiendo su ley en cada jornada de la fase de grupos. Sabiendo adaptarse a las características de cada rival sin perder la esencia de su juego. 

Parecía la zona de la plantilla más debilitada con la llegada de Laporte entre algodones y las posteriores molestias de Nacho. Le Normand ha sido el único central con presencias en todas las jornadas y el fijo para Luis de la Fuente en los dos exámenes más exigentes, ante Italia y Croacia. Tuvo minutos frente a Albania por los nuevos problemas de Laporte

Ninguna de las tres selecciones mencionadas anteriormente tuvo que superar a la misma pareja de centrales. Tres encuentros y tres combinaciones diferentes que desembocan en un mismo río: la solidez defensiva. Ni un tanto encajado, algo que únicamente Francia, a quien le falta una jornada por disputar, ha sido capaz de lograr. Intangible que España no establece en un gran torneo desde la Eurocopa de 1980.

Incluso Vivian, que debutaba ante Albania en un torneo de estas magnitudes, echó el candado a la meta de David Raya con un partido muy sólido que rayó la perfección. Especialmente en el primer tiempo, dónde fue el jugador de España con mayor porcentaje de acierto (98%) en el pase. Se involucró en la creación de la jugada y rompió líneas de pase desde una posición más adelantada. "Aquí todos estamos para aportar el máximo".

Sala de máquinas engrasada

Rodri y Fabián Ruiz dominan en el doble pivote. El primero es la brújula de La Roja y su amplitud a la hora de abarcar el ancho del campo permite al segundo tener más libertad para pronunciarse en ataque. Ante Croacia, gol y asistencia y clase magistral contra Italia.

España solía jugar con un pivote e interiores escoltando por los costados, hasta que De la Fuente ha instaurado un sistema en el que la posesión no es lo primordial, el mayor peso se lo llevan los extremos y su profundidad. Extremos como tales de los que encaran y son verticales, no interiores que se asocian por dentro y necesitan estar en permanente contacto con el balón.

Verticalidad letal

En la actual selección española hay jugadores que no es que hayan tirado la puerta abajo, es que se la han llevado a su casa. Entre ellos figura el nombre de Marc Cucurella, la revelación en lo que va de Eurocopa que no convencía a los aficionados antes del inicio del torneo, pero sí a un De la Fuente que le ha entregado la banda izquierda. 

Su partido ante Croacia, en el que fue de menos a más hasta llegar a sacar bajo palos un gol cantado, fue su carta de presentación. El de Italia, su confirmación. No importaba la altura del campo, si era baja, media o alta, cuando un jugador de la azurra controlaba e intentaba girar, ahí estaba el jugador español para tirar del clásico manual del fútbol y salir victorioso de los duelos. Entre empujones, choques, codazos y sesgadas le comió la moral los oponentes. 

El lateral firmó 6 recuperaciones (4 en campo rival), 4 despejes, 5 entradas, 2 intercepciones + 8/10 en duelos, 100% en pases y 3 ocasiones creadas. Casi nada. No era el más rápido, ni el más fuerte, pero siempre llegaba antes y ganaba el duelo. Ni canta ni baila, pero vayan a verlo.

Ante Albania, Grimaldo, el que se postulaba como lateral titular al inicio del torneo, no bajó sus prestaciones. Creó cinco oportunidades en los 90 minutos, la mayor cantidad registrada por cualquier defensa español en un mismo partido de gran torneo desde la Euro de 1980. Su presencia en área rival era un constante dolor de cabeza para la zaga albana. 

La verticalidad española se transfiere del lateral a los extremos, donde Lamine Yamal y Nico Williams humanizan el fútbol moderno. Para el jugador del FC Barcelona es su primera toma de contacto con la élite de selecciones, para el del Athletic el segundo. Ambos encaran, cambian de ritmo, giran sobre su eje y ganan la línea de fondo. 

Así se ha colado España en octavos de manera impecable, con tres victorias en tres partidos, cincos goles, la portería imbatida y la sensación de dominar el espacio-tiempo en cada tramo de los partidos. Su rival será el mejor tercero del grupo A, D, E o F. La última vez que España inició un gran torneo con tanta contundencia fue en la Eurocopa de 2008 ¿Se acuerdan del desenlace?